Bad Religion, ¡®hardcore¡¯ contra los ricos, y un poquito de jam¨®n ib¨¦rico
La influyente banda californiana cumple tres d¨¦cadas de carrera y prepara nuevo ¨¢lbum Fue cabeza de cartel en el reciente En Vivo de Madrid, un festival con cifras r¨¦cord
Un viejo adagio de la sociolog¨ªa del rock dice que cuando se impone la cruda realidad del desempleo, los ERE y los tijeretazos, el punk renace. La banda Bad Religion ha vivido varios renacimientos desde que en 1982 lanzaran su primer ¨¢lbum: How could hell be any worse?. ¡°Parece que la gente rica cada vez gana m¨¢s dinero y los pobres son cada vez m¨¢s pobres. Todos somos una especie de esclavos trabajando para los ricos¡±. El p¨²blico busca mensajes directos, como este que lanza el bajista Jay Bentley. Su banda fue el viernes pasado cabeza de cartel en uno de los tres d¨ªas que dur¨® el festival En Vivo, en Rivas Vaciamadrid, que congreg¨® a 55.000 personas, cifra r¨¦cord, seg¨²n la organizaci¨®n. El concierto pill¨® al grupo ultimando su nuevo trabajo, el n¨²mero 16 de su carrera, y que viene rodeado de mucha expectaci¨®n en el mundillo del hardcore.
¡°No te puedo decir nada de momento ni sobre el t¨ªtulo ni sobre cu¨¢ndo va a salir. S¨ª te puedo decir que llevamos m¨¢s de diez canciones y que ninguna supera los dos minutos¡±, admit¨ªa Bentley (Wichita, 1964) la semana pasada por v¨ªa telef¨®nica desde EE UU.
Lo que nos motiva todav¨ªa para escribir es cu¨¢n incre¨ªblemente crueles pueden ser unos seres humanos con otros Jay Bentley
El dato de que la mayor¨ªa de los nuevos temas de Bad Religion no superar¨¢ los dos minutos permite esperar una vuelta a la rabia, a la vieja escuela del g¨¦nero, algo que en este renacer del punk rock est¨¢n cultivando bandas como Off!. Bentley no tiene problema en elogiar este nuevo grupo en el que canta su antiguo compa?ero de Circle Jerks, Keith Morris, quien tambi¨¦n lo hizo en los legendarios Black Flag: ¡°Me da igual todo lo que pasa musicalmente en Los ?ngeles, porque hay muchos grupos buscando un contrato, pero Off! son grand¨ªsimos, probablemente la mejor banda de punk rock que ahora mismo est¨¢ surgiendo en Los ?ngeles. Y no solo lo digo yo. Todos los colegas de los viejos tiempos hemos ido a verles y hemos dicho ¡®esto es muy grande¡±.
Esta vuelta a las esencias se nota tambi¨¦n en la forma de trabajo de Bad Religion: ¡°Grabamos en anal¨®gico desde los dos ¨²ltimos ¨¢lbumes. Bueno, siempre grabamos la bater¨ªa en anal¨®gico. Nos gusta as¨ª. El sonido es diferente¡±. Nada pues de abandonar la crudeza para hacer m¨¢s accesible su mensaje: ¡°Llevamos 32 a?os juntos y ya no vamos a cambiar. No vamos a producir algo para todo el mundo a estas alturas. Tampoco tenemos un mensaje que todo el mundo vaya a compartir¡±.
Como casi todas las bandas del g¨¦nero, Bad Religion rompe clich¨¦s. Es verdad que nunca les ha picado el prurito comercial, pero su l¨ªder, el guitarrista Brett Gurewitz, fund¨® una discogr¨¢fica para autoeditarse ¨Cel viejo sue?o de la autogesti¨®n¨C y acab¨® creando Epitaph, uno de los nombres indiscutibles en la industria musical estadounidense, al que adem¨¢s pertenecen sellos como ANTI- y Hellcat. El otro clich¨¦ es el de la presunta brutalidad y simpleza del punk rock. No merece la pena argumentar demasiado al respecto. Baste decir que otro miembro destacado de este grupo de cuarentones tatuados, el cantante Greg Graffin, es profesor de biolog¨ªa y paleontolog¨ªa en la Universidad de California en Los ?ngeles.
Pero Bad Religion s¨ª responden a lo esperado en el contenido de sus canciones: una cr¨ªtica sin paliativos de la superstici¨®n, del conservadurismo y de las fuerzas que buscan minar la emancipaci¨®n del individuo; una preocupaci¨®n especial por el medio ambiente y por la educaci¨®n¡ ¡°En cierta manera llevamos 30 a?os haciendo la misma canci¨®n. Lo que nos motiva todav¨ªa para escribir es cu¨¢n incre¨ªblemente crueles pueden ser unos seres humanos con otros¡±.
Su postura pol¨ªtica se acent¨²a m¨¢s estos d¨ªas en que EE UU vive inmerso en la precampa?a electoral. Bentley es categ¨®rico: ¡°El problema con la mayor¨ªa de los estadounidenses es que no creen que el resto del mundo exista y adem¨¢s no les importa. Cuando descubren algo piensan ¡®que les jodan¡¯. Ahora mismo, desde mi punto de vista, el principal problema pol¨ªtico es que la gente se divide en dos tipos: los que tienen y los que no tienen. En Estados Unidos hay mucha confusi¨®n sobre eso. Cuando veo a una madre soltera de clase media que va a votar por Mitt Romeny [el candidato del Partido Republicano] pienso que hay algo muy equivocado aqu¨ª. Todo por lo que ¨¦l aboga est¨¢ contra ella, pero la informaci¨®n que ella recibe le dice lo contrario. Intento convencer a los j¨®venes de que se registren y voten, porque si no lo hacen alguien les va a robar el futuro. Van a tratar de devolvernos a los a?os cincuenta. Van a empezar a aprobar leyes que no nos van a gustar¡±.
Aunque el mensaje de Bad Religion siempre fue compartido por todos los miembros del grupo, la convivencia entre los encargados de escribir las letras no siempre fue f¨¢cil. Atr¨¢s quedaron los choques de egos entre Gurewitz y Graffin, lo que caus¨® la salida temporal del primero y el abandono del sello Epitaph durante seis a?os (y cuatro ¨¢lbumes). ¡°En los ¨²ltimos 10 a?os, desde que volvimos a Epitaph, veo a Greg [Graffin] y a Brett [Gurewitz] asentados en un modo de trabajo que no ten¨ªamos en el pasado. En los 90 seguimos caminos separados y nadie ayudaba a nadie. Lleg¨¢bamos con las canciones y las grab¨¢bamos. Ahora nos sentamos juntos, colaboramos y nadie resulta ofendido y nadie trata de hacer da?o. Somos conscientes de que estamos intentando hacer algo grande. Llevo 32 a?os en la banda y s¨¦ cu¨¢ndo pasamos por un buen momento y por uno malo. Te aseguro que este es uno muy bueno¡±.
Bentley, jovial y atento, se despide con un breve comentario sobre el eccehomo de Borja (cuya imagen ha elegido para fondo de su perfil de Twitter): ¡°Creo que esa se?ora [Cecilia Gim¨¦nez, la restauradora de la pintura] lo hizo por ayudar, pero ahora parece que quiere ganar dinero con eso. Estoy seguro de que alguien le ha puesto esa idea en la cabeza y que ella empez¨® a hacerlo por amor a su iglesia y a Jes¨²s. Es una pena que un acto de amor pueda convertirse en algo tan feo¡±. Y como perla final (horas antes de salir de viaje hacia Espa?a), el m¨²sico se descuelga con una loa al jam¨®n ib¨¦rico: ¡°Es lo mejor que existe en este planeta y te digo esto pese a que mi novia es lo m¨¢s vegano que se puede ser¡±.
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