Cuatro d¨ªas de libertad vigilada para el C¨®dice
El libro reposa en una urna blindada y antibalas, abierto por las p¨¢ginas de la historia de Turp¨ªn, la que narra la leyenda del ap¨®stol Santiago
El Arzobispado de Santiago quer¨ªa aprovechar la desventurada fama del C¨®dice Calixtino para dar a conocer la obra y su significado. Y el p¨²blico respondi¨®. Form¨® una larga cola para verlo en sus primeras horas de vida p¨²blica. El libro, el original, el que resisti¨® un a?o al fr¨ªo y la humedad envuelto en peri¨®dicos en un garaje de O Milladoiro, estar¨¢ expuesto hasta el pr¨®ximo lunes en el Palacio de Xelm¨ªrez, d¨ªa en que una copia facs¨ªmil lo sustituir¨¢ como principal reclamo de la muestra. El alto coste de mantenerlo a la vista de todos obliga al Cabildo, que corre con todos los gastos, a devolverlo al mismo lugar de donde se lo llev¨® el electricista Manuel Fern¨¢ndez en julio de 2011.
El deseo del arzobispo de Santiago, Juli¨¢n Barrio, era mostrar el C¨®dice. Y sus deseos, como dijo el de¨¢n, Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªaz, ¡°son ¨®rdenes¡±. Se prepar¨® en un ¡°tiempo r¨¦cord y en verano¡± la exposici¨®n para aprovechar la publicidad que generaron el robo y la recuperaci¨®n del valioso libro del siglo XII, y darlo a conocer. La muestra desgrana el contenido de los cinco libros que componen la obra y se completa con otros documentos del archivo de la catedral. ¡°El robo ha impulsado el inter¨¦s de todo el mundo y muchos se enteraron entonces de que exist¨ªa¡±, explic¨® D¨ªaz. Mientras el c¨®dice vuelve a su lugar de custodia, la exposici¨®n, gratuita, se mantendr¨¢ hasta finales de a?o y despu¨¦s viajar¨¢ a varias ciudades.
El libro reposa en una urna blindada y antibalas, abierto por las p¨¢ginas de la historia de Turp¨ªn, la que narra la leyenda del ap¨®stol Santiago y la que tiene las miniaturas m¨¢s bellas, en palabras del nuevo archivero de la catedral, Segundo P¨¦rez. Pese a su a?o de cautiverio, la conservaci¨®n del c¨®dice es ¡°magn¨ªfica¡±. Est¨¢ ¡°completamente intacto¡±, repiti¨® el de¨¢n. El C¨®dice se guardar¨¢ en ¡°donde ha estado 800 a?os y donde los t¨¦cnicos han dicho que debe estar¡±: en el archivo de la catedral, pero con medidas de seguridad ¡°completamente insuperables¡±. Muros de tres metros de grosor ¡°que no son f¨¢ciles de horadar¡±, puerta blindada con llaves de combinaci¨®n y antec¨¢mara.
¡°Hay que marcar tres c¨®digos para entrar¡±, explic¨® P¨¦rez, que quiso demostrar la efectividad de las medidas con su ejemplo: ¡°Hoy mismo, para sacarlo y traerlo aqu¨ª, durante tres veces ha saltado la alarma, porque se ve que no le daba bien, y hubo que esperar a que llegasen los t¨¦cnicos del archivo¡±. El propio de¨¢n reconoci¨® que las preocupaciones por la seguridad de los vol¨²menes hasta ahora no ten¨ªan en cuenta los posibles robos. ¡°A los archiveros se nos ense?¨® a vivir en guardia contra humedades e incendios, pero hoy los peligros son otros¡±, explic¨®. El de¨¢n y el archivero abrieron la posibilidad, como deseo lejano, de que en un futuro se puedan hacer visitas guiadas para grupos reducidos.
Al acto acudi¨® el juez instructor del caso, Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn, que avanz¨® que el principal acusado, Manuel Fern¨¢ndez, abandonar¨¢ la c¨¢rcel en septiembre. Se han cerrado las diligencias y ya no preocupa que pueda destruir pruebas. El juicio se podr¨ªa celebrar a finales de a?o o, por lo menos, se fijar¨¢ la fecha entonces.
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