Suicidios
Cuando yo era ni?o la forma de suicidio m¨¢s practicada en los pueblos era el ahorcamiento, inmolarse al paso de los trenes, lanzarse desde un puente o una azotea. Lo de meterse una sobredosis de pastillas o de caballo era cosa de fuera, demasiado sofisticado, y cortarse las venas sonaba vagamente a rituales griegos y romanos. Tambi¨¦n recuerdo haber o¨ªdo a mis afligidos mayores expresar angustiosamente sus predicciones de una tragedia con la frase: ¡°Lo est¨¢ pasando tan mal que el d¨ªa menos pensado se tira por la ventana¡±. Y, por supuesto, existe una mayoritaria y comprensible tendencia por parte de familiares y amigos a ocultar o disfrazar ante los dem¨¢s que alguien cercano se ha quitado la vida, ese acto de desesperaci¨®n extrema para el que se necesita valor. Antes, las iglesias le negaban a los compadecibles suicidas el entierro en el camposanto con la mezquina y b¨¢rbara convicci¨®n de que solo Dios puede darte y quitarte la vida. Tambi¨¦n era muy popular entre los satisfechos con la existencia la asquerosa certidumbre de que los suicidas eran unos cobardes.
Estas f¨²nebres reflexiones me las provoca la noticia de que un hombre que iba a ser desahuciado se ahorc¨®. Cuentan que viv¨ªa solo y que no ten¨ªa hijos. Al d¨ªa siguiente, otro se?or amenazado por el desahucio, que llevaba cuatro a?os en paro, bes¨® a uno de sus hijos y se lanz¨® por el balc¨®n. Le ocurri¨® lo m¨¢s horrendo que le puede pasar al que toma esa escalofriante decisi¨®n. No se mat¨®. Es probable que quede tullido. ?C¨®mo sobrevivir a un suicidio fracasado? Imagino que el desahucio seguir¨¢ adelante. Y la sensaci¨®n de que aunque sigas respirando, sabes que est¨¢s acabado, que no sirves ni para suicidarte.
Y son demasiados los que pasan o van a pasar los lunes al sol. Sin haberlo merecido en la inmensa mayor¨ªa de los casos. Ojal¨¢ que puedan enga?arse so?ando con las ant¨ªpodas o creyendo que pueden tener un ma?ana. Esto canta Chico Buarque en Constru??o: ¡°Bes¨® a cada hijo suyo como si fuera el ¨²nico. Flot¨® por el aire como si fuera un p¨¢jaro. Agoniz¨® en medio del paseo p¨²blico. Muri¨® a contramano entorpeciendo el tr¨¢fico¡±.
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