Borau: preguntar y responder
La exministra de Cultura escribe sobre el recientemente fallecido Jos¨¦ Luis Borau
Una de las cosas m¨¢s dif¨ªciles en cine como en el resto de las artes, es parecerse a uno mismo. Uno aprende con los maestros, uno est¨¢ rodeado por las obras que funcionan y son bien recibidas, tanto como por las que fracasan y son rechazadas. Muchas otras obras sin embargo quedan sepultadas en los estudios de los pintores de los que nunca saldr¨¢n, o en latas redondas en el almac¨¦n de un laboratorio, o en el disco duro de un ordenador del que no pasar¨¢n nunca a una imprenta para ser una novela. La mayor parte de lo que los humanos crean en sus cabezas no llega a comunicarse. Apenas una parte logra hacerse p¨²blica, transmitirse. Cuando quieres ser guionista, cuando sientes ese impulso de hacer lo que yo estoy haciendo ahora, deslizar tus dedos por un teclado, no sabes muy bien qui¨¦n eres y, lo que es peor, careces de referentes que te remitan a ti mismo. Quieres pintar con palabras, quieres fotografiar a tus semejantes, pero lo ¨²nico que puedes hacer es imitar ansiosamente lo que no eres t¨², lo que no conoces, lo que no has experimentado. ?C¨®mo hacer de lo particular algo muy general como requiere el cine?
En una de las primeras clases que yo recib¨ª de Jos¨¦ Luis Borau le hice una pregunta muy est¨²pida de la que estuve avergonz¨¢ndome muchos a?os. Le pregunt¨¦: ?por qu¨¦ funciona el Rocky Horror Picture Show? ?Por qu¨¦ gusta y seduce tanto? ?Por qu¨¦ pervive en el tiempo? Yo quer¨ªa desentra?ar el misterio. El maestro no supo o no quiso responderme. Vaya ejemplo de pel¨ªcula que hab¨ªa ido a elegir. Una extravagante que sin embargo me hab¨ªa impactado mucho en lo personal como jovenc¨ªsima espectadora, me hab¨ªa impresionado porque quiz¨¢, me dec¨ªa, otros tienen parecidos miedos y confusiones y mira, hacen relatos con ellos. Relatos complejos que contienen ense?anzas porque divierten, porque reconfortan cuando se comparten.
Yo recordaba que aquella tarde, hace m¨¢s de 20 a?os, el maestro, desconcertado, sorprendido por mi irreflexi¨®n, no me hab¨ªa contestado y hab¨ªa pasado al siguiente punto del temario en su minuciosa y bien pensada pedagog¨ªa de la escritura cinematogr¨¢fica. Pero no fue as¨ª. Estos d¨ªas en que no he sido capaz de acercarme ni al tanatorio ni al cementerio, como si esta vez no me diera la gana dar la raz¨®n a la muerte, como si esta vez lo que quisiera es seguir pensando que Jos¨¦ Luis est¨¢ ah¨ª vivo, inteligente, culto, sofisticado, coqueto, impaciente y adorable. Estos d¨ªas pensando en Jos¨¦ Luis, en su vida y viendo en los peri¨®dicos la lista de sus pelis, he comprendido la respuesta que me hab¨ªa dado: tienes que parecerte a ti misma. Uno se mira en el espejo y quiere ver otra cosa. Quiere ver a Spielberg o a Haneke. Quiere ver a Visconti o a Woody Allen. Pero el espejo no devuelve eso. El espejo es terco y cada ma?ana te devuelve a ti misma. Aceptar que una solo puede parecerse a una misma lleva a?os y requiere humildad: soy lo que soy. El cine de Borau es el de un tipo que sab¨ªa mucho de t¨¦cnica narrativa, pero que sobre todo sab¨ªa mucho de s¨ª mismo, de sus propios l¨ªmites y sus intereses m¨¢s aut¨¦nticos a los que siempre fue irrenunciablemente fiel.
Borau contest¨® a mi boba pregunta durante todos estos a?os. Nos ense?¨® a no juzgar nuestras intuiciones, pero a ser exigentes con ellas, nos ense?¨® a confiar en los deseos, pero a acompa?arlos de la t¨¦cnica. Y nos ense?¨® sobre todo a crecer huyendo de la copia, de la imitaci¨®n, porque eso solo conduce a la infelicidad, a la esterilidad y a la pobreza creativa y moral. En un pa¨ªs como Espa?a en el que peri¨®dicamente tenemos dudas sobre nuestra identidad, sobre nuestro valor y sobre nuestro lugar, en la modernidad y en la tradici¨®n, eso no es poca cosa. Porque todos queremos morir siendo unos tipos y tipas tan inmensamente ricos como Borau, que se parec¨ªa a s¨ª mismo y que deja tras de s¨ª, sembradas en cientos de cabezas y de corazones, tantas preguntas como respuestas. Y ese es el mejor patrimonio.
?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, exministra de Cultura, directora de cine y guionista.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.