Bombo
Hay gente que cree que lo que nos est¨¢ pasando es fruto de la loter¨ªa. En cambio hay otros, mucho m¨¢s malpensados, que consideran que se trata de una estrategia dise?ada contra la idea del bienestar y la igualdad. Si carecemos de conocimientos suficientes, lo mejor es no opinar sobre estas cosas. Eso s¨ª, conviene detenerse sobre la Loter¨ªa. Porque la empresa p¨²blica Loter¨ªas del Estado va a pedir un cr¨¦dito sindicado de 6 mil millones de euros a la banca privada para d¨¢rselo a las autonom¨ªas. A las autonom¨ªas los bancos ya no les prestan dinero, se supone que por la raz¨®n habitual por la que no te prestan dinero, porque no hay mucha garant¨ªa de que lo vayas a devolver. Pero lo extraordinario es que s¨ª se lo presten a las Loter¨ªas del Estado.
Las Loter¨ªas del Estado estuvieron a punto de privatizarse con el anterior gobierno. No les dio tiempo, el reloj de arena los enterr¨® antes de hora. As¨ª que el nuevo gobierno entr¨® con la idea de privatizar las Loter¨ªas. Siempre hay un compa?ero de pupitre que nos puede hacer el favor de qued¨¢rselas y as¨ª hacerse multimillonario de por vida, a cambio de evitarle al Estado la fea costumbre de poseer entidades rentables. Gracias al caos, nos encontramos con que las Loter¨ªas nos sirven para financiarnos en la jungla crediticia.
Y as¨ª por una suerte de loter¨ªa, resulta que poseer Loter¨ªas nos sale a cuenta. Con esto no queremos defender que sea bueno que el Estado sea fuerte y posea instituciones y entidades saneadas, de impacto social, que sirvan para garantizar servicios y formas de autofinanciaci¨®n. No, no, nosotros no nos salimos de las ense?anzas de los sabios te¨®ricos econ¨®micos que nos gobiernan. Somos conscientes de que lo mejor es que el Estado malvenda todo aquello que no sabe gestionar correcta y honradamente. Ah, si el Estado supiera ser honrado y buen gestor, ?se imaginan qu¨¦ pa¨ªs podr¨ªamos construir? No, mejor no imaginemos, que luego se frustran los ni?os. Pero este asunto de la Loter¨ªa deja muchas dudas en el aire. El mayor descr¨¦dito de un Estado es no valer nada. Y no vales nada cuando no tienes nada que ofrecer. El bombo sigue girando, y nosotros adentro.
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