La restauradora del eccehomo de Borja quiere su parte del pastel
La fundaci¨®n a la que pertenece la iglesia donde est¨¢ la pintura cobra un euro por entrar en el santuario desde el s¨¢bado
Contemplar el destrozo que do?a Cecilia Gim¨¦nez hizo el pasado mes de agosto sobre la pintura mural de un eccehomo en el Santuario de la Misericordia, en el pueblo zaragozano de Borja, no tiene precio. O al menos no lo ten¨ªa¡ hasta el pasado s¨¢bado. La fundaci¨®n Hospital Sancti Spiritus, propietaria de la ermita que la anciana ha hecho famosa por su intervenci¨®n con los pinceles, ha decidido cobrar un euro por entrar en el santuario, algo que no ha sentado precisamente bien a la espont¨¢nea restauradora ni a su familia, que ahora reclaman su trozo de la tarta. Hay quien asegura que la fundaci¨®n ha recaudado unos 2.000 euros en cuatro d¨ªas.
Los responsables del santuario, que no son otros que el Alcalde y los concejales, dieron el primer paso cuando el 24 de agosto colocaron una urna en la entrada de la iglesia donde se agradec¨ªa cualquier donativo para la restauraci¨®n de la iglesia (en ning¨²n caso de la pintura). Pero al consistorio no le ha parecido suficiente la recaudaci¨®n de la voluntad de los curiosos, por lo que se han decidido a estipular un precio por entrar al templo, algo que desde el principio negaron que fuese su intenci¨®n. ¡°En el Ayuntamiento estamos divididos en cuanto a sacarle partido econ¨®mico a esta an¨¦cdota. Unos creen que ser¨ªa bueno para la econom¨ªa del pueblo y otros en cambio no deseamos alimentar la pol¨¦mica, en todo caso eso es un tema que ya se decidir¨¢¡±, aseguraba a finales de agosto el concejal de Cultura de la localidad, Juan Mar¨ªa de Ojeda. Casi un mes despu¨¦s de estas declaraciones se ha llegado a la conclusi¨®n de que finalmente s¨ª hay que pagar para fotografiarse junto a la pintura m¨¢s parodiada del verano.
La decisi¨®n no ha gustado ni a la octogenaria artista ni a su familia, que han decidido tomar acciones legales por entender que Cecilia, que apenas sale a la calle por culpa de la repercusi¨®n mundial del eccehomo, deber¨ªa cobrar derechos de autor por la obra, puesto que la fundaci¨®n recibe ingresos por un trabajo que ella ha realizado.
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