El arte entra en la campa?a de EE UU
Un conjunto de exposiciones recoge en Nueva York la respuesta de la cultura a las presidenciales
El entusiasmo que rode¨® hace cuatro a?os la primera campa?a del candidato a la presidencia de Estados Unidos Barack Obama qued¨® plasmada en cientos de acciones art¨ªsticas, siendo quiz¨¢ la m¨¢s ic¨®nica de todas el cartel Hopede Shepard Fairey. Aunque todo aquello forma parte del pasado y m¨¢s que de sue?os hoy se habla de miedo ante los recortes o ante el creciente d¨¦ficit, lo cierto es que en v¨ªsperas de las elecciones del pr¨®ximo 6 de noviembre, una serie de exposiciones en Nueva York reflexionan en torno al proceso pol¨ªtico.
?Qui¨¦n es exactamente ese electorado al que se dirigen los candidatos y las millonarias campa?as de publicidad? Este es el punto de partida de We the people, la muestra con la que la fundaci¨®n Robert Rauschenberg ha inaugurado un espacio de exposiciones en el coraz¨®n de Chelsea. Las cerca de 60 obras reunidas abarcan siete d¨¦cadas, desde los a?os cuarenta con los carteles que dise?¨® Norman Rockwell hasta el inmenso retrato de Mitt Romney pintado hace unos meses por Richard Phillips. El realismo social en el que se encuadra esta obra es una de las l¨ªneas que aborda la ecl¨¦ctica muestra, en la que tambi¨¦n se incluyen fotograf¨ªas de Alvin Baltrop, esculturas de Alex Katz y Tom Otterness, un cuadro de Fernando Botero y un collage del propio Rauschenberg. ¡°El tema de la exposici¨®n tiene un eco del trabajo que hizo Robert y su legado art¨ªstico y filantr¨®pico: c¨®mo defendi¨® el papel del arte para explorar y exponer los asuntos clave de nuestro tiempo, subrayar el poder que ejercen los medios y los titulares en la imagen que de s¨ª misma tiene la sociedad, y c¨®mo supo juntar a una comunidad de artistas para que como activistas se enfrentasen a ello¡±, explica la directora de la fundaci¨®n, Christy MacLear. La exposici¨®n tambi¨¦n incluye la proyecci¨®n ininterrumpida del canal We the people TV: una colecci¨®n de momentos televisivos de la pol¨ªtica estadounidense que han dejado huella en la cultura popular pero que han ca¨ªdo en el olvido, como la entrevista en la que el entonces joven candidato Bill Clinton explicaba c¨®mo fumar marihuana sin inhalar o la publicidad de campa?a que el artista Antonio Muntadas lleva m¨¢s de cuatro d¨¦cadas analizando.
La nueva entrega de Political advertisaments, el trabajo de este catal¨¢n y de Marshall Reese que arranc¨® en 1984 y que con cada campa?a presidencial van reeditando y actualizando, se proyectar¨¢ el 1 de noviembre en el New School de Nueva York, adem¨¢s de en Washington, Arizona y Miami en v¨ªsperas de los comicios. ¡°La primera vez que presentamos este trabajo el candidato era Reagan pero nos remontamos hasta 1952. Cada cuatro a?os revisamos la pieza, mirando los anuncios como s¨ªntomas de c¨®mo la pol¨ªtica se transforma y c¨®mo la publicidad transforma la pol¨ªtica¡±, explica Muntadas. En las pr¨®ximas semanas incorporar¨¢n el nuevo material de la campa?a actual. La creciente presencia de publicidad negativa y la entrada de los millonarios comit¨¦s de acci¨®n pol¨ªtica (los llamados Super PACS, que no tienen una afiliaci¨®n oficial a las campa?as de los candidatos y por lo tanto tampoco tienen l¨ªmites en el dinero que puedan recibir e invertir en anuncios) son dos de los cambios fundamentales de los comicios del duelo Obama-Romney que el artista apunta. ¡°Estos complots, estos grupos no son las voces de los partidos, sino del dinero que est¨¢ detr¨¢s de ellos¡±.
John Horowitz tambi¨¦n utiliza el v¨ªdeo en su instalaci¨®n Your land / My land; Election '12, una reedici¨®n de la pieza que realiz¨® en 2008 y que esta vez presenta simult¨¢neamente en siete museos, el New Museum de Nueva York entre ellos. ¡°Si la raza y el g¨¦nero fueron los temas dominantes en la elecci¨®n de 2008, ahora en 2012 lo m¨¢s probable es que sean la pol¨ªtica econ¨®mica y la disparidad de poder adquisitivo¡±, afirma. La instalaci¨®n divide el espacio con dos alfombras, una roja (de los republicanos) y otra azul (los dem¨®cratas). Un retrato de Obama pende del techo y uno de Romney descansa en el suelo, algo que podr¨ªa cambiar tras la noche del 6 de noviembre. La polarizaci¨®n del electorado queda subrayada con dos pantallas de televisi¨®n que se dan la espalda: una muestra la emisi¨®n en directo de Fox News y la otra la MSNBC.
Un enfrentamiento algo m¨¢s fant¨¢stico fue la performance del creador morm¨®n Casey Jex Smith, que como complemento a su exposici¨®n en la galer¨ªa Allegra LaViola, organiz¨® un debate inspirado en el juego de rol Dragones y mazmorras, en el que dos miembros del p¨²blico hac¨ªan las veces de candidatos y decid¨ªan su futuro tirando los dados. El blog The Daily, de la revista The Paris Review, tambi¨¦n ha montado su propio juego-duelo, invitando a los tres Jonathan m¨¢s conocidos de la literatura estadounidense actual (Franzen, Lethem y Safran Foer) a que reescriban un extracto de las palabras que cerraron la ¨²ltima intervenci¨®n de Romney en el primer debate presidencial.
Pero m¨¢s all¨¢ de los juegos fant¨¢sticos o literarios, lo cierto es que los artistas se juegan bastante en estas elecciones. En agosto, el republicano Romney anunci¨® en la revista Fortune que si alcanzaba la presidencia acabar¨ªa con las ayudas del Gobierno a las artes, gestionadas por el National Endowment for the Arts. John Baldessari, Ed Ruscha y Frank Gehry, entre otros, han donado ediciones limitadas de grabados y estampas para recaudar 4,2 millones de d¨®lares (3,2 de euros) para la campa?a de Obama. Pero quiz¨¢ la acci¨®n m¨¢s audaz ha sido la pieza del artista de grafiti Saber, que sobrevol¨® Nueva York con una avioneta cuyo humo deletre¨® un mensaje: ¡°Defiende las artes¡±.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.