Esperanza, Pons, Matas ?y Cascos?
Pues aqu¨ª pone coivhllllltcicccc, dijo Willows muy segura. (Y s¨ª, contest¨® por lo bajito la ayudante, hay un cierto tufo¡)
El pasmo fue general.
¡ª?C¨®mo ha dicho?, le preguntaban al traductor.
¡ªcoivhllllltcicccc. Lo juro por mi madre, que ha dicho eso¡
¡ªA ver, Catherine, a ver, no es posible que diga eso¡ D¨¦jame a m¨ª otra vez¡ ?Ah!, es que no son letras, que son unas rayaduras¡
As¨ª que de all¨ª no ¨ªbamos a sacar nada. Grisson y Willows se disculparon:
¡ªLo sentimos, pero tenemos que volver a Las Vegas, que nos esperan para el estreno de un casino de m¨ªster Adelson¡ Es precioso, parece el templo de Angkor por un lado y el de Buckingham por otro¡ A lo mejor traen uno a Espa?a, nos han dicho, con la Bas¨ªlica de El Pilar y la Cibeles o La Pedrera, que est¨¢n en dudas¡
¡ªAdi¨®s, buenas tardes, dijo la hija de Willows, que estaba muy bien educada.
Menos mal que hab¨ªa una soluci¨®n¡
¡ªEstoy aqu¨ª, soy Horatio Caine y quietesito to'el mundo, ?eh?, qu'el que se menee pierde la chola¡
Es que llevaba tantos a?os en Miami que parec¨ªa que hab¨ªa venido ayer del barrio La V¨ªbora de la Habana.
¡ªYa t¨² sabes, asere, es cosa de mirar con cuidadito¡
El comandante se lo explic¨® a Mariano.
¡ªEs que tambi¨¦n ha venido al mismo seminario¡ Pero en d¨ªas distintos, que se llevan a matar.
¡ªPues tampoco en persona est¨¢ mal este Horatio, dijo Dolores de Cospedal¡
Horatio sac¨® de la funda de las gafas ¡ªque no le serv¨ªan de nada, porque siempre las llevaba puestas¡ª un artilugio desconocido.
¡ª?ste es el ¨²ltimo regalo que me hizo el pobre Jobs, Steve Jobs, ya sabes, un microscopio ch¨¦vere, mijito, mil veces mejor que los que usan en Las Vegas esos vejestorios¡
Diez minutos estuvo repasando el cuchillo, que a¨²n segu¨ªa clavado en la pared. Lo miraba por arriba y por abajo. Se gir¨® un poco hacia el respetable, solo un poco, para poder mirar a todos por encima del hombro. Y con las gafas de sol, claro.
¡ªImposible encontrar nada, brothers, que ya lo han estropeado los de Las Vegas. Unos manazas. Adem¨¢s, aqu¨ª huele fatal. Y ahora me voy pitando que tengo una guerrita de bandas en Miami¡
Rajoy no pod¨ªa m¨¢s y tom¨® el mando. Yo todav¨ªa no quer¨ªa intervenir, que ahora ya ¨ªbamos llegando donde yo quer¨ªa.
¡ªComandante, los nuestros. Traiga a los mejores agentes y a la tarea. De aqu¨ª no sale nadie hasta que se sepa quien ha intentado matarme. ?Quiero que se localice inmediatamente al autor frustrado¡
¡ª???Afortunadamente!!!, gritaron a coro todos los presentes¡
¡ª¡ del marianocidio!
¡ªVer¨¢ usted presidente, tengo dos opciones. Uno es el detective privado que ya investig¨® con ¨¦xito la muerte de un gato del presidente Aznar¡
¡ªDe eso nada, quita, quita¡
¡ªEntonces llamo a C-169. Es tan secreto que solo le llamamos C-169. Por dos razones: una, que impresiona m¨¢s. La otra es que ya no nos acordamos de c¨®mo se llama. Es el mejor, y adem¨¢s est¨¢ hoy aqu¨ª porque se saca unas pesetillas sirviendo las croquetas del catering, porque como sabe¡
¡ª¡ Lo de los recortes y la bajada de sueldo de los funcionarios, s¨ª, lo s¨¦.
¡ª?A las ¨®rdenes de su excelencia, mi presidente! Ya me ha contado el comandante cu¨¢l es mi tarea. No quedar¨¢ defraudado, se?or. Y aqu¨ª le dejo mi tarjeta, Sinnombre's, Reparaciones y Mantenimiento del Hogar y Negocio, por si tiene alguna chapucilla en La Moncloa, que supongo que ya sabe que con esto¡
¡ª¡ de los recortes, s¨ª. ????Averig¨¹e de una pu?etera vez qui¨¦n me tir¨® el maldito cuchillo!!!!
Lo primero que hizo fue arrancar el cuchillo de la pared.
¡ªSi es que mucha tecnolog¨ªa, pero no est¨¢n a lo que hay que estar. Que si no sacan todo el cuchillo a ver c¨®mo van a leer en la hoja lo que pone. A ver, que lo apunto. Se quit¨® el l¨¢piz de la oreja, moj¨® la punta y escribi¨® en una libretilla que hab¨ªa comprado en un chino: Cuchiller¨ªa El Oso y el Madro?o, Madrid.
¡ªEsperanza, ha sido Esperanza, dijo Mariano¡
¡ªPero c¨®mo puedes decir eso, Mariano, con lo que yo te quiero y te admiro¡
¡ªUn segundo, que no he acabado. Madrid¡ y dice que tiene sucursal en¡ No s¨¦, no se lee bien que se han desfigurado las letras al entrar en el muro¡ O dice Val¡ encia o dice Bal¡ eares, que la primera letra no se lee bien.
¡ªLo dicho, insist¨ªa por lo bajinis Mariano, Esperanza¡ y Camps, y lo estoy viendo, Jaume Matas, que no me pueden ni ver¡
¡ªNo tuve m¨¢s remedio que intervenir porque aquello se nos iba de las manos y hab¨ªa que centrar el tiro, que ya ve¨ªa a los presidentes auton¨®micos con muy mala cara, que adem¨¢s Montoro los estaba espeluchando a los chinos.
¡ªTres con las que saques, le estaba diciendo a Juan Vicente Herrera, mientras Patxi L¨®pez y Artur Mas hablaban de sus cosas identitarias y Monago, Fern¨¢ndez y Gri?¨¢n coincid¨ªan en las lamentaciones:
¡ªOye, Gri?¨¢n, y cuando los de IU te piden lo de la expropiaci¨®n de pisos de m¨¢s de 60 metros, ?t¨² qu¨¦ les dices?
Intervine, pues.
¡ªPresidente, no te l¨ªes. F¨ªjate en el nombre, en las palabras del nombre. Lo de las sucursales te lo cuento luego¡
Hab¨ªa sobrado mi intervenci¨®n, porque Sin nombre (C-169) estaba diciendo en ese momento¡
¡ªPor cierto esto tiene una peste a Cabrales¡
¡ª?Fern¨¢ndez, el nuevo?
¡ª?Imposible, presidente, si yo estaba casi a tu lado!, se defendi¨® el presidente asturiano.
¡ªEntonces¡ ?Cascos, ha sido Cascos!, grit¨® Mariano.
El comandante organiz¨® r¨¢pidamente a la seguridad de la casa.
¡ªHay que localizarle. Como sea. Y ojo que puede ser peligroso, que lo mismo te tira una ca?a como si fueras un salm¨®n que te dispara un tiro como si fueras un conejo.
Dos horas llevaban ya de b¨²squeda por todo el complejo, sin el menor ¨¦xito, cuando tuve que volver a intervenir.
¡ª?Te acuerdas de qu¨¦ pas¨® con el efecto 2000?
¡ª?En el b¨²nker, est¨¢ en el b¨²nker!
Trat¨® de huir pero fue r¨¢pidamente reducido. Aprovechando una de las visitas guiadas que se montaron desde la gran idea del ministro de Defensa, Cascos se hab¨ªa introducido en el recinto y con una careta verde que se tra¨ªa ya preparada, se hac¨ªa pasar por uno de los funcionarios de los del b¨²nker.
¡ª???Asturias es m¨ªa, m¨ªa!!! ???Mariano, traidor!!!, gritaba mientras le met¨ªan en un taxi y le daban al taxista la direcci¨®n de Oviedo, que Rajoy prefiri¨® no montar esc¨¢ndalos y clausurar la Conferencia.
¡ªQue se vaya para casa, pero que me lo vigile alguien, que ha estado a punto de desgraciarme, y bueno est¨¢ lo bueno¡
Me pregunt¨® de las sucursales. Se lo cont¨¦, que un fantasma personal no le oculta nada al presidente.
¡ªVer¨¢s, te lo cuento, pero t¨² tranquilo, que no te suba la tensi¨®n¡ Lo de Valencia y Baleares es que Esteban Gonz¨¢lez Pons y Jaume Matas estaban entre los camareros, perfectamente camuflados.
¡ª?Esteban tambi¨¦n?
¡ª?T¨² le has nombrado algo? Pues entonces.
¡ªY Jaume, hombre, bueno, la verdad¡ ?As¨ª que fueron ellos los de las bromitas pesadas?
¡ªIban creciendo en envergadura hasta acabar con una masclet¨¢ que hab¨ªa preparado Pons¡ Pero los dos discutieron que si t¨², que si yo, pues anda que N¨®os¡ Y en esas estaban cuando lo del cuchillo.
¡ªYa, lo del oso no hace falta que me lo expliques¡
¡ª?No me preguntas por el madro?o¡?
¡ªEsperanza¡
¡ªNo, si yo no digo nada, pero a ver de d¨®nde han salido los fondos para comprar ese cuchillo, y qui¨¦n lo adquiri¨® en Madrid¡ que lo mismo hay alg¨²n contrato por ah¨ª de adjudicaci¨®n de navajas de regalo entre el Bigotes y la susodicha cuchiller¨ªa¡ Y si se acerca Sin nombre a la tienda, a lo mejor le cuentan que un d¨ªa apareci¨® por all¨ª un tipo con un mech¨®n blanco que iba en coche oficial¡ Vamos, solo por decir¡
¡ªPues mira, tengo por aqu¨ª la tarjeta¡ ?Oiga, est¨¢ Sin nombre?
Ma?ana, siguiente cap¨ªtulo: ?A F¨¢tima!, grit¨® Mariano enfervorizado
Babelia
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