La novela policiaca total
El escritor peruano Diego Trelles publica 'Bioy', una novela policiaca ambientada en la dictadura de Fujimori e influenciada por la literatura del 'boom' y el cine
Hace 40 a?os, el escritor mexicano Carlos Monsiv¨¢is afirm¨® que las novelas policiacas no pod¨ªan tener ¨¦xito en Am¨¦rica Latina porque la sociedad desconf¨ªa de la justicia. Pero el peruano Diego Trelles Paz se ha propuesto demostrar lo contrario. Durante cinco a?os se dedic¨® a escribir Bioy, la historia en la que Humberto Rosendo, un agente del Servicio de Inteligencia de Per¨² se infiltra en la mafia lime?a con la intenci¨®n de llegar hasta el capo Natalio Correa a trav¨¦s de Bioy, el enigm¨¢tico l¨ªder de una sanguinaria banda. Trelles parti¨® de la tradicional estructura anglosajona del g¨¦nero, le agreg¨® rasgos particulares de la ficci¨®n hispanoamericana y as¨ª obtuvo el Premio de Novela Francisco Casavella 2012 otorgado por la editorial Destino, quien ya ha puesto el libro en circulaci¨®n.
Diego Trelles viv¨ªa en Magdalena del Mar, a las afueras de Lima, en un barrio ¡°donde hab¨ªa violencia y mucha droga.¡± Cuenta que por eso su obra refleja ¡°c¨®mo es crecer primero con los apagones y el terrorismo y el fuego cruzado de la guerra interna, y luego con la dictadura fujimorista que formaliz¨® la mano dura y lo degrad¨® todo.¡± Ya antes, en 2005, se hab¨ªa ocupado del tema en El c¨ªrculo de los escritores asesinos, donde narra la implicaci¨®n de unos j¨®venes creadores en la muerte de un cr¨ªtico literario. ¡°La violencia ha estado presente en mi vida desde ni?o y lo sigue estando: Per¨² es un pa¨ªs que ha crecido mucho econ¨®micamente pero en el que persiste la injusticia, la pobreza, el racismo, el clasismo.¡± Estudi¨® periodismo y literatura y cine. Est¨¢ orgulloso de su afici¨®n por las pel¨ªculas y en un libro como Bioy se nota esa influencia audiovisual. Hay otras fuentes, sin embargo, que nutren su escritura: ¡°en mi caso, es importante la poes¨ªa para darle plasticidad y ritmo a la prosa; el cine, entre otras cosas, para plantear las acciones como puestas en escena y jugar con el punto de vista; y la m¨²sica, para construir partes del texto como peque?as sinfon¨ªas que lleven armon¨ªa o solo ruido.¡± Pero tambi¨¦n hay autores concretos de los que dice aprender constantemente: Roberto Bola?o, Mario Vargas Llosa o Cormac MacCarthy, por ejemplo. ¡°Yo decid¨ª ser escritor luego de leer Los cachorros de Vargas Llosa. Mucho se ha dicho de ese ¨¢nimo desmitificador que ten¨ªa Bola?o con los escritores del boom pero bastar¨ªa leer su pr¨®logo a Los cachorros y Los jefes para darnos cuenta de que Bola?o era un gran admirador de la obra de Vargas Llosa. No creo, por otra parte, que exista nadie actualmente que tenga la fuerza y la destreza formal que tiene McCarthy. Mientras escrib¨ªa Bioy, que abre y cierra con ep¨ªgrafes de este autor, era muy claro para m¨ª que buscaba ese tono casi macabro y ponerle peque?os retos al lector.¡±
Hace cuatro a?os, Diego Trelles se encarg¨® de elaborar una antolog¨ªa de un grupo de narradores latinoamericanos nacidos entre 1970 y 1980 en El futuro no es nuestro. En el pr¨®logo del libro, Trelles sosten¨ªa que ¨¦l y sus coet¨¢neos pretend¨ªan alejarse de la ¡°novela total¡± propia de los autores del boom. ?Pero ahora con Bioy no ha derribado esa afirmaci¨®n? ¡°Es cierto que se ve con cierta lejan¨ªa la 'novela total' porque, en un mundo tan disperso, parece necesario romper con esa concepci¨®n totalitaria de la novela como una herramienta que analiza y muestra el rostro de un pa¨ªs en un periodo extenso de tiempo y en toda su complejidad. Con Bioy me sucedi¨® algo curioso: nunca fue mi objetivo escribir una obra que se acercara a la 'novela total' pero, conforme la iba escribiendo, la historia, las peripecias y los mismos personajes empezaron a demandar cierta forma que, en t¨¦rminos de t¨¦cnica, tiene mucho de la est¨¦tica de los escritores del boom.¡±
Trelles public¨® su primera novela en 2001: Hudson el redentor, una historia acerca de los avatares de un grupo de j¨®venes cuya vida transcurr¨ªa entre la violencia, las drogas y el fracaso. Y a partir de entonces, este tipo de personajes, lugares y eventos dominan su producci¨®n literaria, quiz¨¢ para desprenderse de aquella afirmaci¨®n de Monsiv¨¢is. ¡°Lo que ¨¦l planteaba es muy interesante pero luego la historia nos mostr¨® que, ni siquiera con las feroces dictaduras que destrozaron esa concepci¨®n de la ley y del polic¨ªa como fuerzas protectoras del ciudadano, el g¨¦nero policial se dej¨® de escribir. Se produjeron libros policiales at¨ªpicos, heterodoxos, en donde a veces ni siquiera hay detective. Concebir un cuento en donde el mal triunfe sobre el bien y el delincuente enga?e intelectualmente y mate al detective, ?qu¨¦ fue sino una preciosa bomba para el lector cotidiano de policiales anglosajones?¡±
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