Pedrada
El bar¨®metro del CIS provoca siempre un malentendido. Nadie sabe si lo que expresa es la opini¨®n de la gente o el efecto de la opini¨®n sobre la gente. Las preocupaciones de la ciudadan¨ªa responden a las jerarqu¨ªas de los medios. Ha llamado la atenci¨®n que no cesa de crecer el desprestigio de los pol¨ªticos. Lo que no sabemos es si alguien pretende con ello expresar un malestar moral o econ¨®mico o contribuir a su futuro prestigio. El desprestigio de los pol¨ªticos ya dura siglos y hasta en las pel¨ªculas del Oeste eran despreciados frente a la pureza del sheriff o el justiciero solitario. Esa po¨¦tica no vean el da?o que ha hecho. Lo que ser¨ªa significativo es saber si la sociedad democr¨¢tica tiene inter¨¦s en prestigiarlos. Si de lo que se trata es solo de darles cera hasta que la econom¨ªa familiar mejore, no es m¨¢s que otro signo c¨ªclico del capricho ¡°?y c¨®mo va lo m¨ªo?¡±
Escuch¨¦ al portavoz Floriano decir que tras Gobiernos socialistas siempre sucede un desprestigio de la clase pol¨ªtica, pero en la desafecci¨®n por los Gobiernos aut¨®nomos algo habr¨¢ tenido que ver la doctrina Zaplana-Camps, si bien es cierto que ah¨ª el votante mayoritario elige la encuesta para ponerse moral y elevado y la urna, en cambio, para ponerse pragm¨¢tico y ventajista. As¨ª es el ciudadano, qu¨¦ le vamos a hacer. A lo mejor se parece demasiado al pol¨ªtico que tanto critica. Porque es obvio que la corrupci¨®n ha invadido nuestras instituciones, pero tambi¨¦n la contabilidad familiar, muchos negocios particulares y comportamientos sociales basados en el apa?o hasta para sacarte el t¨ªtulo de patrono de embarcaci¨®n de recreo.
La pedrada del juez Pedraz contra el cristal de los pol¨ªticos en un auto procesal fue un arrebato que los propios pol¨ªticos provocaron, al intentar apa?ar un escarmiento a los manifestantes desproporcionado y oportunista. Usar la ley para acojonar, que se dice en la calle. Tambi¨¦n mandan sacar la porra a la polic¨ªa el primer d¨ªa y luego reculan ya reducida la afluencia. Pedraz hizo honor a su apellido, fatigados los jueces de ver tambi¨¦n su prestigio hundido por ir de la mano con los partidos. El CIS es otra pedrada. A lo mejor la mayor¨ªa no es tan silenciosa.
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