Retrato de un h¨¦roe social

Ralf K?nig (Soest, Alemania, 1960) parece un tipo corriente. Viste camisa y vaqueros, lleva el pelo corto, rapado, y estrecha la mano t¨ªmidamente. Dibujante de c¨®mics, muchos le consideran un h¨¦roe. Tal vez, aunque no cultive el g¨¦nero, ese sea su secreto: tras una apariencia normal se esconde alguien extraordinario. Pero a K?nig no se le podr¨ªa considerar tampoco el t¨ªpico superh¨¦roe, su especialidad no son las chicas en apuros, otras criaturas sobrenaturales o cualquier tipo de villano, m¨¢s bien, es un superh¨¦roe social.

El documental Ralf K?nig, rey de los c¨®mics, del cineasta alem¨¢n Rosa von Praunheim, retrata la trayectoria de K?nig, de c¨®mo pas¨® a ser un chico gay incomprendido por su padre, a un reputado dibujante de c¨®mics, gracias a los cuales abri¨® una puerta a la comunidad homosexual. Una rendija en los convencionalismos sociales de los 80 a trav¨¦s de la cual, en primer lugar, sentirse identificados y despu¨¦s normalizar su condici¨®n.

¡°No me siento responsable sobre los homosexuales, lo que quiero es ser fiel a m¨ª mismo y plasmar lo que he vivido tal cual¡±, concede K?nig en una entrevista celebrada durante el pasado Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n, donde se present¨® el filme, que se estrena hoy en Espa?a. El autor de obras como El hombre deseado, Lis¨ªstrata o El cond¨®n asesino se sonroja si se le recuerda que muchos j¨®venes homosexuales le consideraron -una condici¨®n que sigue viva a d¨ªa de hoy- una especie de gu¨ªa, de hombro sobre el que apoyarse y comprenderse en forma de vi?eta.

A K?nig no se le adeuda solo cierta normalizaci¨®n del colectivo, tambi¨¦n, entre otras cosas, la defensa del uso del preservativo en las relaciones, seg¨²n queda reflejado en sus c¨®mics, y algo de cuya importancia no fue consciente hasta que un amigo falleci¨® a causa del VIH, como recuerda en el documental.

La magia de K?nig se condensa en una serie de personajes, algunos estereotipados, hombres, mujeres o animales, que son capaces de concentrar en una sola frase m¨¢s que muchos programas p¨²blicos de educaci¨®n sexual o tolerancia. Con una obra con un alto porcentaje de t¨ªtulos dirigidos o con tem¨¢tica gay, cuenta con seguidores de toda condici¨®n, homosexuales, heterosexuales y mujeres.

¡°Dibujo desde hace 30 a?os, y entonces en Alemania la homosexualidad era un tab¨². Sin quererlo, de forma inconsciente, comenc¨¦ a retratar ese mundo con humor, con iron¨ªa y mis obras empezaron a cosechar bastante ¨¦xito en los c¨ªrculos de universitarios de izquierdas¡±, recuerda K?nig. Los estudiantes comenzaron a re¨ªrse de los chistes de homosexuales y el g¨¦nero femenino tambi¨¦n. "Porque no solo plasmo el sexo, creo que fundamentalmente reflejo la condici¨®n humana, las relaciones entre personas¡±, a?ade el dibujante.

Pero K?nig y su obra no se circunscriben solo a la militancia en favor de los derechos de los homosexuales, su cr¨ªtica y mordaz visi¨®n abarca otros campos, como la religi¨®n, sobre la que ha escrito varios libros, y que tambi¨¦n queda reflejada en el documental, sobre el que guarda un peque?o pero. ¡°Rosa [von Praunheim] se limita a los temas sexuales y evita otros, podr¨ªa haber abordado otras muchas facetas¡±, se?ala K?nig, que asegura: "Algunos fragmentos de la pel¨ªcula me han gustado mucho, otros me dan verg¨¹enza y otros quiz¨¢s hubieran podido quedar mejor si Rosa se hubiera interesado m¨¢s por m¨ª¡±.