El irreprimible llanto de F¨¢tima
Me di cuenta enseguida de que iba a haber nuevos datos sobre el paro.
¡ªMe voy un par de d¨ªas, presidente, porque si no me voy no podr¨¦ llegar y entonces c¨®mo vuelvo ¡ªo¨ª que le dec¨ªa Montoro al presidente.
¡ªYo tengo tambi¨¦n un roadshow, ya sabes, que nos conviene que vaya a Kazajist¨¢n, que lo mismo hay que echar mano de un buen offshore¡ Y si no, oye, un buen abrigo de astrac¨¢n¡ ¡ªexplic¨® De Guindos.
¡ªAs¨ª que van a salir los datos de la EPA ¡ªles dijo Mariano, que se cre¨ªan que le iban a pillar desprevenido. A ¨¦l, que se tir¨® a?os escaque¨¢ndose cuando fue vicepresidente. Y presidente, si a eso vamos.
¡ª???No, de ninguna manera, c¨®mo puedes pensar eso!!! ¡ªdijo De Guindos, colorado como un sem¨¢foro.
¡ª???No, no ¡ªprotest¨® Montoro¡ª, c¨®mo piensas nosotros solo a ti, que eso no podr¨ªa ser porque estar¨ªas sin nadie!!!
¡ªYa te has vuelto a liar, Crist¨®bal, que has dicho justo lo contrario de lo que quer¨ªas decir.
¡ªSi es que me tienes hecho un l¨ªo, Mariano, que como siempre tengo que lo contrario del d¨ªa decir anterior¡ As¨ª no hay quien pueda hilar dos seguidos pensamientos.
¡ªEso te pasa porque te lo preparas poco, Crist¨®bal ¡ªle dijo De Guindos¡ª, que sales a pecho descubierto ante las fieras y pasa lo que pasa. F¨ªjate y aprende, que en Lehman¡ perd¨®n, all¨ª, en aquel sitio sin nombre, ten¨ªamos que hacer mucho de esto. ?Que los datos son un espanto? Pues nada, se dice que ¡°hay un cambio de giro en la evoluci¨®n c¨ªclica¡±, que lo mismo te vale para una subida que para una bajada.
¡ªOye, Windows, que yo dije ¡°no vamos a subir impuestos en Espa?a, vamos a cambiar la ponderaci¨®n¡±¡
¡ªNo est¨¢ mal, no ¡ªintervino Rajoy¡ª. A ver si me lo aprendo¡
¡ªPues escucha esta, que la dije de corrido y mirando al infinito cuando anunciamos que ¨ªbamos a subir el IVA: ¡°El Gobierno est¨¢ planteando una modificaci¨®n del sistema impositivo en Espa?a¡±. ?Qu¨¦ os parece?
¡ªOye, Luis, que has dicho un p¨¢rrafo entero sin palabras en ingl¨¦s¡
¡ªPerd¨®n, perd¨®n¡ Pero ahora os cuento lo de la due diligence. Bueno, o si prefer¨ªs lo de los revolving credit¡
As¨ª que llegaron los datos de la EPA. M¨¢s parados. A miles. Qu¨¦ digo a miles, a decenas de miles, a centenares de miles¡
¡ª?Pero hay tantos espa?oles, F¨¢tima?
¡ªS¨ª, presidente, s¨ª, pero polvo somos y en polvo nos convertiremos ¡ªdijo F¨¢tima entre grandes lloros. ???Buaaaaa!!!
Que es que era aparecer la ministra de Trabajo en una reuni¨®n, como aquella del Consejo de Ministros, la sala se quedaba en media penumbra y se o¨ªan rayos y truenos en el exterior. C¨®mo ser¨ªa la cosa que un d¨ªa estuve a su lado, observ¨¢ndola, porque yo mismo pens¨¦ que lo mismo esta B¨¢?ez ven¨ªa de alg¨²n mundo de las tinieblas, como los ectoplasmas y yo mismo. Y no. Es humana. Pero triste y ceniza como una recopilaci¨®n de fados. Sepulcral, para qu¨¦ ocultarlo. Arenas siempre se le aparec¨ªa por detr¨¢s, que la patrocinaba mucho, y la animaba: ?Fatimita, campeona, a ver esa sonrisita! Ella se esforzaba, la verdad. Pero era peor.
¡ªToma un cl¨ªnex, toma un cl¨ªnex. A ver, venga, esas cifras¡
¡ªEl n¨²mero de cad¨¢veres ha aumentado este trimestre¡
¡ª???F¨¢tima!!!
¡ªY es que, compa?eros de Gobierno, pues para los vivos queda la envidia ante sus adversarios, en cambio lo que no est¨¢ ante nosotros es honrado con una benevolencia que no tiene rivalidad.
¡ªAl porche, sacarla al porche, a que la d¨¦ el aire¡
¡ªPorque los cuervos que revolotean en torno a nuestros ni?os, esperando su desfallecimiento por la maldita viruela¡
¡ªFuera, fuera¡
El momento fue tremendo, con todos los ministros l¨ªvidos ante el panorama de los pajarracos, que menos mal que el presidente se recupera con facilidad.
¡ªBueno, venga. Hagamos una tormenta de ideas, que cada vez que digo eso de la herencia recibida me da una punzada el h¨ªgado y empiezo a preocuparme¡
¡ªEso te pasa, presidente, porque no hemos alargado lo suficiente esto de la herencia, intervino Soraya. Si le echamos la culpa a Sagasta, a lo mejor¡ Por cierto, que me he aprendido yo un par de art¨ªculos de una ley muy interesante de 1877, y si quer¨¦is os puedo¡
¡ªOtro d¨ªa, Soraya, otro d¨ªa¡
¡ªVer¨¢s, presidente, a m¨ª se me ha ocurrido una idea ¡ªdijo Ana Mato.
Not¨¦ c¨®mo se hizo el silencio. Espeso. Ni el vuelo de una mosca, que se dice. Mariano se qued¨® paralizado y a los ministros les entr¨® como tort¨ªcolis, que nadie quer¨ªa mirar al que ten¨ªa al lado, no fuera a ser que la cosa pasara a mayores¡
¡ªLo que s¨ª puedo asegurar, Mariano ¡ªrompi¨® el hielo Garc¨ªa Margallo, que para eso es el amigo del jefe¡ª, es que cualquier cosa que pongamos en marcha me comprometo a venderla en el ancho mundo, comenzando por nuestros amigos hispanoamericanos, sangre de nuestra sangre, all¨ª la espada y la cruz y la Madre patria¡
¡ªBien, Margallo, bien, pero antes habr¨¢ que pensar en algo.
¡ªPues mira, se me ha ocurrido que lo mejor que podemos hacer es crear una comisi¨®n, todo privado, que conste, para que coordine a los asesores que coordinen a los comisionistas para que trabajen en un papel para que luego el presidente, con su superior criterio, toda nuestra confianza en tu capacidad, qu¨¦ har¨ªamos sin ti¡
¡ªBasta, Margallo, que ya nos conocemos¡
¡ª???Alabado sea el Sant¨ªsimo!!! ¡ªinterrumpieron entonces Gallard¨®n y Jorge Fern¨¢ndez al un¨ªsono.
¡ª?Y?
¡ªNada, que alabado sea el Sant¨ªsimo¡ \[Gallard¨®n\].
¡ªBueno, y que si contratamos a unas decenas de miles de polic¨ªas, que me faltan manos para tanto alborotador¡ \[Fern¨¢ndez\].
¡ªNo s¨¦ si me hab¨¦is o¨ªdo, pero he dicho que he tenido una idea ¡ªrepiti¨® Mato.
Silencio. M¨¢s denso a¨²n. Caliginoso. Pl¨²mbeo.
¡ªPues yo creo, presidente, que pod¨ªamos poner en marcha una cosa muy original que se me ha ocurrido y es un plan para pintar barandillas y poner bordillos y esas cosas y pod¨ªamos llamarlo Plan E¡
¡ª???Wert!!!
¡ªSi lo hac¨ªa por animar el ambiente, es que cada d¨ªa que viene F¨¢tima no tenemos un momento de paz¡
¡ª?He o¨ªdo paz? ?La paz de los cementerios! ¡ªse oy¨® gritar a B¨¢?ez desde la entrada, que ya se hab¨ªa recuperado un tanto tras dos copazos de co?ac, contribuci¨®n desinteresada a la causa del cuerpo de conserjes.
Ech¨¦ la vista atr¨¢s y la verdad es que pocos ministros de Trabajo salieron dicharacheros y jacarandosos, que ya me contar¨¢n el que entreg¨® el relevo a B¨¢?ez, Valeriano G¨®mez. Le acompa?o en el sentimiento, le dec¨ªan en la calle. ?Almunia, Chaves, Gri?¨¢n?
El primero que lo llev¨® con garbo y galanura fue Javier Arenas, que lo vio clarito. ¡°Les mato a desayunos, jefe, les mato a desayunos¡±, le dec¨ªa a Aznar refiri¨¦ndose a los sindicatos. ¡°Ni respirar les dejo, que paqu¨ª pall¨¢ y ahora pactamos y luego esperad un poco¡±. Vino luego un par¨¦ntesis pedregoso con los dimisionarios Pimentel y Aparicio. Pero de nuevo renaci¨® el mundo de la alegr¨ªa, el jolgorio, la parranda y el bullicio, que pronto lleg¨® Eduardo Zaplana.
Ya me he ido de Gobierno otra vez. Cada d¨ªa estoy peor.
¡ª¡ Acabamos entonces ¡ªestaba diciendo el presidente¡ª. Hemos quedado en que seguimos con lo de la herencia recibida, y cuando lleguemos a los tres a?os nos lo volvemos a plantear. Que aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria.
Se levant¨® el Consejo y todos hicieron como si no se oyeran los gritos que llegaban desde la calle, mientras el coche oficial se alejaba: ¡°Los cielos se cerrar¨¢n sobre nosotros y una lluvia de fuego acabar¨¢ con todas las oficinas del Inem¡¡±.
¡ªQu¨¦ buen tiempo hace ¡ªle dec¨ªa Moren¨¦s a Ana Pastor.
Y es que hay que ver c¨®mo se queda uno de tranquilo cuando encuentra soluciones sencillas a problemas tan complejos, que me dijo una noche Mariano en el intermedio de un Deportivo-Celta.
¡ªUn partidazo, Leandro, un partidazo.
Ma?ana, siguiente cap¨ªtulo: El Rey, m¨¢rtir, se flagela.
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