Quint¨ªn Racionero, catedr¨¢tico de la UNED

Al amanecer del pasado 18 de octubre ha fallecido, a los 63 a?os de edad, el profesor de la Facultad de Filosof¨ªa de la UNED Quint¨ªn Racionero Carmona. Esta vez, el temido c¨¢ncer no lo tuvo f¨¢cil: Quint¨ªn le plant¨® cara durante largos a?os con una valent¨ªa y elegancia dif¨ªciles de igualar. Parec¨ªa querer hacer suyas las palabras de Unamuno: ¡°No quiero morirme, no, no quiero ni quiero quererlo¡±. Su resistencia nos ha llenado a todos de admiraci¨®n, casi de estupor. Con total naturalidad pasaba de las duras sesiones de quimioterapia a atender a sus alumnos en el despacho de la facultad.

La verdad es que Quint¨ªn ten¨ªa muy buenas razones para desear quedarse un poco m¨¢s con nosotros. Se sab¨ªa muy querido, ante todo por los m¨¢s cercanos: su madre, su esposa, sus hijos, sus hermanos, toda su familia. Sol¨ªa decir que todos ellos constitu¨ªan su ¡°orgullo¡±. Y tambi¨¦n cont¨¢bamos sus amigos. Naci¨® con la asignatura de la amistad aprendida. Era imposible no quererle. Su final, tan injustamente prematuro y precedido de tantos a?os de sufrimiento, ha hecho derramar muchas l¨¢grimas a todos los que le quer¨ªamos.

En el tanatorio, y en el cementerio, nos dimos cita los compa?eros y alumnos de las dos universidades en las que ejerci¨® la docencia: la Complutense y la UNED. En las dos se sent¨ªa como ¡°en casa¡±. Y en ambas se le recordar¨¢ como el excelente profesor de Filosof¨ªa que ha sido. Sus alumnos y alumnas dan testimonio de ello. Era imposible no emocionarse al verlos despedir con flores a su profesor y maestro.

Pero, adem¨¢s de un gran docente, Quint¨ªn fue tambi¨¦n un magn¨ªfico investigador que dominaba a la perfecci¨®n el arte de la escritura. A pesar de que, a causa de la enfermedad, su tiempo tuvo mucho de contratiempo, nos dej¨® textos muy valiosos. Los conocedores de Arist¨®teles estar¨¢n pensando, con raz¨®n, en la esmerada traducci¨®n y estudio introductorio de la Ret¨®rica. Pero existen, adem¨¢s, otros t¨ªtulos de enorme riqueza literaria y te¨®rica como Lo sagrado y lo perfecto. Contexto de lo divino en la antigua Grecia; Dioses, pueblos, ciudadanos; Heidegger urbanizado; Posmodernidad e historia; La noci¨®n de libertad racional en Leibniz y sus consecuencias para el problema del mal, y un largo etc¨¦tera. Ser¨ªa estupendo que manos amigas reuniesen en uno o varios vol¨²menes tan valiosos textos.

Finalmente existe un fragmento de Her¨¢clito que llenaba de curiosidad a Quint¨ªn. Dice as¨ª: ¡°A los hombres, tras la muerte, les aguardan cosas que ni esperan ni imaginan¡±. ?Qu¨¦ querr¨ªa significar el oscuro Her¨¢clito con tan enigm¨¢ticas palabras? A lo mejor Quint¨ªn, nuestro querido Quint¨ªn, ha satisfecho ya su curiosidad. Todos se lo deseamos de coraz¨®n.

Manuel Fraij¨® es catedr¨¢tico de Filosof¨ªa de la Religi¨®n en la UNED.