Palabra Real

La palabra y el concepto ¡°real¡± se presta a equ¨ªvocos y abstracciones si por ejemplo hablamos de la Espa?a real y la Espa?a Real. La primera est¨¢ mayoritariamente sangrando o temblando. La segunda celebra autocomplacientes marchas de pompa y circunstancias en Oviedo, otorgando premios que llevan su impoluto nombre a los artistas, cient¨ªficos, deportistas, pensadores y humanistas que contribuyen a hacer m¨¢s soportable o grata nuestra existencia. Bueno, me paso un mont¨®n al atribuir tantas cosas imprescindibles para el pr¨®jimo en el trabajo de los galardonados. Digamos que lo ¨²nico verdaderamente imprescindible para todos es cobrar a fin de mes. Y despu¨¦s de eso, estaremos absolutamente de acuerdo con aquel consejo que nos daba Baudelaire: ¡°Emborrachaos, de vino, de poes¨ªa o de virtud, a vuestro antojo, pero emborrachaos¡±.

Veo una imagen del ejemplar Pr¨ªncipe pidi¨¦ndonos a sus futuros y atribulados s¨²bditos que no nos dejemos llevar por el pesimismo, la resignaci¨®n o el desaliento, a que la soluci¨®n solo llegar¨¢ si sabemos fomentar lo mucho que tenemos de positivos (?qu¨¦ co?o querr¨¢ decir eso?, ?cu¨¢ntas neuronas necesitan estrujarse los escribidores de los discursos principescos para llegar a conclusiones tan luminosas?), mientras que en el exterior del teatro distingo una enorme pancarta en la que solo est¨¢ escrita la palabra Fartones. Busco en el diccionario su significado, pero no encuentro nada. Un amigo de Oviedo me aclara que es un t¨¦rmino exclusivamente asturiano y se refiere a la gente que come a dos manos, que est¨¢ a punto de atragantarse por la cantidad de alimento que ha introducido su mano derecha en la boca, mientras que la izquierda se empe?a en aumentar esa indigesti¨®n metiendo m¨¢s comida en esa saturada boca. La imagen es brutal, pero tambi¨¦n adecuada.

Si los consejos del Pr¨ªncipe para que los afligidos sobrevivan son conmovedores, las palabras de su viajero padre en la pr¨®spera Bombay tienen capacidad para devolverle la risa a los desesperados. No llega a los extremos de dada¨ªsmo salvaje de la certidumbre que expresa la magn¨¦tica voz de Montoro al afirmar que estos Presupuestos son los m¨¢s sociales de la historia, pero se le acerca. El glorioso cazador de osos y de paquidermos, al igual que el indesmayable optimista Zapatero, tambi¨¦n est¨¢ convencido de que han llegado los enigm¨¢ticos brotes verdes a la econom¨ªa de su deprimido reino. Vale, benditos se¨¢is, brotes. Pero lo que m¨¢s puede confortar al pueblo es que gracias a viajar, su estado de ¨¢nimo tenga un subid¨®n. Afirma su Majestad que dentro de Espa?a dan ganas de llorar, todo son penas, pero que desde fuera, Espa?a se ve mejor. Pues eso, que no vuelva.