Y de despedida, ???el gran botell¨®n!!!
Pod¨ªamos haber tra¨ªdo a las Pussy Riot, que nos hubi¨¦ramos re¨ªdo un rato, dec¨ªa un se?or calvo que era igualito a Rubalcaba
Algarab¨ªa, mogoll¨®n, bulla, juerga, estr¨¦pito, alboroto, tumulto. Esa era la orden. As¨ª que se sac¨® al jard¨ªn a todos los escoltas y a los ujieres, con sus parejas, as¨ª como a todo el personal administrativo. ¡°Y adem¨¢s sin paga de Navidad¡±, iban diciendo. La vicepresidenta hasta ech¨® mano de los hombrecillos verdes del b¨²nker. Entre todos hab¨ªa quedado aparente, que incluso parec¨ªa un botell¨®n de verdad, que decir que el tinto de verano y las aceitunas eran gratis y aquello cobr¨® otro color. Atronaba David Bisbal, que ya es atronar. Solo se reserv¨® un m¨ªnimo de polic¨ªas para hacer un cord¨®n de seguridad en torno al presidente, los ministros y el resto de autoridades. All¨ª nos quedamos los ectoplasmas y yo. Y vimos cada cosa¡
¡ªUy, perdona, Jorge, que has tropezado con mi pie, le dijo Mayor Oreja al ministro del Interior, que se hab¨ªa dejado los morros en un escal¨®n de Palacio.
¡ªNo te preocupes, si el Se?or me ha mandado esta cruz¡ Pero ten cuidado con ese tronco que a lo mejor t¨²¡
¡ª???Craaack!!!
¡ª?Es que no lo hab¨ªas visto? Hay que ver qu¨¦ golpe te has dado, Jaime¡ ?Las asistencias, que vengan las asistencias!
¡ªPor cierto, aqu¨ª huele raro, dijo la vice¡
¡ªYo no es por molestar, pero alguien se est¨¢ echando para el cuerpo un canuto, inform¨® Patxi L¨®pez, que ven¨ªa a hacer campa?a¡
¡ªNo, si ya sabemos que todos los socialistas sois unos drogadictos, dijo Esperanza con retint¨ªn¡
¡ªQuita, quita¡ que bastante tengo con trincarme este chacol¨ª, que es un asco, pero a ver c¨®mo bebo otra cosa, con las elecciones a la vuelta de la esquina¡ ?Extraordinaria bebida este chacol¨ª de nuestra patria!, levant¨® la voz el lehendakari en funciones por si hab¨ªa alg¨²n abertzale en las cercan¨ªas¡
Se dio cuenta Esperanza.
¡ª¡ Pero por Dios, F¨¢tima, ?que haces fum¨¢ndote un porro?
¡ªAh, no s¨¦, jijiji, que alguien me ha dado este cigarrito y me ha dicho, tira, tira, F¨¢tima que ya ver¨¢s¡ jijiji¡ Y ya no lloro, oye, que hasta la Virgen del Roc¨ªo lleva un manto de colorines, jijiji, Mariano, t¨ªo, b¨¢ilate una¡
¡ªD¨¦jalo, F¨¢tima, d¨¦jalo, respondi¨® el presidente, que no sab¨ªa d¨®nde mirar porque todo aquello le parec¨ªa un disparate¡
¡ªNo tenemos dinero, repet¨ªa Montoro, rodeado de diez hombrecillos rigurosamente vestidos de negro pertrechados con calculadoras. Lo de las coca-colas no lo apunten, que es Obama de regalo, que sumado se ha querido a esta gran fiesta. Y hagan el sonre¨ªr de favor, que el presidente me est¨¢ llamando la atenci¨®n¡
¡ªEl porro, F¨¢tima, p¨¢sale a estos el porro, que nos amargan la fiesta¡
¡ªY a m¨ª que esos chicos de pelo blanco me suenan de algo, dijo Cospedal, que no perd¨ªa ripio¡
¡ªLa verdad es que son igualitos a ese Assange y a Garz¨®n, respondi¨® Gallard¨®n, que nada m¨¢s decirlo not¨® c¨®mo le corr¨ªa por la espalda un sudor fr¨ªo¡
¡ªT¨² no te preocupes, Alberto, que hemos salido de la Embajada de Ecuador cuando los ingleses estaban pendientes de las fotos del pr¨ªncipe Harry y no miraban, pero en cuanto acabe la fiesta nos volvemos a Londres, que es que aqu¨ª mi defendido quer¨ªa conocer a algunas chicas espa?olas¡ Tranquilo, Julian, tranquilo, a ver esa mano no vayamos a tener un disgusto, que en cuanto te dejo solo¡ Un pulpo, Alberto, es que es un pulpo¡
Pod¨ªamos haber tra¨ªdo a las Pussy Riot, que nos hubi¨¦ramos re¨ªdo un rato, dec¨ªa un se?or calvo que era igualito a Rubalcaba
Claro que los del MI-6 se hab¨ªan dado cuenta y hab¨ªan seguido a Assange hasta La Moncloa. Y si un esp¨ªa brit¨¢nico se mueve, tengan por seguro que les sigue otro esp¨ªa de la CIA; y si un esp¨ªa de la CIA se mueve, tengan por seguro que les sigue uno del Mosad. Y s¨ª, tambi¨¦n vi a mis amigos iran¨ªes y, detr¨¢s, disfrazado de guitarrista de Pablo Albor¨¢n, a Sinnombre, el agente del CNI que vigilaba a todos. Un l¨ªo.
Wert estaba desesperado, no consegu¨ªa su objetivo.
¡ª?He dicho que los chicos all¨ª y las chicas en el otro lado!, gritaba, intentando hacerse o¨ªr por encima de un disco de Rihanna. Eso, vosotros no hacerme caso y ahora tendr¨¦ que ponerme a cambiar todas las leyes¡
¡ª?Y nosotras qu¨¦ hacemos? ?Nos sentamos solas las ministras?, le pregunt¨® Ana Pastor con cara de recochineo.
Estruendosos ruidos de chatarra contra chatarra.
¡ªA ver, ?qu¨¦ ha pasado en la entrada? ?A qu¨¦ viene tanto foll¨®n, que no me dejan ni aprenderme el c¨®digo de Hammurabi?, se preocup¨® la vicepresidenta, no fuera a ser que se le escapara algo¡
¡ªNo es nada, no es nada, la tranquilizaron los guardias. Un accidente de tr¨¢fico. Un tal ?ngel Carromero, que se ha estrellado contra la garita de guardia¡
¡ªEs que no la he visto, compay, que vengo deslumbrado de la mazmorra cubana, les estaba diciendo a los de seguridad, que le miraban de mala manera¡
¡ªPod¨ªamos haber tra¨ªdo a las Pussy Riot, que nos hubi¨¦ramos re¨ªdo un rato, dec¨ªa un se?or calvo que era igualito a Rubalcaba.
¡ªEso, y tener un l¨ªo con Putin. Lo que me faltaba, le respondi¨® Margallo, que entre Gibraltar, los chicos de Nuevas Generaciones y el rescate ya no daba abasto.
A Guindos estaba a punto de darle un ataque, que un se?or mayor le estaba intentando vender unos bonos a diez a?os.
¡ªGloria pura. Rentabilidad asegurada. F¨ªese de m¨ª, caballero, que nunca, nunca le defraudar¨¦, que la confianza es lo m¨¢s bonito que hay en este mundo¡ ?Es usted creyente, don Luis?
¡ª?Ll¨¦vense a Ruiz-Mateos ahora mismo!, les dijo el ministro de Econom¨ªa a sus escoltas, rojo como un tomate.
¡ªOye, Luis, qu¨¦ buen color tienes, te pareces a Ca?ete, le dijo Moren¨¦s, que nunca se sab¨ªa si estaba de co?a¡
En la puerta, una vez quitados los restos del choque, hab¨ªa otro remolino de gente.
¡ªY esta fiesta insolidaria, producto de la alienaci¨®n capitalista, enemiga de clase del proletariado que a lo largo de la historia tanto ha sufrido pero que ya no aguanta m¨¢s el yugo¡, gritaba arrebatado un se?or con barba y pa?uelo palestino a un grupo de se?ores y se?oras con sombreros de paja y horcas de madera¡
¡ª???S¨¢nchez Gordillo, es S¨¢nchez Gordillo!!!, gritaron al mismo tiempo Fern¨¢ndez D¨ªaz y Gallard¨®n, que se hab¨ªan retirado a hacer el plan para la pr¨®xima visita del Papa¡
Los ectoplasmas se me plantaron al d¨ªa siguiente, cuando los ecos del ensayo ya se hab¨ªan apagado.
¡ª?Vas a evaluar a Mariano o qu¨¦?, me dijeron, que juntos parec¨ªan algo.
Dud¨¦ si responderles, que a m¨ª nadie se me pone impertinente, que les pego un buen soplido, les saco del palacio y a ver c¨®mo salen de las tinieblas exteriores. Pero uno es un sentimental y les hab¨ªa cogido cari?o.
¡ªEstoy dudoso, les dije. Que fijaros que el otro d¨ªa tuve una charla con ¨¦l y le encontr¨¦ casi feliz.
¡ª???Feliz???, me preguntaron de muy malos modos. ?Tal y como est¨¢ el pa¨ªs? ?Con esta miseria que nos come? ?Con el rescate aqu¨ª encima?
¡ªEso le dije yo.
¡ª?Y?
¡ªMira, Leandro, me dijo, las cosas no me pueden ir mejor. Este pedazo crisis es resultado de la herencia recibida. Que las culpas se las chupe Rubalcaba. Ahora no puedo tomar ninguna medida relevante, porque de hecho nos han intervenido y las decisiones las toman en Bruselas y en Berl¨ªn. Mayormente Merkel. Esa bruja. Si la prima sube y la Bolsa baja es culpa de Draghi. Un tipo sin escr¨²pulos. As¨ª que yo no puedo hacer absolutamente nada. Y del resto de cosas peque?itas ya se encargan los ministros, t¨². Que si el aborto, que si los presos¡ Ellos sabr¨¢n, que uno no puede estar en todo. Y si no puedo hacer nada, ?para qu¨¦ me voy a molestar? Esto es un para¨ªso, Leandro¡ no tener que mover ni un dedo¡
¡ª¡ As¨ª que eso es lo que hay, les dije a los chicos.
¡ªLa herencia, la herencia, musit¨® Om.
¡ªUn cara, t¨², un cara, dijo Por consiguiente¡
¡ªEsp¨ªritu y capacidad de sacrificio, que me dijo Bush un d¨ªa, a?oraba Azor¨ªn¡
¡ªOye, ahora los hacen de otra pasta, ?no?, rezong¨® Ecto¡
El suspiro de Fito no supe interpretar si era de sufrimiento o de envidia¡
¡ªAs¨ª que se te quitan las ganas, conclu¨ª. Habr¨¢ que seguir vigilando¡
¡ª?Un purito, Leandro, quieres un purito?, o¨ª que me propon¨ªa el presidente¡
Babelia
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