El joven flamenco alumbra las Minas de la Uni¨®n
Marina Heredia, Dorantes y Joaqu¨ªn Grilo ¡®rescatan¡¯ al certamen murciano
Con la actuaci¨®n, anoche, de Pasi¨®n Vega conclu¨ªa el ciclo de las llamadas galas flamencas del Cante de las Minas. Desde hoy hasta el viernes se celebran las semifinales del concurso en sus apartados de cante, guitarra, baile e instrumentistas, y el s¨¢bado ser¨¢ la gran final, que desde hace a?os supone el alumbramiento de nuevos y valiosos nombres, en especial en cante, con la prestigiosa L¨¢mpara Minera como m¨¢ximo galard¨®n.
Antes, el pasado lunes, dos excelentes cantaores, todav¨ªa muy j¨®venes pero ya con madurez y dominio de los estilos, protagonizaron una de las mejores noches de esta edici¨®n. Y ello pese a que uno de los artistas, el onubense Arc¨¢ngel, actu¨® mermado de facultades por una afecci¨®n de garganta inesperada. Contra esta circunstancia consigui¨® momentos sublimes, doloridos y quejosos, como corresponde a ese palo, en la seguiriya. Y no faltaron otros fogonazos puntuales como prueba de su enorme calidad. L¨¢stima que no pudi¨¦semos disfrutarlo en plenitud.
Pero el list¨®n ya lo hab¨ªa puesto muy alto esa noche la granadina Marina Heredia, con una actuaci¨®n que ella quiso presentar como ¡°de corte cl¨¢sico¡± y que lo fue verdaderamente, con todos los c¨¢nones de pureza y hondura derramados sobre el escenario del antiguo mercado p¨²blico de La Uni¨®n. Una sole¨¢ de muchos quilates, una buena seguiriya o unos tangos y buler¨ªas llenos de chispa y pellizco, entre otros cantes, redondearon una de las mejores actuaciones de este ciclo del festival minero.
La crisis, que est¨¢ haciendo estragos en muchos festivales de m¨²sica en toda Espa?a, se ha ido esquivando aqu¨ª a base de imaginaci¨®n y gesti¨®n, aunque estas virtudes no logran paliar del todo el pavoroso panorama econ¨®mico, que ha repercutido algo en la asistencia de p¨²blico, no todos los d¨ªas han sido de llenos absolutos, como suele ser habitual en este certamen desde hace bastantes a?os, aunque la asistencia est¨¢ siendo m¨¢s que notable pese a la situaci¨®n tan adversa.
Es m¨¢s, el des¨¢nimo social parece que se ha trasladado a los visitantes del certamen, que se han mostrado m¨¢s fr¨ªos en el seguimiento de las actuaciones. No obstante, la repleta agenda de actividades paralelas ha convertido estos d¨ªas a La Uni¨®n, de nuevo, en la verdadera capital mundial del flamenco.
La organizaci¨®n ha continuado con la costumbre de las ¨²ltimas ediciones de dar el Castillete, m¨¢ximo reconocimiento no competitivo del festival, a nombres conocidos de la cultura o la vida social. En esta ocasi¨®n lo han recibido el cineasta Bigas Luna, el torero Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, el cocinero Jos¨¦ Andr¨¦s y la bailaora Sara Baras, que abri¨® el pasado d¨ªa dos la serie de actuaciones estelares y a la que, adem¨¢s, se ha dedicado en conjunto esta edici¨®n del Cante de las Minas. Pero tal vez el Castillete m¨¢s valioso es el que se ha concedido a Manuel Navarro por sus 25 a?os de dedicaci¨®n al certamen como coordinador, pues resume el verdadero sentido de estos premios, reconocer a quien durante mucho tiempo ha trabajado en pro del mismo. Navarro ha sido en el ¨²ltimo cuarto de siglo un personaje discreto y eficaz en la trastienda de la organizaci¨®n.
Otra se?a del festival es la notable lista de carteles, desde 1992 encargados a artistas de prestigio. Este a?o ha sido obra de Luis Gordillo. Y se ha recuperado otra costumbre, la de decorar el fondo del escenario con una obra art¨ªstica, pero en esta ocasi¨®n no con el cartel, como era lo habitual, sino con un mural con varias piezas del artista murciano Esteban Bernal, que resume su exposici¨®n sobre el paisaje minero que tambi¨¦n puede visitarse en la ecl¨¦ctica Casa del Pi?¨®n, donde una serie pict¨®rica espl¨¦ndida evoca la hoy desvencijada sierra, la que en el pasado fue considerada la Nueva California de todo buscador de fortuna.
Bernal es hijo del alcalde del mismo nombre, que, en 1961, animado por personajes como Valderrama, Antonio Pi?ana o Asensio S¨¢ez, entre otros, hoy todos desaparecidos, impuls¨® el festival para recuperar unos cantes entonces casi olvidados. Esteban Bernal, el antiguo alcalde, el ¨²nico que sigue vivo de esa ¨¦poca, ha recibido este a?o el t¨ªtulo de Hijo Adoptivo de La Uni¨®n.
Precisamente Valderrama hijo, como cerrando el c¨ªrculo de la memoria, protagoniz¨® la an¨¦cdota de esta edici¨®n durante su actuaci¨®n, el pasado s¨¢bado d¨ªa cuatro, junto al guitarrista Carlos Pi?ana, a su vez nieto de Antonio Pi?ana. El hijo del creador de El emigrante se esforzaba esa noche por estar ¡°a la altura de este festival¡±, seg¨²n dijo, y cant¨® por derecho, flamenco-flamenco. Pero avanzada su actuaci¨®n el p¨²blico comenz¨® a pedirle las coplas que populariz¨® su padre. ¡°Pero¡, si me est¨¢ ocurriendo lo mismo que a ¨¦l¡±, exclam¨® sorprendido.
Efectivamente, medio siglo antes, a finales de los a?os cincuenta del pasado siglo, su padre actu¨® en La Uni¨®n, y quiso cantar una taranta, ya que se encontraba en una de las tierras matrices de esos cantes. El p¨²blico lo silb¨® y le pidi¨® las coplas m¨¢s conocidas de su repertorio. Valderrama se indign¨® y se puso en contacto con Pi?ana; de ese incidente, hoy conocido, y para paliar esa situaci¨®n de olvido de este rico patrimonio musical, naci¨® poco despu¨¦s el certamen.
A la espera de lo que depare el concurso (no siempre es posible descubrir un nuevo talento, y eso que el festival ha dado muchos, desde Luis de C¨®rdoba a Poveda o Mayte Mart¨ªn, Vicente Amigo o Israel Galv¨¢n) la edici¨®n de este a?o nos ha dejado momentos excelentes: el baile de Sara Baras o de Joaqu¨ªn Grilo, el piano de Dorantes, el cante de Marina Heredia o la guitarra de Carlos Pi?ana. La historia contin¨²a.
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