Un festival de peque?os grandes momentos

Escritor con una marcada tendencia a la timidez, Eduardo Mendoza se transform¨® por un d¨ªa en actor y, pese a algunos problemas menores de dicci¨®n, sali¨® airoso e incluso fue perseguido por una incansable fan de mediana edad. El pianista Michael Nyman firm¨® discos -viejos y nuevos- tras el estreno mundial de su ¨²ltima obra, un estudio er¨®tico-musical de la anatom¨ªa humana. Agust¨ª Villaronga, director de la triunfadora Pa Negre, present¨® no sin cierto desasosiego Carta a Eva, una producci¨®n que ha realizado para TVE y que no tiene fecha de estreno ¡°por un problema de contabilidad¡± en el ente p¨²blico. Mientras tanto, el escritor griego Petros M¨¢rkaris, con gesto torcido, anunciaba el fin de la era de los pol¨ªticos y los economistas y ped¨ªa paso para los artistas.

Son algunas de las escenas que ha dado la 51? edici¨®n del Festival de Pollen?a (Mallorca), una cita multidisciplinar ¨Ccine, m¨²sica, literatura y artes pl¨¢sticas¨C que toca a su fin esta semana con una serie de conciertos a cargo de la World Orchestra, un grupo de j¨®venes m¨²sicos de m¨¢s de 50 pa¨ªses, dirigidos por el alicantino Josep Vicent y calzados, de impactante color rojo, por Camper, en lo que supone una novedosa t¨¢ctica de patrocinio cultural para estos tiempos de crisis.

La apuesta por ofrecer algo m¨¢s que sol y playa, no obstante, se mantiene

?lex de la Iglesia, que particip¨® con la proyecci¨®n comentada de su pel¨ªcula de 2011 La chispa de la vida, defini¨® el festival como ¡°una catedral de acontecimientos culturales¡± que se ha consolidado en este municipio de 17.000 habitantes, situado en la zona norte de la isla. Con un presupuesto p¨²blico que, en apenas cinco a?os, ha pasado de 500.000 a 150.000 euros, el certamen no se ha escapado de la ola de recortes, m¨¢xime cuando, en Pollen?a, Hacienda y Cultura forman parte de una misma concejal¨ªa. La apuesta por ofrecer algo m¨¢s que sol y playa, no obstante, se mantiene.

Es tradici¨®n que la responsabilidad ¨²ltima del festival recaiga sobre un artista. Este verano ha visto el debut como director del m¨²sico y compositor mallorqu¨ªn Joan Valent, cuyo leit-motiv ha sido ¡°generar peque?os momentos de historia¡±. Un esp¨ªritu que se traduce en primicias mundiales como la de Body Parts, de Nyman, o en el exclusivo c¨®nclave de maestros de la novela negra que impartieron sus conocimientos a 60 alumnos y oyentes. All¨ª estuvieron dos veteranos de un g¨¦nero en alza como Petros M¨¢rkaris, padre del malhumorado comisario ateniense Kostas Jaritos, y Donna Leon, cuyo personaje, Brunetti, ha resuelto m¨¢s de una veintena de casos sin necesidad de ir armado. Entre los profesores se encontraban tambi¨¦n el juez-escritor Giancarlo De Cataldo, Lorenzo Silva, Eduardo Lago y los editores M¨¢lcom Otero Barral, Miguel Aguilar y Andreu Jaume. Salt¨¢ndose el gui¨®n de un debate que deb¨ªa versar sobre los g¨¦neros literarios, Enrique Vila-Matas y Jos¨¦ Carlos Llop, viejos conocidos, se adentraron en una conversaci¨®n sobre los sinsabores del oficio de novelista.

Mendoza le¨ªdo

La secci¨®n literaria se complet¨® con la lectura interpretada (o interpretaci¨®n le¨ªda, seg¨²n se mire) de fragmentos de las novelas de Eduardo Mendoza, a cargo del propio autor y de su pareja, la actriz catalana Rosa Novell, que llev¨® la voz cantante. El escritor barcelon¨¦s, menos expresivo que su acompa?ante, acert¨® a dar la r¨¦plica en los di¨¢logos, aunque se embarull¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n. La recreaci¨®n al aire libre de cl¨¢sicos como Sin noticias de Gurb y El misterio de la cripta embrujada o la m¨¢s reciente El enredo de la bolsa y la vida result¨® c¨®mica y refrescante. ¡°Me lo pas¨¦ bomba¡±, reconoci¨® Mendoza, que sobrellev¨® con elegancia el amable aunque persistente asedio de una seguidora durante los d¨ªas en que se aloj¨® en el muy literario Hotel Formentor.

En la noche mallorquina tambi¨¦n brill¨® la p¨¢tina dorada del Oscar que Ludovic Bource gan¨® en febrero de este a?o por la banda sonora de The Artist. El compositor franc¨¦s reconstruy¨® el proceso de crear ¡°un mundo sonoro completo¡± para una pel¨ªcula muda de verbos pero exuberante en lo musical. Bource se trajo su estatuilla y, con camiseta de Hitchcock y sombrerito panam¨¢, se fotografi¨® con quienes se lo pidieron. Quiz¨¢s la cercan¨ªa geogr¨¢fica le llev¨® a evocar el origen de The Artist, hace 11 a?os, en Formentera: ¡°tom¨® forma a partir de un reto que me lanz¨® Michael Hazanavicius [director de la pel¨ªcula]. Recuerdo que me dijo: ¡°me encantar¨ªa hacer una pel¨ªcula muda. ?Me ayudar¨ªas?¡±. El resultado, triunfal, se ha paseado este agosto por Pollen?a.