Rolf & Joachim K¨¹hn Quartet, 'Lifeline'

En el verano de 1967, Joachim y Rolf K¨¹hn eran poco m¨¢s que unos reci¨¦n llegados al mundo del jazz en general, y a los Estados Unidos en particular, m¨¢s el primero que el segundo. Para el primero, su viaje a la meca del jazz a meses de su anterior viaje a trav¨¦s del Tel¨®n de Acero, significaba la oportunidad de reunirse con su ¨ªdolo, John Coltrane. El proyecto de grabar un disco conjunto se frustr¨® con el inesperado fallecimiento del saxofonista. Por suerte, la compa?¨ªa discogr¨¢fica de ¨¦ste decidi¨® seguir adelante con los planes previstos y puso a disposici¨®n de los hermanos cuanto estaba en su mano: el mejor estudio de grabaci¨®n, la mejor secci¨®n r¨ªtmica disponible¡­. el 20 de julio del mismo 1967, Rolf K¨¹hn, clarinete, y Joachim K¨¹hn, piano, junto con Jimmy Garrison, contrabajo; y Aldo Romano, bater¨ªa, flanquearon la puerta de entrada de Capitol para grabar el disco que habr¨ªa de cambiar su vida: Impressions of New York. Hab¨ªan pasado s¨®lo 3 d¨ªas del fallecimiento de John Coltrane.

Cuarenta y cinco a?os m¨¢s tarde, ah¨ª estaban de vuelta. Mismos protagonistas, misma compa?¨ªa discogr¨¢fica y el acompa?amiento, como entonces, a gusto del consumidor. En esta segunda ocasi¨®n, los K¨¹hn optaron por 2 ¡°j¨®venes leones¡±: John Patitucci, contrabajo, y Brian Blade, bater¨ªa, m¨¢s conocidos por ser la secci¨®n r¨ªtmica habitual de Wayne Shorter.

Lifeline no es el tipo de discos que uno elige para escuchar despu¨¦s de un d¨ªa de trabajo, con un vaso de ¡°rocks¡± en la mano. La suya es una belleza esquiva que, posiblemente, puede calificarse como abstracta, adem¨¢s de intensa y, por momentos, arrebatadora. M¨²sica sin complejos y con denominaci¨®n de origen, la de los propios hermanos K¨¹hn (excepto Researching has no limits, de Ornette Coleman), salvaje y sofisticada, libre hasta donde una expresi¨®n art¨ªstica puede serlo. No parece haber nada que quede fuera del alcance de quienes, en sus improvisaciones, exhiben un grado de complicidad cercano a la telepat¨ªa: Patitucci y Blade, por un lado, y Joachim y Rolf K¨¹hn, por el otro (por m¨¢s que uno siga teniendo sus reservas con el clarinete como instrumento apto para la pr¨¢ctica del jazz moderno). La m¨²sica de Lifeline obtiene todo su vigor del encuentro, no exento de una cierta violencia, entre los unos y los otros. No hay palabras que alcancen a describirla.

Valoraci¨®n: 0 ABERRANTE, el mundo ser¨ªa mejor sin ¨¦l; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordar¨¢ de ¨¦l; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un ¨¦xito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un mill¨®n.