La econom¨ªa vuelve a la RAE
El catedr¨¢tico Jos¨¦ B. Terceiro reclama una regeneraci¨®n de las instituciones
Jos¨¦ B. Terceiro se atrevi¨® con lo que no se atrevi¨® Luis ?ngel Rojo: hablar de econom¨ªa en la casa de la lengua. Ante escritores, fil¨®logos y dem¨¢s malabaristas de la palabra, Jos¨¦ B. Terceiro Lomba (Santiago de Compostela, 1943) habl¨® de costes de transacci¨®n, dilemas de prisioneros, econom¨ªas encubiertas ¡ªya saben: ¡°?con IVA o sin IVA?¡±¡ª, mercados que van por libre, crisis financieras, fundamentalismos econ¨®micos (del tipo: ¡°estabilizar, liberalizar y privatizar¡±, a toda costa y caiga quien caiga) y, sobre todo, de instituciones a las que consagr¨® su discurso (Entorno institucional econ¨®mico).
El catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad Complutense y consejero de EL PA?S ocupar¨¢ el sill¨®n f min¨²scula, que durante ocho a?os (2003-2011) perteneci¨® al economista que releg¨® la econom¨ªa en su ingreso para glosar a Benito P¨¦rez Gald¨®s: Luis ?ngel Rojo, aquel hombre que ve¨ªa a los de su estirpe como aguafiestas profesionales. ¡°La tarea de los economistas es convencer a los agentes sociales y a los gobernantes de que los Reyes Magos no existen¡±, avis¨® el exgobernador del Banco de Espa?a tras recoger un premio.
El sentido del humor de su predecesor ¡ªy profesor¡ª fue uno de los rasgos alabados por Terceiro, como tambi¨¦n su influencia para modernizar el servicio de estudios del Banco de Espa?a, su actuaci¨®n en la intervenci¨®n de Banesto y su dise?o de las provisiones antic¨ªclicas obligatorias para entidades de cr¨¦dito (¡°Tener en cuenta los riesgos cuando se asumen y no cuando se materializan¡±) que las primeras embestidas de la actual crisis har¨ªan famosas incluso fuera del ¨¢mbito econ¨®mico.
Pero si en 2003 pod¨ªa resultar temerario empapar a los invitados de un discurso centrado en la econom¨ªa, todo lo que est¨¢ cayendo sobre cabezas y bolsillos desde 2008 la ha convertido en un bosque familiar por m¨¢s que resulte desasosegante. ¡°Por s¨ª sola¡±, record¨® Terceiro al comienzo, citando a lord Robbins, ¡°la econom¨ªa no encuentra soluci¨®n a ninguno de los problemas importantes de la vida¡±. Sin embargo, las instituciones econ¨®micas son esenciales ¡°para determinar si un pa¨ªs es pobre o pr¨®spero¡±, destac¨® en su conclusi¨®n. Y, tras aplicar el rasero a la realidad espa?ola, el catedr¨¢tico traz¨® un retrato demoledor: ¡°En medio de esta bruma de ineficiencia institucional se encuentra Espa?a¡±.
Errores citados que vienen desde la Transici¨®n: ¡°Por habernos excedido recurriendo al cr¨¦dito exterior, hemos perdido el nuestro¡±, ¡°Contamos con un gobierno corporativo de la empresa de baja calidad¡±, ¡°Alto grado de dependencia de la administraci¨®n incluso de las grandes empresas¡±, ¡°Tensiones auton¨®micas que apuntan a la reducci¨®n de la capacidad recaudatoria del Estado, lo que degrada m¨¢s nuestra imagen internacional¡±.
Cunde la sensaci¨®n de que las instituciones ¡°han dejado de cumplir su principal funci¨®n, que es articular la vida social¡±, lo que deber¨ªa encender las luces de emergencia para evitar experiencias ya conocidas: ¡°La deriva populista, con la irrupci¨®n en la arena pol¨ªtica de oportunistas l¨ªderes antisistema¡±. Ante el desprestigio de lo institucional, Terceiro no tiene duda de la receta: su refuerzo. ¡°Resulta inaplazable la regeneraci¨®n institucional y que quienes ocupan posiciones de responsabilidad ejerzan la parte de liderazgo que les corresponde¡±, pidi¨® despu¨¦s de haber censurado las ¡°tremendas lagunas¡± de las instituciones que deber¨ªan vigilar actividades financieras, cuyo descontrol ha multiplicado el impacto de una crisis que parece no tener fin. ¡°Los mercados no se crean solos, ni se regulan, ni se legitiman, ni se estabilizan solos¡±, recalc¨® Terceiro, cuya aportaci¨®n como nuevo acad¨¦mico se centrar¨¢ en acercar a la RAE todo un mundo de jerga econ¨®mica y financiera. Algo que no le resultar¨¢ extra?o, ya que fue autor del primer Diccionario de econom¨ªa en espa?ol (1970).
Terceiro, que hab¨ªa sido presentado en otras dos ocasiones, se impuso en junio a Jos¨¦ Luis Garc¨ªa Delgado, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada. Su candidatura fue defendida por Juan Luis Cebri¨¢n, Francisco Rodr¨ªguez Adrados y Luis Goytisolo. Le correspondi¨® a Cebri¨¢n, presidente del grupo PRISA \[editor de este diario\], leer el discurso de aceptaci¨®n del nuevo acad¨¦mico. Adem¨¢s de su trayectoria acad¨¦mica y su inter¨¦s por la sociedad digital, Cebri¨¢n record¨® que durante su breve paso por la pol¨ªtica, al comienzo de la Transici¨®n, ¡°le toc¨® vivir el infausto golpe militar de febrero de 1981, y fue precisamente ¨¦l quien convoc¨® la reuni¨®n del llamado Gobierno de subsecretarios que, estando el gabinete secuestrado por los rebeldes en el palacio de las Cortes, permiti¨® el mantenimiento del poder civil¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.