La zarza ardiente y las tablas de la ley
Un preciso 'Mois¨¦s y Aar¨®n', de Sch?nberg, abre la temporada del Teatro Real En los momentos previos al estreno se manifestaron los trabajadores del teatro, con lanzamiento de octavillas al estilo de 'Senso' de Visconti
Era una asignatura pendiente. Por unas u otras razones se hab¨ªa ido posponiendo la programaci¨®n de esta ¨®pera emblem¨¢tica del siglo XX. Al final Moses und Aron (Mois¨¦s y Aar¨®n) ha llegado al Real, al menos en versi¨®n de concierto, con una realizaci¨®n musical de enjundia. La ocasi¨®n la pintaban calva. Con los mismos int¨¦rpretes la obra se hab¨ªa escuchado en la Philharmonie de Berl¨ªn el pasado domingo y est¨¢ anunciada para el mi¨¦rcoles 12 en la c¨¢tedra sinf¨®nica del Festival de Lucerna. El Real se sub¨ªa as¨ª un tren de calidad art¨ªstica garantizada y proyecci¨®n europea. Pod¨ªan haberse planteado otro tipo de alternativas para enfrentarse a esta obra capital. Se ha elegido esta soluci¨®n y ya no tiene vuelta de hoja. El nivel musical ha sido, en cualquier caso, impecable.
Las condiciones ambientales han estado particularmente cuidadas. Desde finales de la temporada anterior se han realizado conferencias, mesas redondas y conciertos para ir preparando el acontecimiento, con piezas de Sch?nberg tan significativas como Pierrot lunar o La noche transfigurada. No s¨¦ si, como escribi¨® Pierre Boulez en un art¨ªculo en Die Welt en 1974, recogido en su libro Puntos de referencia, ¡°Sch?nberg suscita m¨¢s respeto que afecto¡±, pero la familiarizaci¨®n con algunos puntos clave de su producci¨®n es muy oportuna antes de someterse a la experiencia de Moses und Aron. En Lucerna, por ejemplo, el Festival ha programado como aperitivo a la sesi¨®n del mi¨¦rcoles pel¨ªculas como la de Jean-Marie Straub y Dani¨¨le Huillet de 1975 sobre el tema, o proyecciones filmadas de representaciones escenificadas como la reciente de Willy Decker en la Trienal del Ruhr. En otro orden de cosas, en los momentos previos al estreno madrile?o hay que situar las manifestaciones de los trabajadores del teatro, con l¨²cida intervenci¨®n reivindicativa de una empleada desde el tercer piso y lanzamiento de octavillas al estilo de Senso de Visconti con un texto que no necesita explicaci¨®n adicional: ¡°Sin trabajadores no hay ¨®pera¡±. Adem¨¢s, en el vest¨ªbulo de entrada m¨¢s de un espectador se fotografiaba junto a un coche Packard de los a?os treinta, utilizado en la representaci¨®n de Don Giovanni y expuesto con la excusa de los 15 a?os de la reapertura del Real como teatro de ¨®pera.
Mois¨¦s y Aar¨®n
De Arnold Sch?nberg. ?pera en versi¨®n de concierto. Con Franz Grundheber (Moses) y Andreas Conrad (Aron). Director musical: Sylvain Cambreling. SWR Sinfonieorchester Baden Baden -Freiburg. EuropaChor Akademie. Teatro Real, 7 setiembre
En esa atm¨®sfera comenz¨® Moses und Aron. La falta de escena predispuso a una mayor concentraci¨®n en el texto sobretitulado en espa?ol y alem¨¢n. En Sch?nberg es dif¨ªcil sustraerse a la confrontaci¨®n entre el estilo y la idea. El dramatismo de su ¨®pera est¨¢ vinculado a la perdida de la palabra en el debate sobre pensamiento o im¨¢genes dentro del juego dial¨¦ctico entre lo expresado y lo representado. Franz Grundheber bord¨® el personaje de Moses, defensor a trav¨¦s del canto hablado o Sprachgesang, de la oratoria en estado puro. El tenor Andreas Conrad le dio la r¨¦plica adecuada como Aron en la defensa de im¨¢genes seductoras o actos milagrosos para transmitir las ideas. Fue un debate vocal ¨Cy sociol¨®gico- apasionante, de rabiosa actualidad, que pon¨ªa sobre la mesa viejas cuestiones sobre la prioridad de la palabra o la m¨²sica en la ¨®pera, o, en un sentido m¨¢s gen¨¦rico, supon¨ªa una reflexi¨®n sobre el arte y la vida, con el valor a?adido de la experiencia del propio compositor. Tan determinante como la actuaci¨®n de los solistas es la intervenci¨®n del coro, important¨ªsimo en esta obra por su papel en cierto modo heredero de los de la tragedia griega. Cant¨® con empaste y empuje el EuropaChor Akademie. La orquesta de la SWR, apreciada en Madrid despu¨¦s de su participaci¨®n la pasada temporada en San Francisco de As¨ªs de Messiaen, volvi¨® a demostrar, a las ¨®rdenes de un s¨®lido y sensible Sylvain Cambreling, su capacidad para afrontar retos musicales de gran dificultad. Todo son¨® coherente y preciso, envolviendo por completo a un p¨²blico tan concentrado como, al final, entusiasta.
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