Los Emmy coronan a ¡®Homeland¡¯
¡®Mad Men¡¯, la gran favorita en las apuestas, se fue con las manos vac¨ªas y ¡®Breaking bad¡¯ solo pudo sumar el galard¨®n al mejor actor de reparto
No falla. Cada vez que se otorga un premio de los gordos (l¨¦ase Oscar o ¡ªcomo en este caso¡ª los Emmy) la tormenta de opini¨®n, los ataques de ingenuidad y las protestas se repiten. Encabezan el se¨ªsmo los fans de los productos que han perdido, los cr¨ªticos o la cadena de turno (en forma, eso s¨ª, algo m¨¢s sibilina). Todos se encargan de poner de vuelta y media a los votantes, la organizaci¨®n o el sistema. En cierto modo forma parte del folclore que acompa?a a las grandes ceremonias del mundo del entretenimiento y los Emmy, los galardones m¨¢s importantes del universo televisivo, no pod¨ªan ser menos. Esta vez ha sido Homeland (Fox) la que se ha llevado el gato al agua dejando en la estacada a Breaking bad y Mad men (ambas en Canal +), los eternos favoritos desde que empezaron sus respectivas andaduras en la AMC. La serie sobre un soldado que podr¨ªa (o no) ser un terrorista despu¨¦s de haber sido adiestrado por los talibanes durante sus a?os de encierro ha arrasado en las principales categor¨ªas con un saldo de premios espectacular: serie, actor (Damien Lewis) y actriz (Claire Danes), los dos ¨²ltimos en categor¨ªa de drama.
Breaking bad por su parte s¨®lo pudo sumar el de mejor actor de reparto para Aaron Paul mientras que Mad Men se fue a casa con las manos vac¨ªas despu¨¦s de cuatro a?os llev¨¢ndose el premio a mejor serie dram¨¢tica.
Seguramente fue ese punto, la reiteraci¨®n, el que hizo que los miembros de la academia (con un proceso de votaci¨®n bastante m¨¢s racional que los Oscar) se decidieran por Homeland. El show creado por Howard Gordon y Alex Gansa es una adaptaci¨®n de la serie israel¨ª Hatufim y cuenta la historia de un marine (Damien Lewis) que despu¨¦s de pasar ocho a?os secuestrado en Afganist¨¢n es rescatado y enviado a casa. El problema es que una agente de la CIA con el olfato muy afinado recibe el soplo de que el flamante h¨¦roe es en realidad un agente doble y de que ha sido sometido a un lavado de cerebro que le ha convertido en un instrumento del enemigo. Homeland consigue unir las bondades de un reparto esplendido al de un guion trazado por un relojero en pleno ataque de nervios: el resultado es una serie esplendida, que bombea al espectador litros de tensi¨®n y que contiene la dinamita necesaria para vivir al borde del abismo sin caer nunca en el t¨®pico. Por si fuera poco la anchura dram¨¢tica de sus tramas le permite respirar con soltura en el thriller, el drama o la f¨¢bula socio-pol¨ªtica. Por ello es un justo ganador, no solo por el impacto de la ficci¨®n y su mirada a una Am¨¦rica ciega y muda sino por su capacidad para sobrevivir a sus propias bondades sin caer en la autocomplacencia.
Su gran enemigo, la magistral Breaking bad, pod¨ªa haberse llevado el mismo galard¨®n pero la irrupci¨®n de Homeland como producto rompedor es incontestable y la calidad del trabajo de Lewis y de Danes (sobre todo de esta ¨²ltima) admite pocas dudas. Veremos si la segunda temporada consigue sostener el may¨²sculo reto que proponen Heisenberg y su compinche (los malos bichos ¡ªpero no¡ª de Breaking bad) y resistir el envite que supone mantener el nivel. En cuanto a Mad men, y a pesar de lo largo de sus piernas, la serie parece haber perdido ese empuje brutal que le llev¨® a la cima y aunque sigue siendo un cl¨¢sico cat¨®dico lo de este a?o se intu¨ªa una batalla perdida de antemano. Es de suponer que los chicos de la serie creada por Matt Weiner volver¨¢n a la carga en 2013 si AMC no vuelve a ponerles la zancadilla con su extra?a pol¨ªtica de programaci¨®n.
Por su parte HBO ha plantado cara (y ¡ªcasi¡ª ganado) en el territorio de las miniseries y pel¨ªculas, esa categor¨ªa donde ¡ªante la extra?eza del personal¡ª Ryan Murphy consigui¨® colar American horror story (en Fox; con el regalo del premio a Jessica Lange en la categor¨ªa de actriz de reparto) y en la que la legendaria cadena, con su magn¨ªfica Game change se ha repartido los honores con el s¨®lido western Hatfields & McCoys que ha visto coronar a sus dos protagonistas Kevin Costner y Bill Paxton. Game change (Canal +), filme que cuenta la historia de Sarah Palin en aquellas elecciones donde Obama se hizo con la presidencia, se ha hecho con el galard¨®n a mejor pel¨ªcula/miniserie y con el de mejor actriz, para la espectacular Julianne Moore. Obvia decir que no ha habido sorpresas en el terreno de la comedia donde Modern familiy (Fox) sigue mandando: el premio a mejor serie y actor de reparto (Eric Stonestreet) han devuelto la cordura a la ceremonia despu¨¦s del premio a Julia Louis-Dreyfus por Veep (Canal +). Y es que en los premios, siempre hay tiempo para meter la pata. Ya se sabe, de algo hay que hablar ma?ana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.