Luminosa oscuridad
Joseph Campbell (Nueva York, 1904-Honolul¨², 1987) qued¨® maravillado por los mitos cuando, de ni?o, su padre lo llev¨® a ver un museo con vestigios de los indios sioux y conoci¨® sus leyendas. M¨¢s tarde, consagr¨® su vida al estudio de las creencias fundacionales de las diversas culturas y lleg¨® a ser el m¨¢s famoso divulgador norteamericano de mitolog¨ªa comparada. Ense?¨® que los mitos ¡ªdesde su ¡°luminosa oscuridad¡±¡ª hablan al ser humano de su esencia m¨¢s ¨ªntima y ¡°reconcilian nuestra conciencia con las condiciones previas a su existencia¡±, ya que nos regresan a un antes de las cosas, a la unidad primordial que, a ra¨ªz de una misteriosa escisi¨®n, dej¨® de ser plena y pura. As¨ª lo ilustran, por ejemplo, el mito del para¨ªso perdido ¡ªcom¨²n a varias culturas¡ª con la creaci¨®n de Ad¨¢n y Eva; o las Upanishad, los textos sagrados de la India, al revelar que cuando el ser indeterminado primordial pronunci¨® la palabra ¡°yo¡± se desgaj¨® de lo uno, ¡°necesit¨® de otro, apareci¨® la multiplicidad y, con ella, nacieron el deseo y el dolor¡±.
Los mitos son los sue?os arquet¨ªpicos del mundo, seg¨²n Campbell
Los mitos, ¡°los sue?os arquet¨ªpicos del mundo¡±, seg¨²n Campbell, hunden sus ra¨ªces en lo m¨¢s profundo del alma humana, de ah¨ª que planteen y respondan de manera simb¨®lica a las cuestiones ?qu¨¦ somos? o ?c¨®mo debemos vivir? Somos seres fr¨¢giles, volubles y mortales, nos dicen; pero tambi¨¦n, creativos, luminosos y cercanos a los dioses. ?Y c¨®mo hemos de vivir? Su r¨¦plica es firme: con valent¨ªa, cual h¨¦roes en el intrincado camino de la vida, aprendiendo a cada paso las estrategias de sobrevivencia que nos legaron nuestros ancestros, v¨¢lidas todav¨ªa en la vida dura de hoy.
Gran lector de filosof¨ªa, rebelde y autodidacta, Campbell amaba a Schopenhauer y Nietzsche ¡ªen los mitos encontr¨® arraigadas las teor¨ªas de ambos¡ª, pero no se qued¨® ah¨ª. Conoci¨® a Khrisnamurti cuando coincidi¨® con ¨¦l en un trasatl¨¢ntico cruzando el oc¨¦ano y, cautivado por sus ideas, descubri¨® la filosof¨ªa de la India; trat¨® tambi¨¦n al ind¨®logo Heinrich Zimmer y a Jung, gracias al cual conoci¨® la simbolog¨ªa m¨ªtica de los sue?os. Estudioso tambi¨¦n de la literatura de James Joyce y Thomas Mann, Campbell fue un enamorado del saber sin barreras mentales ni prejuicios, de ah¨ª la ecl¨¦ctica riqueza de sus obras; esenciales son El H¨¦roe de las mil caras (FCE) y Las m¨¢scaras de Dios (Alianza).
Campbell? fue un enamorado del saber sin barreras mentales ni prejuicios
Atalanta presenta ahora este hermoso libro ¡ªImagen del mito¡ª in¨¦dito en castellano y muy bien traducido, en una edici¨®n cuidada al m¨¢ximo, que supera en calidad gr¨¢fica y belleza a la norteamericana original (1974). Campbell lo concibi¨® como una ventana por la que asomarse a las creencias primigenias de la humanidad plasmadas en las palabras, im¨¢genes y representaciones art¨ªsticas. Con m¨¢s de cuatrocientas fotograf¨ªas y grabados elegidos por el autor, este exquisito cat¨¢logo de mitolog¨ªa recoge la historia de los mitos humanos a lo largo de 5.000 a?os y demuestra una de las tesis m¨¢s queridas de Campbell: que los humanos tenemos en com¨²n, aparte de nuestra historia biol¨®gica, una comunidad originaria del esp¨ªritu, la univocidad de una conciencia primigenia. Y as¨ª lo manifiestan los motivos mitol¨®gicos que aparecen de un modo u otro en casi todas las culturas: el matrimonio del Cielo y la Tierra y la separaci¨®n violenta de ambos, el ni?o nacido de una virgen, el robo del fuego, el h¨¦roe de nacimiento oscuro y vida ardua, la simbolog¨ªa de la serpiente o el carnero; los templos consagrados a los dioses o los sacrificios rituales, entre otros; algo com¨²n es lo que se palpa en el trasfondo de casi todas las culturas, en sus leyendas o revelaciones. Y esas leyendas ¡ªhermosas o terribles¡ª de dioses y animales, de las diosas y sus transfiguraciones, desde Egipto y Mesopotamia hasta la India, Jap¨®n y el continente americano, muestran rasgos comunes porque son los sue?os del grande y ¨²nico durmiente eterno que sue?a infinitos mundos, diversos y evanescentes.
Un libro, en suma, que se lee con fascinaci¨®n y que nos recuerda que la humanidad crey¨® desde siempre ¡ªgracias a su fantas¨ªa¡ª que hay puertas abiertas hacia ¨¢mbitos desconocidos en los que moran los dioses, esas potencias y energ¨ªas que tambi¨¦n radican y act¨²an en nuestro interior con m¨¢s fuerza de lo que creemos.
La imagen del mito. Joseph Campbell. Traducci¨®n de Roberto R. Bravo. Pr¨®logo de Leandro Pinkler. Atalanta. Villa¨¹r, 2012. 624 p¨¢ginas. 55 euros.
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