La virgen y la prima de riesgo
La vuelta de la peregrinaci¨®n fue muy dura, que ven¨ªan todos cansad¨ªsimos, con dolores
Vamos, vamos, todos en fila, gritaba Ana Pastor, encantada de llevar las riendas de la peregrinaci¨®n.
Aquello era un guirigay que apenas si pod¨ªan o¨ªrse, los c¨¢nticos de los altavoces mezcl¨¢ndose con los ayes y lamentos de todos los enfermos que iban para F¨¢tima¡
¡ª?Ay, mis brazos!, se o¨ªa. ?Ay, que no veo!, ?Ay, mis piernas!
¡ªOye, Ana, dijo Mariano, ya pod¨ªamos haber ido en un vag¨®n para nosotros solos¡
¡ªS¨ª hombre, con el presupuesto que me dio Montoro. He conseguido un precio extraordinario porque vamos de enfermos, que hacen un descuento buen¨ªsimo. A ver, presidente, para ti te he tra¨ªdo un brazo en cabestrillo¡
¡ªHombre¡
¡ªPues si quieres te doy la muleta¡
¡ªNo, si est¨¢ bien, lo que pasa que aqu¨ª pone Mudanzas La Rapid¨ªsima¡
¡ªEs que lo patrocinan. Cien euros que les cobro.
¡ªY la muleta para ti, Moren¨¦s, que lleva una publicidad elegant¨ªsima de sastrer¨ªa El Dandy de Oro.
¡ªLas p¨²stulas me las pongo yo, las p¨²stulas son m¨ªas, gritaba F¨¢tima B¨¢?ez. Que para eso me llamo como me llamo y vamos a donde vamos. Y ya s¨¦ que Mato me las quiere quitar, pero no me voy a dejar, porque siempre¡. Buaaaaa!!!!
¡ªDe eso nada, coraz¨®n, que yo me quedo con el uniforme de enfermera, que siempre me ha hecho mucha ilu, que me lo he probado y estoy mon¨ªsima¡
¡ªT¨², Guindos, que te he tra¨ªdo este parche para el ojo¡ Eso, as¨ª, as¨ª, como un pirata¡ Todo sea por los viejos tiempos¡ Solo he podido poner Coca, que no cab¨ªa m¨¢s¡
¡ª?Qu¨¦ t¨² quieres otro, Crist¨®bal? Pues nada, el que pone Cola¡ Y vosotros dos os encarg¨¢is de vender las bebidas y las patatas fritas. A ver c¨®mo las voceamos.
¡ª???Hay chicle, bomb¨®n helado, patatas fritas, caramelos¡!!!, dijo Crist¨®bal con desparpajo¡
¡ª???Buenas, bonitas, y estas bebidas no se las vendo ni por tres, ni por dos, ni por una!!!, declamaba Guindos recordando viejos tiempos en la Gran V¨ªa, all¨¢ cuando empezaba su carrera bancaria¡
¡ªCa?ete, te dije que hicieras de cojo, pero no con el bast¨®n de plata, hombre¡
¡ªBueno, bueno, le pedir¨¦ la garrota a alg¨²n aparcero de las fincas¡
¡ªY Wert, ?d¨®nde est¨¢ Wert?
¡ªEst¨¢ en el vag¨®n, que le hemos colocado de animador, y ya ha empezado con lo suyo. Lleva el encargo de hacer una rifa con varias im¨¢genes de las pastorcillas, que tiene que sacar una pasta¡
¡ª?Y Margallo va de cura?
¡ªDe cura, s¨ª, que oye, se ha quedado clavadito, que le he visto d¨¢ndose a s¨ª mismo las bendiciones¡
¡ª?Fern¨¢ndez D¨ªaz, Gallard¨®n?
¡ªEst¨¢n ensayando lo de los estigmas. Por ahora siguen rezando muy concentrados, muy concentrados¡
¡ªQue no, Anita, que no, le estaba diciendo el presidente a Ana Botella, que ya s¨¦ que a ti esto de ir a F¨¢tima te gusta mucho, pero no puedes venir¡ S¨ª, s¨ª, si la mantilla te queda superior¡ Pero lo siento, que f¨ªjate Cospedal con qu¨¦ recogimiento me llevaba el Cristo de los Desamparados y tampoco viene¡ Solo el Gobierno. ?Qu¨¦ se lo vas a decir a Jos¨¦ Mari? Ya bueno¡ estoy acostumbrado¡
Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa apareci¨® a la carrera. Ven¨ªa vestida de monja, con una toca espectacular, con las puntas hacia arriba.
¡ªTe has retrasado, Soraya, le recrimin¨® Mariano, que no perd¨ªa oportunidad de demostrar que el presidente era ¨¦l¡
¡ªPerd¨®n, perd¨®n, pero es que hab¨ªa un loco subido a un ¨¢rbol y venga a gritar ¡°voglio una donna¡±, ¡°voglio una donna¡±¡ Y he tenido que ir a bajarle¡
¡ª?Y por qu¨¦ t¨²?
¡ªNo s¨¦, es que me lo ha pedido un se?or gordo que estaba por all¨ª, que me dijo que era para Opencor, o Hipercor, o Amarcord, o algo as¨ª¡ Pero t¨² no te preocupes, que ya me he aprendido todo el reglamento de Renfe. Art¨ªculo 15, viaje con armas. En los trenes de Cercan¨ªas solo se admitir¨¢n viajeros que porten armas, cuando cumplan los siguientes requisitos: a) que se trate¡
¡ªVale, Soraya, vale¡
¡ªPresidente, que la prima¡
¡ª?Otra vez la prima de Ana Pastor? Y ahora qu¨¦ quiere¡
¡ªNo, no, es la de riesgo, que est¨¢ en 845 esta ma?ana. Y subiendo.
¡ª?El tren, Ana, que salga el tren, vamos, r¨¢pido, por tu padre¡!
Aunque solo fuera por ver c¨®mo disfrutaba Fern¨¢ndez D¨ªaz merec¨ªa la pena el viaje, me dije. No me quise traer a los ectoplasmas, que tengo que estar pendientes de ellos y prefer¨ª darme libertad para moverme entre tanto tullido, de verdad ¡ªlos de verdad¡ª y de mentira ¡ªlos de mentira¡ª. En ese momento Fern¨¢ndez estaba dirigiendo el c¨¢ntico de todo un vag¨®n¡
¡ª?Venid y vamos todos...! ?De nuevo aqu¨ª nos tienes, Pur¨ªsima Doncella, m¨¢s que la luna bella, postrados a tus pies¡!
¡ª?Canten todos, hombres tambi¨¦n!, ayudaba Gallard¨®n, que se miraba con fijeza las manos pero los estigmas no prosperaban¡
¡ª?Y un poco de mercromina? Le dec¨ªa Guindos. Si te lo das bien¡
¡ªPor Dios, Luis. Eso ser¨ªa mentir.
¡ªSi te contara yo lo que tengo que decirles a los de Bruselas¡
Y eso, qu¨¦ hacer con Bruselas, era el motivo de discusi¨®n, que en la primera reuni¨®n, todav¨ªa en Palacio, no se hab¨ªan puesto de acuerdo en qu¨¦ pedirle a la Virgen.
¡ªTranquilos todos. A ver, la uni¨®n hace la fuerza. Imaginad que ya hemos llegado al santuario y estamos en la capilla de las Apariciones. Fijar la vista en un punto, tal que si fuera la Virgen. El Mir¨®, por ejemplo¡
¡ªEs que se hace muy duro, presidente. ?No podr¨ªamos poner alguna cosa m¨¢s representativa?, dijo Margallo.
¡ªSin problemas, interrumpi¨® Fern¨¢ndez D¨ªaz, que yo siempre llevo algunas im¨¢genes en la cartera. ?Virgen de F¨¢tima? Veamos. Virgen de los Desamparados, Virgen del Camino, Virgen de las Almudena¡
¡ªVenga, venga, la de la Almudena nos servir¨¢, dijo el presidente. Ahora fijar la vista en la imagen ¡ªmuy bonita, Jorge, muy bonita¡ª y ah¨ª, todos cogidos de la mano, tenemos que concentrarnos en pedir una sola cosa. Daros cuenta de la importancia de ese momento¡
¡ªQue el AVE llegue a Galicia, dijo Ana Pastor¡
¡ªQue a Mas le d¨¦ la erisipela, dijo Montoro¡
¡ªQue llenemos el Coto de Do?ana de chal¨¦s de lujo, intervino Arias Ca?ete¡
¡ªQue a los rectores¡ iba a intervenir Wert¡
¡ª?Basta!, se enfad¨® Rajoy. No ten¨¦is sentido ninguno de la trascendencia. Hay que pedir algo mucho m¨¢s importante, algo capital, algo que acabe con estas angustias¡ No s¨¦, a ver Guindos, que t¨² est¨¢s todo el d¨ªa con estos.
¡ªNo, yo, la verdad, con que nombres a otro ministro de Econom¨ªa¡
¡ªHombre, si no hay m¨¢s remedio, comenz¨® Montoro¡
¡ªYa veo que no me serv¨ªs de nada. Lo decidir¨¦ yo, me cueste lo que me cueste, que si los espa?oles me han dado esta responsabilidad, este es uno de esos momentos hist¨®ricos en los que se debe ver la madera de un l¨ªder. Soraya, haz que me pongan con Merkel.
¡ªAngela, s¨ª, mira, s¨ª, no, perdona, si es solo un momento, no, ver¨¢s, es que vamos ahora a F¨¢tima¡ Ya, que no sabes lo que es, bueno, no, que estamos aqu¨ª el Gobierno reunido, s¨ª, s¨ª, que si a¨²n tengo Gobierno, pues s¨ª, que si ya s¨¦ que no sirve para nada, ya, bueno, no, que quer¨ªa saber que qu¨¦ te parece a ti lo m¨¢s importante¡ Ya. Disolvernos. Ya, s¨ª, gracias. ?Angela? ?Est¨¢s ah¨ª, Angela?
¡ªBueno, ha colgado, pero tenemos que pensar en un af¨¢n com¨²n. Por ejemplo: que el milagro sea, por ejemplo, que volvamos al 20 de noviembre de 2011 y resulte que las elecciones las gan¨® Rubalcaba. O Rosa D¨ªez.
¡ªEso, eso, qu¨¦ liberaci¨®n, gritaron todos¡
La vuelta de la peregrinaci¨®n fue muy dura, que ven¨ªan todos cansad¨ªsimos, con dolores, ahora s¨ª, por todos los lados, que las muletas eran un engorro y los parches de los ojos te hac¨ªan ver chiribitas. A Mariano el cabestrillo le hab¨ªa procurado una tendinitis que le ten¨ªa de un humor de perros.
¡ªPresidente, la prima¡
¡ª?Cu¨¢l de ellas, que me vas a volver loco, la de Ana o¡?
¡ªLa de riesgo, Mariano, la de riesgo.
¡ª?A cu¨¢nto¡?
¡ªA dos mil seiscientos¡.
¡ª?A Lourdes, hay que ir a Lourdes! ?Ana!, ?D¨®nde est¨¢ la ministra de Fomento?
Ma?ana, siguiente cap¨ªtulo: El Gobierno se va de caza a Quintos de Mora.
Babelia
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