Ken Follett: ¡°Contamos historias para comprendernos a nosotros mismos¡±
El escritor, que publica 'El invierno del mundo', segunda parte de su trilog¨ªa The Century, desvela las claves de su escritura El secreto de haber vendido cien millones de libros estar¨ªa en sus estudios de filosof¨ªa, periodismo, la neurociencia, la planificaci¨®n y las historias
Con una sonora carcajada, Ken Follett cierra el cap¨ªtulo donde acaba de dar pistas sobre el ¨¦xito de su literatura: filosof¨ªa, periodismo, ciencia y emociones, c¨¢lculo e historias. El resultado son m¨¢s de cien millones de libros vendidos y uno de esos poqu¨ªsimos autores de ventas multimillonarias que cada d¨ªa son m¨¢s respetados por los cr¨ªticos. As¨ª lo confirma El invierno del mundo (Plaza-Jan¨¦s), segunda entrega de su trilog¨ªa The Century, donde ha cambiado la Edad Media para contar el convulso siglo XX.
Antes de esa risa ha estado serio y cordial posando para el fot¨®grafo. Ah¨ª est¨¢, sentado en una silla en uno de los solitarios y elegantes pasillos alfombrados del hotel Ritz de Madrid, custodiado por las l¨¢mparas de pared.
Ya en la suite, el escritor gal¨¦s de 63 a?os (autor del best seller Los pilares de la tierra, el libro m¨¢s vendido de Espa?a), se acomoda en un sill¨®n y empieza a contar, con su voz de narrador de radionovelas, los motivos por los que a¨²n le entusiasma escribir...
¡°Es lo que m¨¢s me interesa en la vida. Es un reto. Es la mejor forma que tengo de vivir. Si haces algo que realmente te gusta lo disfrutas, por m¨¢s dificultades que te encuentres. Yo quiero que me lean. En cuanto a quedar en blanco, la verdad es que a¨²n no me ha sucedido, pero toco madera¡±. Entonces se inclina hacia delante y da dos golpecitos en la pata de la mesilla de centro.
Pilar uno. Con una treintena de libros editados, su nombre traspasa las fronteras brit¨¢nicas cuando en 1978 publica La isla de las tormentas y en 1989 se consolida con Los pilares de la tierra. ?D¨®nde est¨¢ la clave para un autor que apenas conoce los altibajos en ventas? Una de ellas se remonta a los a?os sesenta, a sus estudios de filosof¨ªa en Londres¡
¡°Uno siempre se hace preguntas y cuando estudia filosof¨ªa se las sigue formulando y encontrando nuevas respuestas de las que surgen m¨¢s preguntas. Por ejemplo: ?c¨®mo sabemos que esto de aqu¨ª no es as¨ª; o, acaso, solo es una ilusi¨®n? Quiz¨¢ solo est¨¦ en mi imaginaci¨®n. Son preguntas que se hacen para comprender la vida y el mundo que nos rodea. As¨ª es como la filosof¨ªa ejercita mi imaginaci¨®n¡±.
Pilar dos. Despu¨¦s de sus estudios de filosof¨ªa, Follett toma cursos de periodismo y lo ejerce. Faltan cuatro a?os para su primer libro, en 1974: La gran aguja...
¡°La principal ventaja es que durante esa etapa me hizo escribir durante a?os todos los d¨ªas en un estilo r¨¢pido y seco. Su aportaci¨®n a mi escritura es planificar, tener claro lo que hay que contar. Pero el lector de una novela no quiere solo los hechos. Quiere entrar en un mundo. No fue f¨¢cil¡±.
Pilar tres. Falta la clave para retener al lector la mayor parte del tiempo, conquistarlo...
¡°Cuando alguna emoci¨®n entra en los dem¨¢s, tambi¨¦n nosotros la sentimos. Hay una conexi¨®n entre las personas. Si una de ellas tiene miedo, la otra tambi¨¦n lo tendr¨¢, otra cosa es la manera como reaccione cada uno. Me lo explic¨® hace mucho tiempo un neurocient¨ªfico: tenemos un circuito cerebral que transmite todo esto del contagio de las emociones. Cuando escribo, si yo quiero suspenso o aprensi¨®n se la doy a uno de los personajes y esas sensaciones hechas palabras llegar¨¢n al lector. Antes debo crear el entorno, el ambiente, el ritmo, de tal manera que facilite al lector el camino hacia esa emoci¨®n. Es algo casi musical, como el efecto de la m¨²sica en el cine¡±.
Pilar cuatro. Queda saber c¨®mo prepara los libros donde los personajes, que suelen ser muchos en sus obras, son una pieza esencial. Follett sabe de antemano el destino de sus criaturas, de principio a fin. Nada deja al azar. Cuando se sienta a escribir, despu¨¦s de investigar y crear la hoja de ruta, ese nuevo mundo a punto de ser creado ya est¨¢ cerrado...
¡°Hago notas de los personajes en un programa inform¨¢tico, el Excel, donde los tengo con todas sus caracter¨ªsticas y el papel que juegan en la historia. Si durante la escritura olvido algo repaso esa hoja. Una vez concibo cada personaje s¨¦ perfectamente qu¨¦ va a ser de ¨¦l. Planifico minuciosamente cada libro antes de sentarme a escribir. ?Nunca hay improvisaci¨®n en mis novelas! Es un proceso muy racional, pero una vez creada la trama, los personajes y la estructura es cuando doy rienda suelta a la imaginaci¨®n para contarlo de la mejor manera¡±.
Pilar cinco. Historias, saber, desvelar... la vida diaria de cualquier persona es un continuo flujo de historias. La de El invierno del mundo es la de cinco familias (de tres generaciones) de diferentes pa¨ªses e ideolog¨ªas e ilusiones entre sus propios miembros, que ya aparecieron en la La ca¨ªda de los gigantes (centrada en la I Guerra), ahora en los a?os 30: nazismo, Guerra Civil y Segunda Guerra Mundial, hasta el comienzo de la Guerra Fr¨ªa; y que reaparecer¨¢n en 2014 en Age of Eternity (desde la construcci¨®n del muro de Berl¨ªn en 1961 hasta...)
?Por qu¨¦ la gente quiere historias? Follett se echa hacia delante y se acomoda en el borde del sill¨®n en lo que tarda en exclamar: ¡°?Es la gran pregunta!¡±. Calla y dice: ¡°Es la forma como entendemos el mundo. Cuando el marido o la mujer llegan a casa despu¨¦s del trabajo cuentan c¨®mo ha sido la jornada y sin saberlo crean una historia. Si uno quiere explicar algo cuenta un relato. Las preguntas activan historias. Pensamos en t¨¦rminos de c¨®mo relatar, c¨®mo hacernos entender y captar la atenci¨®n. Eso nos permite dar sentido a lo que hacemos¡±.
?Especialmente si es una mentira?
¡°?Ja, ja, ja, ja¡! S¨ª, para resultar cre¨ªbles. Muy a menudo para comprendernos a nosotros mismos¡±.
Babelia
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