?Quino anda ah¨ª?
El pap¨¢ de Mafalda acaba de cumplir 80 a?os y presenta un libro sobre el miedo
¡°?De qu¨¦ me arrepiento? De haber postergado muchas cosas por querer llegar a ser un dibujante. Dej¨¦ de conocer cosas y personas por estar encerrado dibujando, pero, bueno, gracias a eso llegu¨¦ a ser m¨¢s o menos lo que soy hoy. Tambi¨¦n de haberme ofendido por motivos que no val¨ªan la pena ¡ªcuando uno es joven es m¨¢s calent¨®n¡ª y de no haber estudiado m¨¢s dibujo¡±, sintetiza Quino (Mendoza, 1932), el pap¨¢ de la archifamosa Mafalda, a pocas calles del Obelisco de Buenos Aires, ante su escritorio: un tablero de dibujo rodeado de retratos de afectos, libros y sol, que ha ordenado meticulosamente. El humorista gr¨¢fico m¨¢s global y m¨¢s querido de Argentina ha cumplido 80 a?os y presenta libro en oto?o.
?Qui¨¦n anda ah¨ª? (Lumen), una recopilaci¨®n de las ¨²ltimas p¨¢ginas que public¨® en medios, es una reflexi¨®n sobre el miedo: ¡°La situaci¨®n de la seguridad se ha puesto muy problem¨¢tica en la Argentina y el t¨ªtulo del libro es una frase com¨²n, la primera que pronunciamos cuando estamos en casa, de noche, y escuchamos un ruido. Pero tambi¨¦n sirve para uno mismo: qui¨¦n es este que soy, que da vueltas y anda¡±, resume. Diversas como el mundo, las situaciones que plantea ¡ªun cura que pregunta a los contrayentes si juran caerse simp¨¢ticos toda la vida; un chacarero ante una videowall que vigila con c¨¢maras cada rinc¨®n de su campo; un inspector que duda ante el pu?al clavado en el ombligo de la v¨ªctima, si est¨¢ ante un caso de body piercing, entre otros¡ª vuelven con iron¨ªa a sus preocupaciones: ¡°La injusticia, la desigualdad social, la vejez; hay otros temas que no toco por temor a hacerlo mal. Nunca he dibujado sobre deportes, por ejemplo. Quiz¨¢ porque no he practicado ninguno¡±, cuenta el historietista que vive de ¡°invierno en invierno¡±, entre Italia y Argentina, porque Alicia Colombo, su mujer, ¡°detesta el calor¡±.
Homenajeado en cada rinc¨®n que pisa, este hijo de andaluces, que hered¨® de su t¨ªo Joaqu¨ªn el nombre y el oficio ¡ª¡°ver que de su l¨¢piz sal¨ªan monta?as, ¨¢rboles, personas me fascin¨®¡±¡ª, reconoce gran influencia de la pintura espa?ola ¡ª ¡°los marrones, los ocres, esa cosa dram¨¢tica de su tradici¨®n¡±¡ª y se mira retrospectivamente: ¡°No me considero como Copi, que revolucion¨® la historieta, ni como Schultz, cuyos pasos segu¨ª al enfocar los personajes con m¨¢s amplitud de sentimientos. Mi aporte al humor ha sido ayudar a difundir su relaci¨®n con el cine mudo, hasta que me dijeron que las revistas eran para leer y que hab¨ªa que acompa?ar los dibujos con texto. Y tambi¨¦n un enfoque pol¨ªtico que no es coyuntural: denunciar la corrupci¨®n o el ansia del poder, cosas eternas que ya estaban en la Biblia". En cuanto a Mafalda, esa ni?ita sabihonda que en 1969 Umberto Eco, su primer editor europeo, defini¨® como una ¡°hero¨ªna iracunda¡±, afirma: ¡°Probablemente ser¨ªa una indignada en la Puerta del Sol. Aunque me produce curiosidad que no tengan l¨ªderes, que se indignen nom¨¢s¡±. Hoy lo tendr¨ªa dif¨ªcil, aventura: ¡°El mundo se ha vuelto un sitio muy inh¨®spito para pensar¡±.
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