El hombre que hablaba consigo mismo
Se publica en Espa?a, 'Bonnie Prince Billy por Will Oldham', un libro de entrevistas en el que Oldham, cantautor estadounidense l¨ªder de una generaci¨®n se enfrenta al personaje que ¨¦l mismo ha creado
Will Oldham es el hombre. Un cantautor estadounidense nacido en 1970. Est¨¢ en activo desde 1993 con una discograf¨ªa enmara?ada en la que ha firmado sus numerosos discos como Palace, Palace Songs, Palace Music o Palace Brothers, entre otros sobrenombres.?
Pero, sobre todo como Bonnie Prince Billy.
As¨ª que Bonnie Prince Billie por Will Oldham, un libro de 352 p¨¢ginas que recoge una serie de entrevistas que el periodista y m¨²sico Alan Litch realiz¨® con Oldham (y que ahora publica en Espa?a la editorial Contra)? es algo as¨ª como el hombre enfrentado a su obra.
El mismo autor del libro aclara en la introducci¨®n de la obra, la dualidad que Oldham ha establecido con su personaje."Al leer viejos art¨ªculos sobre Palace/Bonnie, me acord¨¦ de las estrellas de telenovela. La gente se acerca a ellas en un aeropuerto o un restaurante y las reprende por algo que hizo su personaje en la serie, y tienen que dar explicaciones: 'Ese no soy yo".
Sabe de lo que habla, uno de los motivos por el que se le ha permitido acercarse tanto al aut¨¦ntico Oldham es que son viejos conocidos desde que Oldham todav¨ªa era un joven actor. "A¨²n no era m¨²sico pero estaba involucrado en la escena musical de Louisville y, seg¨²n afirmaban, era conocido por haber aparecido en Matewan, de John Sayles (una pel¨ªcula que por entonces yo no hab¨ªa visto). Hab¨ªa tomado la fotograf¨ªa de la portada de Spiderland, el disco de Slint, y hab¨ªa hecho de telonero en el CBGB en el concierto de Rapeman, el grupo que hab¨ªa formado Steve Albini justo despu¨¦s de Big Black, no tocando m¨²sica, sino haciendo sonidos de ?respiraci¨®n anal? con el trasero", recuerda en el pr¨®logo.
Esa noche, Will Oldham le dio una copia de su primer sencillo como Palace. Y a partir de ah¨ª Licht le ha visto crecer en tiempo real. Que no es poco. Oldham es uno de los cantautores imprescindibles en la construcci¨®n del nuevo lenguaje del g¨¦nero en Estados Unidos. Esa estirpe que naci¨® de las cenizas del hardcore estadounidense, que a nivel ¨¦tico ha sido el g¨¦nero m¨¢s integro de los ¨²ltimos 30 a?os, siempre preocupado por mantener los pies en el suelo, o m¨¢s abajo, por evitar los divismos, por estar comprometido con las causas m¨¢s variadas. Y que si bien ha creado una serie de impresentables espantajos carentes de sentido del humor, tambi¨¦n ha dado pie a una raza de creadores insobornables y valiosos.
A pesar de que vive como un artista de perfil bajo comercialmente hablando, Oldham tiene realmente un tir¨®n mucho mayor del que se podr¨ªa desprender del tama?o de los locales en los que act¨²a. Es parte de su ethos, se niega a participar en festivales, excepto muy puntualmente, si eso le sirve para sus aventuras. Un ejemplo: la ¨²nica vez que este redactor le entrevist¨®, en Praga, en 2008, Oldham hab¨ªa atravesado Albania y Yugoslavia en furgoneta con su banda gracias al dinero obtenido por una ¨²nica actuaci¨®n en un festival escandinavo. No parecen importarle detalles como que PJ Harvey sea fan confesa. Johnny Cash hizo una versi¨®n de su estremecedora I see a darkness, algo que cualquiera hubiera usado como trampol¨ªn. ?l no.
Como Bonnie Prince Billy se ha enfrentado a demonios personales eternos (la religi¨®n, el sexo, el desamor, la muerte) y casi siempre ha parecido que estaba a punto de perder la batalla, de una forma tan bella que se explica por s¨ª misma. Pero Oldham ha salido reforzado de cada uno de sus asaltos. Y ahora, con 42 a?os y una carrera de casi 20 detr¨¢s, convertido en un mito ha decidido responder a preguntas sobre su vida y su forma de entender la m¨²sica y el arte.?
Cualquiera que haya intentado indagar en la biograf¨ªa de Oldham habr¨¢ descubierto las fechas contradictorias, (incluso su d¨ªa de nacimiento no era seguro) los datos que no encajan, las zonas oscuras que esta entrevista resuelve de forma exhaustiva, de forma a veces confusa y contradictoria, como corresponde a su autor.? De momento aqu¨ª van, en exclusiva, unos extractos seleccionados del libro organizados de forma tem¨¢tica
EXTRACTOS DE 'BONNIE ¡®PRINCE¡¯ BILLY POR WILL OLDHAM'
Sobre el nombre y la identidad...
Bonnie Prince Billy es un nombre de lo m¨¢s rid¨ªculo. No hab¨ªa ninguna idea preconcebida, nadie pod¨ªa decir como iba a ser la m¨²sica al o¨ªr el nombre. Pero transfiri¨® la m¨²sica a un individuo, lo cual parec¨ªa ser lo que todo el mundo -el p¨²blico, o por lo menos la gente con la que ten¨ªa que hablar por fuerza sobre la m¨²sica- estaba buscando.? "Vale. Vamos a inventar uno. Uno que en realidad no exista, y por lo tanto puedo seguir sinti¨¦ndome seguro de que no hay ning¨²n responsable individual de las cosas, pero vosotros pod¨¦is pensar que s¨ª" [risas]. El alter ego es alguien que no tiene origen, infancia o existencia real. Will Oldham tiene una vida privada, y Bonnie Prince Billy, no.
Sobre crecer en Louisville, Kentucky...
No me parec¨ªa que nadie del resto del pa¨ªs o del mundo supiera nada de Louisville, Kentucky. Era genial. Era tambi¨¦n como algo nuestro. Me gustaba ir a otros sitios, pero nosotros se la sud¨¢bamos, y no me importaba porque era emocionante estar en Louisville. [...] Durante un tiempo hubo una sensaci¨®n fuerte de que estaba pasando algo bueno: un grupo de m¨²sicos muy potente y cambiante y una comunidad de personas que eran un gran sost¨¦n y muy comunicativas. Personas que no dudaban en educarse y desafiarse mutuamente.
Sobre la independencia...
Cuando bandas como H¨¹sker D¨¹ o The Replacements pasaron de sellos independientes a grandes y fracasaron de un modo tan deprimente, eso fue muy significativo para m¨ª. Parec¨ªa que hacer cosas al estilo mayoritario significaba hacerlas al estilo de otro. [...] Hace mucho tiempo hubo un par de ofertas. Me he reunido con gente de sellos importantes. Yo pensaba en la posibilidad, pero en el curso de la interacci¨®n la imposibilidad se volv¨ªa cada vez m¨¢s obvia en cada peque?o movimiento. No parec¨ªan relaciones de las que fiarse y ha resultado que no pod¨ªan serlo. [...] No es que los sellos grandes sean malos. Es que ser¨ªa absurdo no estar agradecido por lo que tienes delante. Un autob¨²s de gira o un anuncio del tama?o de una pared en Virgin Megastore no solo no es algo tan sensacional, sino que en realidad no lo echo en falta en mi vida.
Sobre la composici¨®n...
Componer canciones es una profesi¨®n. No es un intento de coger cosas de mis interacciones con otras personas y present¨¢rselas por alg¨²n motivo a alguien totalmente desconocido para que las escuche. Me resulta ofensivo enterarme de que otros hacen algo as¨ª. Yo b¨¢sicamente uso otras cosas que me han emocionado como ejemplos, que s¨¦ que no comparten nada con la persona que estaba involucrada, y s¨¦ que estoy compartiendo algo que no tiene nada que ver con nada concreto. La paleta emocional que proviene de la experiencia personal tiene sus ventajas, pero la m¨²sica va de cambiar las cosas, igual que un libro o una pel¨ªcula: coges una situaci¨®n y construyes otra nueva. Se supone que las canciones no son la vida real. Se supone que apelan m¨¢s a lo ps¨ªquico que a los hechos de quien las escucha. Las canciones est¨¢n hechas para existir en y por s¨ª mismas, como una gran novela de James Jones o Robert Louis Stevenson. No son autobiogr¨¢ficas, y sin embargo hay realidad en cada p¨¢gina. Es la vida real de la imaginaci¨®n. Yo siempre reescribo una canci¨®n que parece que est¨¢ demasiado vinculada a un hecho real, porque la intenci¨®n es siempre crear el hecho hiperreal, de forma que, idealmente, pueda ata?er a m¨¢s personas.
Sobre la m¨²sica y la religi¨®n...
Lo que por lo general llaman religi¨®n es lo que yo tender¨ªa a llamar m¨²sica: participar en la m¨²sica, escuchar m¨²sica, hacer discos y cantar. Creo que la m¨²sica y los discos son m¨¢s apropiados y m¨¢s respetuosos con el alma humana que las iglesias. Y m¨¢s respetuosos con las necesidades de los humanos de comunicarse con los aspectos de s¨ª mismos desatendidos por el lenguaje. No creo que la gente piense en Dios tanto como en s¨ª misma y en c¨®mo va a arregl¨¢rselas en la vida.
Sobre la versi¨®n de Johnny Cash de I see a darkness...
?l hab¨ªa cantado un verso, me lo pusieron y recuerdo que alucin¨¦. Por alg¨²n motivo no estaba contento con ¨¦l, y no recuerdo la diferencia entre lo que hab¨ªa grabado y lo que terminamos haciendo. As¨ª que se nos ocurri¨® que yo hiciera una voz de gu¨ªa, y la hice. Y dijeron todos. "Hala, que bien suenan las dos voces juntas. [...] Fue bastante emocionante, porque mientras cantaba me miraba como a la autoridad.
Sobre el trabajo con otros m¨²sicos ...
?No parece nada adecuado atar tu destino al destino de un grupo de personas inextricablemente, hasta el punto de ponerte en plan: "Vamos a desayunar, comer, cenar juntos la mayor¨ªa de las veces durante los pr¨®ximos diez a?os". Solo hay una persona en tu vida con la que debes hacer algo as¨ª. Me parec¨ªa una pesadilla. Adem¨¢s, en cualquier momento de una gira o una sesi¨®n de grabaci¨®n siempre puedes recurrir al hecho de que sabes que est¨¢s aprendiendo algo de alguien, pero si siempre est¨¢s tocando con unas personas y pasas todo el tiempo con ellas, entonces no van a sorprenderte, no van a ense?arte nada y t¨² no vas a ense?arles nada. Por otro lado, est¨¢ bien tocar con personas cuyas vidas no dejan de renovarse y reactivarse, y juntarte un tiempo y luego volver a separarte y reunirte.
?Sobre la necesidad de hacer m¨²sica...
?Yo lo hago para ganarme la vida. A veces la gente identifica la frase ?hacer algo para ganarse la vida? con el aspecto puramente econ¨®mico, pero tomada de forma literal, significa que lo haces ?para la vida?: te pagan por ello, pero tambi¨¦n lo haces para vivir... Es como respirar, lo necesitas. El dinero es un s¨ªmbolo de comida, refugio y la capacidad de existir, lo cual es leg¨ªtimo. El motivo por el que escribo canciones y creo m¨²sica no tiene nada que ver con motivaciones o razones. Es simplemente que para m¨ª no parece que haya otra forma de existir, de vivir. Es una manera de comunicar cosas con la que me siento c¨®modo. Va m¨¢s all¨¢ de escribir una canci¨®n, porque me quito un peso de encima por motivos cat¨¢rticos. Soy un apasionado de la m¨²sica, pero va incluso m¨¢s all¨¢ de eso. No es siquiera una cuesti¨®n de si deber¨ªa escribir una canci¨®n o no. Es una necesidad.
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