El gran Garc¨ªa Pelayo
La estupenda historia de los Pelayos, haciendo saltar con justiciera pericia las bancas de incontables casinos, oscureci¨® un tanto el lejano pero viv¨ªsimo perfil de cineasta de su patriarca, Gonzalo Garc¨ªa Pelayo, uno de los tipos m¨¢s creativos y tentaculares con los que he tenido la suerte de toparme. A finales de los setenta, yo le conoc¨ªa como locutor (Para vosotros j¨®venes), productor musical y adalid del rock andaluz (con Triana, Gualberto y Lole y Manuel a la cabeza), pero fue el irreemplazable Jos¨¦ Luis Guarner quien me descubri¨® su pel¨ªcula Frente al mar (1978), que lleg¨® al cine Goya barcelon¨¦s con la etiqueta de cine S y astutamente retitulada como Intercambio de parejas frente al mar. ?Un porno sure?o? Guarner me dijo: ¡°No te la pierdas. Es lo que los de la Escuela de Barcelona nunca se atrevieron a hacer¡±. Fuimos pitando, porque en aquella ¨¦poca todo lo hac¨ªamos en plural. Ellos tambi¨¦n, pero follando m¨¢s. Y bebiendo, y filosofando, y mostr¨¢ndose doblemente desnudos ante la c¨¢mara. Ellos (aprendimos a reconocerles, de pel¨ªcula en pel¨ªcula) eran Miguel ?ngel Iglesias, Javier Garc¨ªa Pelayo (su hermano, otro personaje legendario), Rosa ?vila, Ana Bernal. Extra?a pel¨ªcula: parec¨ªa improvisada pero todo estaba escrito. Y exhalaba, en mi recuerdo, un sorprendente aire oto?al y helado, una secreta desesperanza, como si su divisa fueran aquellos versos de Machado: ¡°Con negra llave el aposento fr¨ªo de su tiempo abrir¨¢: desierta cama, y turbio espejo, y coraz¨®n vac¨ªo¡±.
Cuatro a?os despu¨¦s lleg¨® el verano con Corridas de alegr¨ªa (1982), una de las pel¨ªculas m¨¢s libres, gozosas y desabrochadas del cine espa?ol. No era un buen t¨ªtulo: parece que Andr¨¦s Vicente G¨®mez se emperr¨®. Hay corridas y hay alegr¨ªa, pero era infinitamente mejor el que le hab¨ªan puesto Gonzalo y Javier: Sobre la marcha. Premisa: un trilero sin suerte (Javier GP) y un tipo que acaba de fugarse de la c¨¢rcel (Miguel ?ngel Iglesias) para quemar todos los clubs del g¨¢ngster que le envi¨® al maco, se convierten en los sosias sevillanos de Kerouac y Dean Moriarty, recogen a una dama jaranera (Isabel Pisano) y se lanzan a la carretera dispuestos a pas¨¢rselo bomba. Una road movie con guion, pero abierta a todo lo que se encontraran por el camino. Y lo que se van encontrando supera cualquier previsi¨®n del espectador.
Corridas de alegr¨ªa pudo haber compartido el p¨²blico de Pepi, Luci, Bom (1980) y Laberinto de pasiones (1982) pero, por desidias de su distribuci¨®n, solo atrap¨® el aplauso de un pu?ado de incondicionales entre los que, desde luego, me cuento; un pu?ado que hac¨ªa correr la voz de su existencia, y organizaba pases privados (era el fin de fiesta ideal de toda gran jarana) desde que la pel¨ªcula apareci¨® en v¨ªdeo.
El Festival de Sevilla dedica un ciclo y un homenaje merecid¨ªsimos al autor de ¡®Frente al mar¡¯
El a?o de su estreno, Garc¨ªa Pelayo se despidi¨® de la afici¨®n (¡°No dej¨¦ el cine: el cine me dej¨® a m¨ª¡±) con Roc¨ªo y Jos¨¦, una joya de ins¨®lita pureza, mitad documental mitad ficci¨®n, con ecos (y mido mis palabras) de Pasolini y Ford, que narra la historia de amor de dos adolescentes en la romer¨ªa que va de Triana al Roc¨ªo. Tuvieron que pasar tres d¨¦cadas para que una nueva generaci¨®n de cin¨¦filos, amamantada en el low cost y el underground por efecto de la crisis, descubriera su cine. La reivindicaci¨®n comenz¨®, como suele suceder, al otro lado del charco: har¨¢ tres a?os, el Festival de Cine de Buenos Aires (Bafici) program¨® con gran ¨¦xito Frente al mar y Vivir en Sevilla (1978), su pel¨ªcula favorita (en mi memoria destellan las memorables intervenciones de Silvio, de Farruco, del Ni?o del Taller). El Bafici fue la punta de lanza del rescate, pero tambi¨¦n la labor de la combativa revista Lumi¨¨re. En buena medida gracias a ellos, Gonzalo Garc¨ªa Pelayo entrar¨¢, como quien dice, por la puerta grande de la Maestranza: el Festival de Cine Europeo de Sevilla ha organizado un ciclo de sus pel¨ªculas (del 6 al 10 de noviembre) y, entre el 5 y el 7, la universidad de su ciudad le dedica el seminario Penetrar la alegr¨ªa. Un homenaje merecid¨ªsimo, al que seguir¨¢n otros dos, en el madrile?o CineMad (16 al 25 de noviembre) y en la Filmoteca de Cantabria (Santander), del 21 al 28. Desc¨²branlo, h¨¢ganse el favor.
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