El mundo escrito en las paredes
¡°Las Vegas es como lo har¨ªa Dios si tuviera dinero¡±, dijo su promotor. La ciudad del juego forma parte de un repaso apasionante por la historia de 13 lugares ic¨®nicos

La vida secreta de los edificios. Del Parten¨®n a Las Vegas en trece historias. Edward Hollis. Traducci¨®n de Mar¨ªa C¨®ndor. Siruela. Madrid, 2012. 393 p¨¢ginas. 24,95 euros
¡°La gente daba por sentado que las ruinas romanas hab¨ªan sido construidas por gigantes o demonios o de forma milagrosa, pero Brunelleschi se mofaba de semejantes cuentos de viejas y se aplic¨® a medir los edificios. De vuelta en Florencia, se vali¨® de las cosas que hab¨ªa aprendido para superar los edificios de los que las hab¨ªa aprendido¡±. Los edificios se transforman en la misma medida en que se conservan. En Europa occidental han devenido piezas est¨¢ticas de un museo monumental, pero en otros lugares se sigue robando, copiando y restaurando inmuebles antiguos. Contrariando a Goethe, Edward Hollis no cree que la arquitectura sea m¨²sica congelada. Est¨¢ convencido de que es cambio y que eso le permite sobrevivir. As¨ª, sostiene que la ruina de los monumentos ha sido siempre un primer paso para su posterior resurrecci¨®n y reconversi¨®n. Por eso, el relato que traza sobre la vida de 13 obras demuestra que la mejor arquitectura puede leerse y releerse muchas veces. La Alhambra, por ejemplo, revelaba su significado a aquellos que quer¨ªan leerlo, ¡°pero el emperador Carlos V no sab¨ªa y se sentaba solo en su estrado real del har¨¦n, satisfecho con que el palacio fuera patrimonio suyo¡±.
Las sucesivas destrucciones del Parten¨®n de Atenas a manos de una liga santa de cristianos, de un terremoto, de los hurtos de los campesinos de la acr¨®polis o de los del bienintencionado Lord Elgin ¡ªque pidi¨® a Canova que restaurara las estatuas de Fidias al tiempo que llenaba el cobertizo de su jard¨ªn de Park Lane de m¨¢rmoles decapitados¡ª conviven en este libro con la cantera de reliquias que es hoy lo que un d¨ªa fuera el fin del mundo: el muro de Berl¨ªn. Por su parte, la historia de la ubicua Santa Casa, como la historia de la Virgen, se ha convertido en un cuento de reproducci¨®n milagrosa: casi un centenar de lugares del planeta reclamando como propia la supuesta vivienda de la madre de Dios. Hollis sostiene que, como una devoci¨®n o una oraci¨®n, la casa debe repetirse una y otra vez. Pero tambi¨¦n Notre Dame de Par¨ªs podr¨ªa juzgarse ruina y milagro, ya que fue restaurada en el siglo XIX no de acuerdo al templo original ¡ªiniciado m¨¢s de tres siglos antes¡ª, sino conforme a c¨®mo Victor Hugo lo describi¨® en aquella novela en la que la catedral era morada del jorobado Quasimodo.
Cuentos contados con ladrillos, edificios que ¡ªcomo la bas¨ªlica de San Marcos, en Venecia, o el Muro de las Lamentaciones, en Jerusal¨¦n¡ª son m¨¢s campo de batalla que escenario de la civilizaci¨®n, la contrahistoria de la arquitectura explicada a partir de sus dificultades es lo que encierra este libro erudito y fascinante. Poco importa que el lector crea conocer los monumentos de los que habla Hollis, otras verdades afloran en p¨¢ginas para las que el autor se ha convertido en un radar capaz de viajar por el espacio y el tiempo de los monumentos y, lo que es lo mismo, de las ruinas del mundo. El cuidado con el que narra este arquitecto y profesor del College of Art de Edimburgo personifica la arquitectura. Los mejores edificios no desaf¨ªan el paso del tiempo, invitan a gozarlo.
La historia de la Santa Casa se ha convertido en un cuento de reproducci¨®n milagrosa: casi un centenar de lugares reclama como propia la supuesta vivienda de la Virgen Mar¨ªa
As¨ª, las 13 obras (dos de ellas muros) que incluye el libro solo encuentran explicaci¨®n en la historia de la humanidad. Los papas y los monarcas van de la mano de alba?iles que no son ignorantes artesanos, sino hombres cultivados y libres, y Sheldon G. Adelson se reinventa a s¨ª mismo al tiempo que reinventa Venecia en un desierto de Las Vegas mientras la ciudadan¨ªa de la Seren¨ªsima protesta en la Piazza San Marco bajo una pancarta que reza ¡°Venecia no es un hotel¡±. ¡°Las Vegas es m¨¢s o menos como lo har¨ªa Dios si tuviera dinero¡±, declar¨® Adelson, sabedor de que el miedo y la ambici¨®n de poder que encierran las religiones est¨¢n detr¨¢s de las grandes obras.
Admitiendo que tras Hiroshima la manera de crear ruinas ya no puede ser la misma ¡ª¡°los relojes se pararon en el momento de la explosi¨®n¡±¡ª, Hollis recuerda que, como Venecia, que decidi¨® robar un pasado para construirse un futuro, ¡°Las Vegas es una ciudad fabricada a partir de las im¨¢genes robadas a otras¡±. Tambi¨¦n Notre Dame es una ficci¨®n rom¨¢ntica, que destruy¨® tanto como conserv¨®, salida de la mano de Viollet-le-Duc. Al final, restaurar un edificio ¡°no es conservarlo o repararlo, sino restablecerlo a un estado de integridad que tal vez nunca existi¨®¡±. Por eso, este libro enciende una luz para quien no se haya parado a pensar en la historia como en un cuento. El libro le mira al mundo a los ojos. Siendo cr¨ªtico, documentado e inmisericorde, muestra tambi¨¦n la embriagadora pasi¨®n que ha llevado a su autor a indagar en edificios que explican la parad¨®jica historia de la humanidad. Si la ceguera del tiempo y la estupidez del hombre ocultan los secretos de muchos inmuebles, Hollis desvela magistralmente el camino de salida de esos laberintos verticales.
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