La vida sigue sin ¡®Hospital central¡¯

Quiz¨¢ sea un s¨ªmbolo de los tiempos. Hospital central, la serie de Telecinco que desde su comienzo, all¨¢ por el a?o 2000, ha crecido pegada a la actualidad, tocando cuestiones como la violencia dom¨¦stica, la pobreza y la falta de recursos, la normalizaci¨®n de la homosexualidad o, m¨¢s recientemente, la privatizaci¨®n de la sanidad, toca su fin. Despu¨¦s de 20 temporadas, 300 cap¨ªtulos, 61 actores fijos y 900 epis¨®dicos (4.500 int¨¦rpretes en total han pasado por el plat¨®, haciendo cameos o figuraci¨®n), la ficci¨®n semanal m¨¢s longeva de la televisi¨®n espa?ola dice adi¨®s con la emisi¨®n de sus ¨²ltimos siete cap¨ªtulos, el primero de los cuales se pudo ver el pasado jueves (23.00).

El inicio de esta ¨²ltima etapa coincidi¨® con el fin de Amar en tiempos revueltos. La ficci¨®n diaria m¨¢s larga concluy¨® el pasado jueves en La 1, aunque solo temporalmente, ya que ser¨¢ recuperada por Antena 3 bajo el nombre de Amar es para siempre. En el caso de Hospital Central, la despedida parece ser definitiva, tras un amago de clausura en la temporada 19. Ya no habr¨¢ m¨¢s enfermedades raras, ni amor¨ªos imposibles, ni intrigas despiadadas, ni muertes tr¨¢gicas.

Tampoco habr¨¢ m¨¢s Vilches, un personaje que con su buen hacer y su mala baba se ha convertido en uno de los m¨¢s ic¨®nicos del panorama nacional, y que se ver¨¢ en la tesitura de tener que elegir entre su relaci¨®n con Manuela o su trabajo en el hospital. Para culminar a lo grande, y con dos finales diferentes grabados (por si acaso se decid¨ªa no poner el punto y final), la serie contar¨¢ en los ¨²ltimos episodios con la colaboraci¨®n de la actriz Blanca Portillo, que interpretar¨¢ a una polic¨ªa con problemas psicol¨®gicos, y cuya intervenci¨®n ser¨¢ determinante para el desenlace.

¡°Me voy con pena, porque es una familia, son muchos a?os juntos, pero con la conciencia tranquila y orgulloso¡±, cuenta Jordi Rebell¨®n, que ha dado vida al doctor m¨¢s famoso a este lado del Atl¨¢ntico, solo rivalizado por el despiadado House. Aunque abandon¨® temporalmente la producci¨®n entre las temporadas 14 y 18, el actor es uno de los dos nombres que perviven desde la primera temporada, junto a Antonio Zab¨¢lburu. Algo que ha acabado por encasillar al int¨¦rprete, aunque no le preocupa. ¡°Si le preguntas a cualquier actor si querr¨ªa este papel, te dir¨ªa que s¨ª, porque hacerlo significa trabajar, y estando como est¨¢n los tiempos, merece la pena¡±.

Hace 12 a?os, ni ¨¦l ni el resto del equipo pod¨ªan imaginar que acabar¨ªan convertidos en emblemas cat¨®dicos. ¡°Por aquel entonces la serie estaba pachucha, en coma, no pens¨¢bamos que iba a haber una segunda temporada¡±, cuenta Cristina Castilla, directora de ficci¨®n de Videomedia, la productora. ¡°Pero la reanimaci¨®n ha debido ser muy buena¡±. Entre los mayores retos que han vivido a lo largo de todo este tiempo, Castilla subraya la complicaci¨®n de hacer madurar la serie sin modificar su esencia, ¡°porque no aburrir y cambiar las cosas es complicado¡±.

Tanto tiempo y tanta emergencia m¨¦dica, asesorada por el jefe de Urgencias del Hospital Cl¨ªnico de Madrid, que acab¨® convertido en guionista, han desembocado en el uso de m¨¢s de 3.000 litros de l¨ªquido para simular la sangre, m¨¢s de 700 caracterizaciones de heridas, quemaduras o enfermedades, o 75 mujeres que han dado a luz, adem¨¢s de varios viajes a destinos como India, Guatemala, Per¨² y Camboya, donde han aprovechado para lanzar una denuncia sobre las condiciones en las que viven muchas personas en aquellos pa¨ªses. Tambi¨¦n ha habido premios, como el Ondas a la Mejor Serie de Televisi¨®n (2005), o el TP de Oro a la Mejor Serie Nacional (2006), y una audiencia media de m¨¢s de cuatro millones de espectadores en las 19 temporadas ya emitidas.

¡°Esta serie forma parte de la historia de la televisi¨®n, y ha sido una marca de la cadena¡±, concluye Rebell¨®n, que se tomar¨¢ un a?o sab¨¢tico para despu¨¦s volver al teatro. ¡°Todas las cadenas han querido tener una serie de m¨¦dicos, pero esta ha calado porque, adem¨¢s de estar bien hecha, bien dirigida y escrita, toca sentimientos¡±.