Tori Amos: ¡°Los discos de ahora ya no son novelas sino relatos breves¡±
La cantante y pianista se lanza al autohomenaje con un disco de autoversiones, 'Gold Dust' Participa en las conversaciones en directo 'TimesTalks', organizadas por 'The New York Times'
Con su aire de angelical pitonisa, la cantante Tori Amos (Carolina del Norte, Estados Unidos, 1963) celebra 20 a?os de una carrera marcada por las grandes ventas de su pop de alto timbre emocional y confesional. Heredera directa de Kate Bush, aquella singular diva de los ochenta, Amos ha decidido lanzarse al autohomenaje con un disco de autoversiones, Gold Dust. Sus conocidos arreglos al piano dan paso ahora a los frondosos sonidos de una orquesta de m¨²sica cl¨¢sica. Solemne pero a la vez cercana, la cantautora recupera 13 canciones de ese repertorio suyo tan cargado de historias en las que la feminidad y sus fracturas se asoman de mil formas. ¡°Est¨¢ mi propia vida, pero tambi¨¦n mis conversaciones con muchas mujeres que han inspirado mis letras¡±, asegura sentada en un hotel madrile?o, horas antes de que participe esta noche en las conversaciones en directo TimesTalks, organizadas por The New York Times y celebradas durante todo este fin de semana en el teatro Fernando Fern¨¢n G¨®mez de Madrid.
La artista aprovecha su parada en la ¡°sofocante¡± ciudad para hablar de un disco que sale a la venta en todo el mundo el pr¨®ximo 2 de octubre y que evita a toda costa la etiqueta de grandes ¨¦xitos. ¡°El contenido est¨¢ supeditado a la forma, hay muchas canciones que han quedado fuera porque no funcionaban bien con una gran orquesta¡±.
Con un envidiable cutis a sus casi 50 a?os, unas pesta?as de mu?eca y una melena roja que peca de excesiva laca, Amos asegura que no mira el pasado con nostalgia. Aunque, puestos a echar de menos cosas, se agarra a los objetos que cada vez importan menos. ¡°Echo de menos las librer¨ªas, eso es lo que m¨¢s extra?o del pasado, antes hab¨ªa por todas partes. Yo siempre tuve el sue?o de tener una tienda de libros. Tengo mi casa llena de vol¨²menes, una biblioteca enorme y maravillosa, construida con mi marido y a la que accedo subida en mis tacones. Tengo muchos libros grandes, de arte, fotograf¨ªa, historia, mitolog¨ªa¡ ?ficci¨®n? Me gusta menos, la verdad¡±. ?Y discos? ¡°Claro, los discos, y la idea de un sistema de sonido, con aquellos bafles enormes y maravillosos en las casas. Es una pena que todo se haya vuelto tan peque?o y compacto¡±.
Para Amos ese mundo encogido y fraccionado por las nuevas tecnolog¨ªas es un escollo a la hora de escuchar su m¨²sica. ¡°?Tiene sentido leer solo un cap¨ªtulo de una novela de Virginia Woolf?¡±, pregunta. ¡°Pues para m¨ª es algo parecido. Un disco es un conjunto que tiene sentido como conjunto. Lo que ocurre es que ahora los m¨²sicos no hacen novelas sino relatos breves, que son las canciones, que se pueden consumir aisladas o no, da igual. No lo critico, es solo que yo vengo de la tradici¨®n del ¨¢lbum, ?incluso del ¨¢lbum doble!¡±.
Al hilo de los discos, Amos ¡ªque tiende a la pausa al hablar y al moverse¡ª reflexiona sobre la hiperactividad que seg¨²n ella invade este mundo. ¡°?Y el romance? ?D¨®nde queda con tanta atenci¨®n dispersa? Vivimos en un mundo de gente hiperactiva que se ha olvidado de vivir con romanticismo, que no sabe estar un minuto sin enviar un mensaje. Para m¨ª, un momento bonito con un hombre debe durar los 72 minutos de un disco y no lo que dura una sola canci¨®n. Y no, no me refiero solo al sexo, que desde luego tambi¨¦n deber¨ªa tener la medida de un disco entero, sino a 72 minutos de atenci¨®n, sin tocar el m¨®vil, bebiendo un buen vino...¡±.
Su tendencia al empalago podr¨ªa confundirse con falta de firmeza. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Lo que m¨¢s le preocupa de las mujeres, dice, es su facilidad para infravalorarse. ¡°Es algo que veo en mujeres de toda clase y educaci¨®n¡±. Y se declara feminista, ¡°como Cristo¡±. ¡°Nac¨ª feminista y hoy soy humanista. Mi marido es feminista y Cristo lo era, no digo que la Iglesia lo sea. He discutido mucho con mi padre \[un reverendo metodista\] sobre este asunto. Me llevo bien con ¨¦l, pero vive en un sistema patriarcal que lleva siglos censurando la libertad de expresi¨®n¡±.
Babelia
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