Muere Eric Hobsbawm, pensador marxista clave del siglo XX
El historiador brit¨¢nico fallece a los 95 a?os en Londres tras una larga enfermedad Fue autor de 'Historia del siglo XX. 1914-1991' y 'Guerra y paz en el siglo XXI'
El historiador marxista Eric Hobsbawm, quiz¨¢s el intelectual brit¨¢nico m¨¢s admirado y respetado en el mundo desde hace varias generaciones, falleci¨® en la madrugada del lunes en el Royal Free Hospital de Hampstead, apenas a unos cientos de metros de su casa. Ten¨ªa 95 a?os. A pesar de que nunca reneg¨® de su ideolog¨ªa comunista, su intelecto, su capacidad para analizar hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle y al mismo tiempo su facilidad para sintetizar la historia le granjearon la admiraci¨®n lo mismo desde la izquierda que desde la derecha pol¨ªtica, especialmente en los ¨²ltimos a?os de su vida.
Autor de una veintena de libros, se especializ¨® en la historia de los siglos XIX y XX. La tetralog¨ªa La era de¡ est¨¢ com¨²nmente considerada como su obra cumbre. Una serie que arranc¨® en 1962 con la publicaci¨®n de La era de la revoluci¨®n: Europa 1789- 1848 y que continu¨® en 1975 con La era del capitalismo: 1848-1875, en 1987 con La era del Imperio: 1875-1914 y cerr¨® en 1994 con Historia del siglo XX.Aunque nacido en 1917 en Alejandr¨ªa (Egipto), en el seno de una familia jud¨ªa de origen polaco, era brit¨¢nico de segunda generaci¨®n: su padre era brit¨¢nico y su madre austriaca, y la familia se mud¨® a Viena cuando ¨¦l ten¨ªa dos a?os. La suya fue, en sus a?os de juventud, una vida marcada por la inmigraci¨®n, como la de tantos jud¨ªos de Europa central en la primera mitad del siglo XX.
¡°Cada historiador tiene su nido, desde el que observa el mundo¡±, escribi¨®. ¡°El m¨ªo est¨¢ construido, entre otros materiales, de una ni?ez en la Viena de los a?os veinte, los a?os del ascenso de Hitler en Berl¨ªn, que definieron mis ideas pol¨ªticas y mi inter¨¦s por la historia, y de Inglaterra, especialmente del Cambridge de los a?os treinta, que confirmaron los materiales de los dos primeros¡±.
El joven Eric viv¨ªa en Viena cuando su padre muri¨® de forma repentina en 1929 de un infarto y su madre dos a?os despu¨¦s debido a la tuberculosis. ?l y su hermana Nancy se mudaron a Berl¨ªn, donde viv¨ªa su t¨ªo Sidney. De all¨ª, la familia se fue a Londres en 1933 cuando la empresa de Sidney le traslad¨® a Inglaterra.
Empezaron entonces esos a?os de Cambridge, en los que coincidi¨® con historiadores como Christopher Hill, Rodney Hilton, John Saville, con los que les un¨ªa su militancia en el Partido Comunista, al que Hobsbawm se hab¨ªa afiliado cuando ten¨ªa solo 14 a?os. Fue, sin embargo, una militancia en la que compagin¨® la fidelidad ¡ªnunca abandon¨® el partido: fue el partido el que le abandon¨® a ¨¦l al disolverse en 1991¡ª con el esp¨ªritu cr¨ªtico, lo que le granje¨® el respeto de quienes admiraban su trabajo pero discrepaban de su ideolog¨ªa.
De alguna manera, el ideal que para ¨¦l significaba el marxismo no le imped¨ªa ver la realidad de lo que el comunismo era en la pr¨¢ctica. Por eso mantuvo siempre la honestidad intelectual de la cr¨ªtica, sobre todo en momentos tan significativos como la invasi¨®n de Hungr¨ªa por los sovi¨¦ticos. A diferencia de muchos, aquel episodio no le hizo abandonar el comunismo. Pero, tambi¨¦n a diferencia de muchos, nunca se qued¨® con la boca tapada. Al final admiti¨® el fracaso del comunismo, pero se mantuvo fiel al ideal marxista.
Su ideolog¨ªa de socialismo radical se hab¨ªa formado en su m¨¢s tierna juventud, al vivir siendo a¨²n casi un ni?o el ascenso de Hitler al poder, y se hab¨ªa consolidado en sus a?os en Cambridge.
Al estallar la II Guerra Mundial, Hobsbawm se ofreci¨® a trabajar para la inteligencia brit¨¢nica, pero la oferta fue declinada precisamente por su militancia pol¨ªtica. Acab¨® ayudando a la construcci¨®n de las defensas costeras en East Anglia. Una experiencia de trabajo puramente f¨ªsico que permiti¨® al s¨®lido intelectual entrar en contacto real con la clase obrera. ¡°Esa experiencia en tiempos de guerra me convirti¨® para siempre a la clase obrera brit¨¢nica. No eran muy inteligentes, excepto los escoceses y los galeses, pero eran muy, muy buena gente¡±, escribi¨® a?os despu¨¦s.
Quiz¨¢s esa fidelidad frustr¨® sus aspiraciones de entonces de poder ense?ar en Cambridge y acab¨® dando lecciones en el Birkbeck College de Londres en 1947. Una relaci¨®n que durar¨ªa toda la vida y que le llevar¨ªa a convertirse en presidente de esa universidad.
En los a?os ochenta, Eric Hobsbawm se convirti¨® en una especie de gur¨² del Partido Laborista y en especial del que fue su l¨ªder desde 1983, Neil Kinnock, quien le describir¨ªa como su ¡°marxista favorito¡±. Le agradec¨ªa la influencia que Hobsbawm acab¨® teniendo en la reforma del partido y su acercamiento a territorios que luego desembocar¨ªan en el Nuevo Laborismo.
Aunque cuando cumpli¨® 80 a?os el primer ministro Tony Blair le concedi¨® al historiador una de las distinciones m¨¢s singulares, el t¨ªtulo de Companion of Honour, una orden a la que no pueden pertenecer m¨¢s de 65 miembros de pa¨ªses de la Commonwealth, Hobsbawm fue cr¨ªtico con las pol¨ªticas de Blair y en especial con la invasi¨®n de Irak.
En los ¨²ltimos a?os mantuvo su influencia. Nunca ha dejado de trabajar (deja escrito un ¨²ltimo libro que aparecer¨¢ el a?o que viene) y de participar en tertulias intelectuales y medi¨¢ticas. ¡°Se le va a echar mucho de menos. No solo por su mujer durante 50 a?os, Marlene, y sus tres hijos, siete nietos y un biznieto, sino por miles de lectores y de estudiantes en todo el mundo¡±, declar¨® la familia.
Bibliograf¨ªa selecta
La era de la revoluci¨®n (1962) introduce su tesis de las revoluciones gemelas (la francesa y la industrial).
La era del capitalismo (1975) se centra en el ascenso de este modelo econ¨®mico entre 1848 y 1875.
La invenci¨®n de la tradici¨®n (1983) desenmascara la pr¨¢ctica del nacionalismo de hacer pasar por antiguas tradiciones recientes.
La era del Imperio (1987) analiza el periodo de 1875 a 1914 en Reino Unido y el efecto de las econom¨ªas alemana y estadounidense.
Historia del siglo XX (1994) aborda el periodo entre 1914 y 1991, lo que ¨¦l llam¨® "el corto siglo XX".
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