Robert Hughes, cr¨ªtico de arte tan pol¨¦mico como popular
El autor australiano calific¨® el trabajo de Francis Bacon como "papel para matar moscas" 'The New York Times' se refiri¨® a ¨¦l como el cr¨ªtico m¨¢s famoso.
Robert Hughes, el controvertido intelectual australiano que hizo de la cr¨ªtica de arte un arte, muri¨® el 6 de agosto tras una larga enfermedad en el Calvary Hospital del Bronx, en Nueva York, de acuerdo con un comunicado que emiti¨® su mujer, Doris Downes. El escritor ten¨ªa 74 a?os.
Aunque la primera vocaci¨®n de Hughes fue la pintura y la poes¨ªa, el escritor australiano abandon¨® la Universidad de su Sidney natal, donde se hab¨ªa matriculado en arquitectura, para dedicarse a la cr¨ªtica de arte en el diario local The Observer. Su estilo audaz y descarado y sus despiadadas opiniones sobre la belleza, el mercado del arte o la t¨¦cnica de los artistas modernos impregn¨® su trabajo tanto en la prensa escrita como en los documentales sobre historia del arte que dirigi¨® para la televisi¨®n. Su tono peculiar consigui¨® atraer de tal manera al p¨²blico que The New York Times lo calific¨® como ¡°el cr¨ªtico m¨¢s famoso de la historia¡±, un apelativo que ¨¦l desde?¨® en 1997, durante una entrevista para el programa 60 minutos. ¡°Que te nombren el cr¨ªtico de arte m¨¢s influyente es como si te llamaran el apicultor m¨¢s influyente¡±, dijo un ir¨®nico Hughes.
Que te nombren el cr¨ªtico de arte m¨¢s influyente es como si te llamaran el apicultor m¨¢s influyente¡± Robert Hugues
La virulencia de sus cr¨ªticas -lleg¨® a referirse al trabajo de Francis Bacon como ¡°papel para matar moscas¡±- era proporcional a su desencanto con el arte posmoderno al que defini¨® como ¡°el v¨®mito de los 80¡±. Esa decepci¨®n se fue haciendo cada vez m¨¢s honda hasta derivar, en 1996, en una profunda depresi¨®n para cuya recuperaci¨®n necesit¨® antidepresivos y psicoterapia durante varios a?os. Cuando parec¨ªa haberse recuperado, en 1999 tuvo un grav¨ªsimo accidente de tr¨¢fico de cuyas secuelas no logr¨® recuperarse nunca.
Aunque las consecuencias del incidente automovil¨ªstico lo mantuvieron alejado f¨ªsicamente de la primera fila de la vida p¨²blica, la influencia de su trabajo cr¨ªtico se mantuvo intacto. La revista Time, para la que trabaj¨® durante tres d¨¦cadas, lo incluy¨® en 2011 entre los 100 escritores en lengua inglesa de no ficci¨®n m¨¢s importantes del siglo XX.
Adem¨¢s de en la prensa ¨Cantes de ser contratado por Time escribi¨® en The Spectator, The Daily Telegraph o The Times, entre otros diarios-, Hughes demostr¨® su capacidad narrativa en El Arte de Australia, una revisi¨®n sobre la pintura del pa¨ªs desde sus or¨ªgenes hasta 1960, o en La costa fat¨ªdica (Galaxia Gutenberg) -un estudio escrito en 1987 sobre la colonizaci¨®n de Australia con los convictos brit¨¢nicos deportados a la isla-, que gener¨® tanto ¨¦xito como controversia.
Defini¨® el arte posmoderno como ¡°el v¨®mito de los 80¡±
Para entonces, Hughes ya era una cara conocida, no solo por los artistas, diana de sus furibundas cr¨ªticas, sino por el p¨²blico en general. En 1980 dirigi¨® para la BBC la serie documental El shock de lo Nuevo, en la que, con su voz cavernosa, abordaba la historia del arte moderno desde el Impresionismo hasta Andy Warhol. El trabajo, acompa?ado de un libro del mismo nombre, fue considerado uno de los documentos m¨¢s provocativos sobre el desarrollo de la pintura del XIX y XX m¨¢s importantes jam¨¢s rodados o escritos. En 2000, el cr¨ªtico realiz¨® otro documental sobre Francisco de Goya -uno de sus pintores m¨¢s admirados- titulado Goya: Loco como un Genio, que se emiti¨® en la BBC.
En su libro de memorias Las cosas que no sab¨ªa, publicado en 2006, Hughes escribi¨® sobre la visita que le hizo la Muerte: ¡°Estaba sentada detr¨¢s de un escritorio, como un banquero. No hizo ning¨²n gesto, pero abri¨® la boca y yo me asom¨¦ a su garganta, que se convirti¨® en un t¨²nel: la bocca d¡¯inferno del arte cristiano¡±.
Hughes naci¨® en Sidney el 28 de julio de 1938 en el seno de una importante familia de abogados y pol¨ªticos. Su abuelo paterno se convirti¨® en el primer alcalde de la ciudad y su padre, adem¨¢s de letrado, fue piloto durante la I Guerra Mundial y se enfrent¨® en varias ocasiones contra el Bar¨®n Rojo. Tras abandonar la Universidad, el futuro cr¨ªtico de arte se enrol¨® en el Movimiento The Push, formado por artistas, escritores, intelectuales y bebedores australianos.
Dirigi¨® para la BBC El shock de lo nuevo, que abordaba la historia del arte moderno
Tras la muerte de su madre en 1963, Hugues se traslad¨® a Europa donde se empap¨® del arte de ese continente. Cuatro a?os despu¨¦s se casar¨ªa con la australiana Danne Emerson, con quien tuvo a su ¨²nico hijo, Georges Danton. La pareja se separ¨® pronto, aunque se divorciar¨ªa en 1981, cuando el cr¨ªtico volvi¨® a contraer matrimonio por segunda vez con Victoria Whistler. Danton se quit¨® la vida en 2002, con 34 a?os de edad, un hecho que dej¨® desolado al cr¨ªtico pese a que ambos apenas hab¨ªan tenido contacto.
Hughes abandon¨® Londres por Nueva York en 1970, cuando la revista Time lo contrat¨® como cr¨ªtico de arte. All¨ª volver¨ªa a casarse en 2001 con la pintora y directora estadounidense, Doris Downes. Adem¨¢s de cr¨ªtico, Hughes era un magn¨ªfico cocinero y un gran cazador, seg¨²n relat¨® este domingo su sobrina Lucie Turnbull a la cadena de radio australiana ABC: ¡°Era tan bueno con la m¨¢quina de escribir como con los fogones¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.