Un museo espa?ol en Kabul
El estudio barcelon¨¦s AV62 gana el concurso para construir un centro nacional en la capital afgana
C¨²pulas, agua, vegetaci¨®n. Espacios org¨¢nicos para acoger a seres org¨¢nicos. Muros con celos¨ªas que tamizan la luz. Arquitectura que construye en s¨ª misma un paisaje completo. Con esas premisas, el estudio barcelon¨¦s AV62 ha conseguido ganar el primer premio del concurso para levantar el museo nacional de Afganist¨¢n en Kabul. El hito ¨Cla propuesta del equipo espa?ol consigui¨® imponerse entre 70, de 43 nacionalidades-, supone un paso m¨¢s en la penetraci¨®n en Oriente Medio de la arquitectura espa?ola y del propio estudio AV62, que en mayo de este a?o obtuvo el proyecto para revitalizar el emblem¨¢tico barrio de Adhamiya, en Bagdad (Iraq).
Organizado por el ministerio de Cultura afgano y la embajada de EE UU en Kabul, el concurso buscaba el mejor proyecto para construir un museo que albergue todas las colecciones afganas, desde el paleol¨ªtico a nuestros d¨ªas. ¡°Para nosotros es una gran ilusi¨®n haberlo obtenido¡±, explica To?o Foraster, uno de los ocho miembros que han firmado el proyecto, que se han apoyado tambi¨¦n en un equipo de ingenieros. ¡°Nuestro planteamiento es ayudar a la reconstrucci¨®n de Afganist¨¢n, intentamos incidir en la realizaci¨®n de la sociedad afgana para que pueda mostrar sus piezas arqueol¨®gicas y hac¨¦rselas propias, para revitalizar su identidad y afrontar el futuro con seguridad¡±.
Para abordar el proyecto, su planteamiento arranca por fuera, en el muro de seguridad. Este cierra una superficie de unos 150.000 metros cuadrados, situada a los pies de una colina junto al derruido palacio ministerial de la capital. ¡°Queremos dar una vuelta al concepto de seguridad, y que el muro se convierta en un elemento que recoja un espacio interior y un mundo aparte¡±, explica Foraster.
La fijaci¨®n de un per¨ªmetro, dentro del que se desplegar¨¢ un jard¨ªn, les permite adem¨¢s entroncar con la tradici¨®n de la casa erigida en torno a un patio y de la mezquita. El edificio, reza la memoria del proyecto, ¡°parte de la superaci¨®n de la dicotom¨ªa entre geometr¨ªa y organicidad que se anuncia en la arquitectura isl¨¢mica¡±, lo que significa ¡°usar la geometr¨ªa para ordenar los programas, los usos, las cosas, con un m¨¦todo¡±. El museo se concibe as¨ª como un universo en el interior de una muralla, donde se genera un espacio que se diferencia gracias a la introducci¨®n de c¨²pulas y patios. Dentro del interior, es decir, en las salas del museo, el mobiliario se despliega integrado en la estructura total. ¡°Se trata en continuidad para hacer del soporte algo invisible y vers¨¢til¡±. Y el espacio frente al museo har¨¢ las veces de patio, entendido como un lugar en el que ¡°prepararse¡± para acceder al museo.
A pesar de que Oriente Medio es, nivel arquitect¨®nico, un campo pr¨¢cticamente por sembrar, el estudio encuentra su motivaci¨®n en razones menos pr¨¢cticas. ¡°Esta es una cultura que nos interesa much¨ªsimo y que nos permite trabajar la arquitectura a pie de calle¡±, se?ala Foraster, ¡°algo cada vez m¨¢s dif¨ªcil en occidente, donde se juega mucho a ver qui¨¦n puede m¨¢s, a hacer los edificios m¨¢s espectaculares¡±. Con proyectos as¨ª, se?ala, se vuelve la mirada a las ra¨ªces de la arquitectura, y se cumple una funci¨®n social: ¡°Tu trabajo tiene una repercusi¨®n, y eso te da fuerza y vitalidad¡±. Aunque no deja de ser dif¨ªcil trabajar en un entorno tan amenazado. ¡°Las relaciones son complejas, hay problemas pol¨ªticos, religiosos¡¡±, concede el arquitecto.
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