Vuelve la anfetamina del alma

Haga la prueba. Acuda a uno de esos cientos de recopilatorios de ¡°lo mejor de la m¨²sica de los ochenta¡± o ¡°lo mejor del pop brit¨¢nico¡± y ver¨¢ que es casi imposible no encontrarse con Come on Eileen o Geno, dos de los grandes ¨¦xitos de los Dexys Midnight Runners, la banda que Kevin Rowland form¨® a finales de los setenta en la ciudad brit¨¢nica de Birmingham. No fueron tan famosos como UB40 o Duran Duran pero tampoco un grupo m¨¢s con algo de suerte. En ellos, lat¨ªa un verdadero soul blanco de ¨ªmpetu juvenil. Pero su autor no quiere o¨ªr hablar del pasado, aun habiendo reunido al c¨¦lebre grupo casi tres d¨¦cadas despu¨¦s de su separaci¨®n. ¡°Solo pienso en el presente¡±, sentencia con tono grave Kevin Rowland, en conversaci¨®n telef¨®nica desde su casa de Londres.

Presente que pasa por One day I¡¯m going to soar (BMG), el nuevo disco de la banda ahora reunificada bajo el nombre, simplemente, de Dexys, que, seg¨²n su l¨ªder, sirve para combatir a la dichosa nostalgia. ¡°Me horroriza pensar que el p¨²blico crea que la banda es hoy un ejercicio de nostalgia¡±, explica un agradable aunque parco en palabras Rowland, que parece haberse desquitado de su fama de hura?o. El cantante, que domin¨® con mano de hierro los hilos del grupo hasta el punto de hacer de m¨¢nager antip¨¢tico con la prensa, decir c¨®mo se vest¨ªan y qu¨¦ se com¨ªa en cada gira, ha llegado a hablar de la conjunci¨®n de los astros para el nacimiento de este trabajo, aunque con este redactor es menos m¨ªstico: ¡°No es algo que decidi¨¦ramos hacer de repente. Simplemente hablamos de tener que hacerlo en alg¨²n momento y lo intentamos y sali¨® con ayuda de todos¡±.

En 1980, los Dexys Midnight Runners surgieron en el negocio discogr¨¢fico como una deliciosa anomal¨ªa de soul urbano con tintes celtas, que a veces remit¨ªan a Van Morrison, en plena ¨¦poca de hombreras, bater¨ªas electr¨®nicas y discotecas. Su nombre proven¨ªa de una anfetamina de uso habitual entre los mods que pretend¨ªan bailar y saltar toda la noche con rhythm and blues. Haciendo honor a su nombre, Rowland y los suyos se abrieron paso con su adictiva sustancia r¨ªtmica, contenida en los discos Searching for the young soul rebels y Too-Rye-Ay. Algunos r¨¢pidamente los asociaron al northern soul, movimiento brit¨¢nico que pon¨ªa sus ojos en la excelencia de la Motown pero con se?as m¨¢s bailables y locales. ¡°Nunca me consider¨¦ un fan del northern soul. Tan solo me gustaba el soul, as¨ª de sencillo¡±, explica el cantante. ¡°En los setenta, ya era una escena pasada de moda porque llegaron discos de funk¡±, a?ade. Como un Lou Reed brit¨¢nico, Rowland era due?o de un acento callejero y vacil¨®n tan propio de la new wave, aunque los Dexys se convirtieron en una formaci¨®n de culto en parte por su est¨¦tica combativa, de gloriosos pordioseros urbanos, al estilo de The Clash, o campesinos, como The Pogues. ¡°No creo que el punk fuera una influencia para nosotros. Siempre fue algo m¨¢s simple: iba al club y escuchaba, y tambi¨¦n o¨ªa la radio, y luego sent¨ªa ganas de tocar¡±, cuenta. Pero lo importante era el sonido: rebosaba ritmo y metales. Junto a Style Council, el proyecto m¨¢s negro del padre mod Paul Weller, fueron abanderados en Reino Unido de una apuesta art¨ªstica que rend¨ªa tributo al soul y funk m¨¢s sudorosos en d¨ªas de laca sintetizada.

Ahora, One day I¡¯m going to soar es, en palabras de su autor, ¡°una cosa diferente de los Dexys de siempre¡±. Dicho de otra manera, es un ¨¢lbum que guarda las esencias de esta formaci¨®n pero con aires menos entusiastas, en buena parte por el poco protagonismo del tromb¨®n efusivo de Big Jim Paterson. Predominan las baladas en clave intimista como en I¡¯m thinking of you o She got a wiggle. ¡°El soul es mi mayor influencia¡±, apunta Rowland. ¡°Pero no pienso mucho en mis influencias, simplemente me limito a tocar y cantar. Eso solo sirve para que la gente hable de ellas¡±, a?ade. Pero el sonido que les hizo c¨¦lebres se cuela con asombrosa renovaci¨®n en Incapable Love, Free o la potente Now. ¡°La melod¨ªa es puramente irlandesa, el ritmo es sexy y tiene un punto funky que me parece atractivo¡±, se?ala el cantante sobre Now, cant¨¢ndola al otro lado de la l¨ªnea. Es el toque dexy, capaz de transportar a un estado de euforia propio del mejor soul.