Ning¨²n juez quiere abrir la fosa de Lorca... ni ninguna otra

Ning¨²n juez quiere ocuparse de las fosas. Tampoco de la que puede alojar los restos del poeta Federico Garc¨ªa Lorca.

El juzgado de instrucci¨®n n¨²mero tres de Granada dict¨® ayer un auto por el que archiva las diligencias que inici¨® sobre la apertura de la fosa de Alfacar donde se cree puede yacer Lorca. Rechaza investigar ¡°un presunto delito de m¨²ltiples detenciones ilegales de personas de cuyo paradero no se ha dado cuenta¡±, porque considera que ha prescrito y rechaza tambi¨¦n abrir la fosa porque asegura que son las Administraciones p¨²blicas, no la justicia, quienes han de hacerlo. La resoluci¨®n no es firme y cabe recurso.

La juez Aurora Mar¨ªa Fern¨¢ndez Garc¨ªa ya devolvi¨® en julio de 2009 al juzgado de instrucci¨®n n¨²mero cinco de la Audiencia Nacional la parte de la causa que le hab¨ªa remitido el juez Baltasar Garz¨®n cuando se inhibi¨® en la causa abierta contra el franquismo en favor de los juzgados territoriales donde se encontraban las fosas comunes, en este caso la de Lorca. La juez argument¨® entonces que se trataba de ¡°cr¨ªmenes de lesa humanidad¡± y que por tanto no era asunto de su competencia, sino de la Audiencia Nacional.

Seg¨²n el auto, los delitos han prescrito o fueron amnistiados

Esa devoluci¨®n y otra que hizo, por id¨¦nticos motivos, el juzgado de El Escorial que recibi¨® la parte de la causa correspondiente al Valle de los Ca¨ªdos ¡ªdonde varias familias de republicanos all¨ª enterrados hab¨ªan pedido exhumar los restos¡ª provocaron una cuesti¨®n de competencia que deb¨ªa resolver el Tribunal Supremo. El alto tribunal tard¨® casi tres a?os en hacerlo. Lo hizo finalmente en marzo de este a?o despu¨¦s de haber sentado en el banquillo al juez Baltasar Garz¨®n, acusado de prevaricaci¨®n precisamente por haberse declarado competente para investigar los cr¨ªmenes del franquismo y al que finalmente absolvi¨®.

La magistrada afirma que es la Administraci¨®n la competente

La juez Fern¨¢ndez basa ahora su decisi¨®n en ese fallo del Supremo centrado en la competencia sobre las fosas, del pasado marzo. En esa resoluci¨®n el Supremo excluy¨® la posibilidad de enjuiciamiento penal de los autores de esos cr¨ªmenes: ¡°Esa clase de leg¨ªtimas pretensiones no podr¨¢ canalizarse hacia el proceso penal ni llegar a concretarse en declaraciones de responsabilidad por delito¡±, rezaba el fallo, porque, seg¨²n el Supremo, el delito de detenci¨®n ilegal permanente desapareci¨® del C¨®digo Penal en 1932 y no se reincorpor¨® hasta 1944, por lo que no estuvo vigente durante la mayor parte del tiempo en que tuvieron lugar los fusilamientos y desapariciones de v¨ªctimas del franquismo. Y porque, aunque podr¨ªa decirse que los familiares de los asesinados no tuvieron oportunidad de perseguir esos delitos durante la dictadura, estar¨ªan prescritos por el transcurso de m¨¢s de 20 a?os desde la entrada en vigor de la Constituci¨®n y en cualquier caso, la ley de amnist¨ªa de 1977 forma parte del ordenamiento vigente.

El Supremo dio hasta tres razones para excluir el enjuiciamiento penal de los cr¨ªmenes del franquismo. No obstante, dejaba la apertura de las fosas al criterio de los jueces locales, como la magistrada de Granada, al a?adir, en ese mismo fallo que pod¨ªa ¡°instarse al juez de instrucci¨®n competente la pr¨¢ctica de las diligencias dirigidas a datar aquellas acciones criminales y, si fuera necesario, a la identificaci¨®n de los afectados¡±. Es decir, abrir fosas y ponerle nombre a los restos.

Todo este embrollo jur¨ªdico de causas que van, vuelven y se devuelven se resume, en la pr¨¢ctica, en una evidencia: los jueces no quieren encargarse de las fosas del franquismo ¡ªcomo s¨ª hacen los jueces argentinos con las v¨ªctimas de la dictadura¡ª, y menos a¨²n, despu¨¦s de ver al ¨²nico juez que quiso hacerlo sentado en un banquillo por ello. Desde que el Supremo dict¨® ese fallo, la Asociaci¨®n para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica ha presentado denuncias en los juzgados territoriales cada vez que al abrir una fosa se han encontrado restos humanos con signos inequ¨ªvocos de una muerte violenta ¡ªcomo cr¨¢neos con agujeros de bala y los respectivos casquillos¡ª, pero ning¨²n juez se ha acercado nunca a la exhumaci¨®n a ¡°datar¡± o ¡°identificar¡± esos restos, tal y como indicaba el Supremo. Para el exmagistrado de ese tribunal Jos¨¦ Antonio Mart¨ªn Pall¨ªn, esos jueces ¡°est¨¢n prevaricando¡±.

As¨ª pues, la ¨²nica v¨ªa para los familiares de las v¨ªctimas, incluidos los de los dos banderilleros y un maestro que fueron asesinados y enterrados junto a Federico Garc¨ªa Lorca, es la administrativa. Que en este caso, la Junta de Andaluc¨ªa ¡ªque gast¨® sin ¨¦xito en 2009 m¨¢s de 70.000 euros en buscar al poeta en el parque de Alfacar (Granada)¡ª decida invertir en la b¨²squeda del poeta en la otra ubicaci¨®n que se plante¨® a Garz¨®n: el paraje de El Caracolar, a solo 430 metros.