El Prado recupera un Ribera depositado en Canarias
'San Jer¨®nimo escribiendo' se encontraba en dep¨®stito en Las Palmas y hab¨ªa sido atribuido al valenciano Esteban March
Cuando el Prado inaugur¨® en abril de 2011 la exposici¨®n El joven Ribera con 32 obras de los primeros a?os de Jos¨¦ de Ribera, El Espa?oleto, (X¨¢tiva, Valencia, 1591-N¨¢poles, 1652), el comisario, Javier Port¨²s se atrev¨ªa a multiplicar las expectativas creadas ante nuevos descubrimientos del gran maestro del Siglo de Oro. "Sus ¨²ltimos a?os est¨¢n bastante localizados. De los primeros, podemos esperar m¨¢s sorpresas¡±. Se refer¨ªa el experto a que en esa hist¨®rica exposici¨®n, la mayor parte de los cuadros acababan de confirmar la autor¨ªa del artista. Hasta entonces hab¨ªan exhibido cartelas que atribu¨ªan su paternidad a otros autores.
El propio museo del Prado contribu¨ªa a esa exposici¨®n con una sola obra: La resurrecci¨®n de L¨¢zaro, adquirida por el Prado en 2001 en una subasta en Nueva York por 2,5 millones de euros. Hace una d¨¦cada no hab¨ªa m¨¢s de seis obras atribuidas a los primeros a?os del pintor. Al inaugurar la exposici¨®n madrile?a, Port¨²s asegur¨® que podr¨ªa haber medio centenar. Lo que seguramente entonces no sospechaba el conservador del Prado es que en el llamado Prado disperso, el museo pose¨ªa un ¨®leo de importancia descomunal. Se trata de San Jer¨®nimo escribiendo, un ¨®leo sobre lienzo de 158 por 98 cent¨ªmetros que desde 1940 se encontraba cedido en dep¨®sito en el Museo Casa de Col¨®n de Las Palmas de Gran Canaria. La obra lleg¨® al Prado el pasado jueves y est¨¢ pendiente de ser estudiada por los especialistas del museo, seg¨²n confirm¨® ayer su director Miguel Zugaza, quien adelant¨® que si un experto como Gianni Pappi certifica la autor¨ªa de Ribera, la ¡°propuesta es convincente¡±.
Es precisamente el prestigioso historiador italiano, experto en la obra de Ribera, Caravaggio y Gentileschi, quien publica en el pr¨®ximo n¨²mero de Ars Magazine un art¨ªculo en el que confirma la autor¨ªa de Ribera. En un extenso ensayo en que repasa otras atribuciones recientes de la etapa romana del pintor espa?ol, Gianni Pappi asegura no tener la menor duda sobre quien es el maestro responsable de esta inquietante obra.
El ¨®leo procede de la colecci¨®n de Isabel de Farnesio. Figura en el inventario con el n¨²mero 55 y los sellos se conservan perfectamente visibles en la parte posterior del cuadro. La obra fue atribuida a Massimo Sranzione, primero y a Esteban March, despu¨¦s. El museo catedralicio de ?vila posee una copia, lo que da idea de la importancia que la tela ha tenido a lo largo de la historia.
Como suele ocurrir en estos descubrimientos, la casualidad ha sido determinante. Fue una persona especializada en arte la que alert¨® al profesor italiano sobre la posible autor¨ªa de Ribera. Env¨ªo por su tel¨¦fono m¨®vil unas fotograf¨ªas y la maquinaria se puso en marcha.
¡°La calidad superlativa del San Jer¨®nimo escribiendo es patente¡±, asegura Pappi, aunque lo ser¨¢ m¨¢s cuando sea limpiado y restaurado. Las correspondencias de estilo con obras pertenecientes a la ¨¦poca romana del pintor sostienen esa afirmaci¨®n¡±. Y pone como ejemplo el tratamiento naturalista del cuerpo desnudo del San Jer¨®nimo, la flacidez de los m¨²sculos del brazo, la barriga que desborda sobre las costillas, las u?as renegridas o el terrible dramatismo del rostro. Son tambi¨¦n de Ribera la forma de iluminar el cuadro junto a los pliegues de las telas y el desorden de la barba y el pelo.
Los expertos del Prado se pronunciar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas. No parece que haya muchas dudas. Esta vez no han tenido que buscar un Ribera joven en el mercado internacional. Lo ten¨ªan en casa.
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