Una suma con sabor americano

?Al igual que la m¨²sica es algo m¨¢s que una simple combinaci¨®n de signos, uno m¨¢s uno tambi¨¦n puede ser algo m¨¢s que dos en el mundo del rock. Bien lo saben Corizonas, el resultado de sumar a Los Coronas con Arizona Baby, dos de los grupos que m¨¢s apuestan por los sonidos de ra¨ªz norteamericana en Espa?a. ¡°Estamos en ese momento en que la personalidad propia de la banda supera al resto de personalidades. Nos hemos convertido en una voz propia¡±, asegura en conversaci¨®n telef¨®nica Javier Vielba, voz y guitarra de Corizonas, tras m¨¢s de un a?o de aventura con esta formaci¨®n.

Desde que pioneros del rock¡¯n¡¯roll formasen a mediados de los sesenta The Super Super Blues Band, que junt¨® a Bo Diddley, Little Walter, Howlin¡¯ Wolf y Muddy Waters, han sido muchos los artistas y los grupos que se han fusionado para crear proyectos alternativos de estupendo resultado, desde Cream, que uni¨® en 1966 a Eric Clapton, Jack Bruce y Ginger Baker, hasta uno de los m¨¢s recientes como Monsters of Folk, que asoci¨® a Jim James (My Morning Jacket), Conor Oberst (Bright Eyes), Mike Mogis (Bright Eyes) y M. Ward (She and Him). Con el EP The News Today en las tiendas, la idea de meterse en el estudio para grabar un ¨¢lbum y la celebrada gira Dos hombres y un destino, que recorre media geograf¨ªa espa?ola hasta mediados de diciembre, el caso de Corizonas es, posiblemente, uno de los de mayor ¨¦xito de la m¨²sica espa?ola en cuanto a asociaci¨®n de bandas se refiere.

¡°No ten¨ªamos muy claro en qu¨¦ pod¨ªamos convertirnos¡±, explica por tel¨¦fono Fernando Pardo, el guitarrista proveniente de Los Coronas y miembro asimismo de Sex Museum. ¡°Pero lo primero que nos sorprendi¨® es que son¨¢bamos como una banda. Y lo segundo es la repercusi¨®n que tuvo lo que hac¨ªamos por simple diversi¨®n¡±, a?ade. Por diversi¨®n tambi¨¦n se juntaron en 1988 George Harrison, Bob Dylan, Roy Orbison, Tom Petty y Jeff Lynne para formar los fabulosos Traveling Wilburys. Aunque salvando las distancias -¡°?qu¨¦ m¨¢s quisiera ser como ellos... son una referencia enorme!, indica Pardo-, Corizonas tambi¨¦n es la mezcla de generaciones de m¨²sicos, en los que los j¨®venes admiran a los veteranos y estos buscan el aire fresco de los otros. ¡°Nosotros ¨¦ramos muy fans de Sex Museum y Los Coronas. Desde hace muchos a?os, yo iba al backstage a verles y les pas¨¦ una maqueta cuando estaba en el instituto. Todo surgi¨® tras tomar unas cervezas y de forma muy espont¨¢nea¡±, cuenta Vielba, quien reconoce que, m¨¢s que fijarse en los Traveling Wilburys, siempre pens¨® en hacer una ¡°cosa cooperativa¡± al estilo de Mudhoney con Jimmie Dale Gilmore. ¡°Conseguir ese mezcla fant¨¢stica de garage y country-folk¡±, se?ala.

A pesar de las diferencias estil¨ªsticas entre Los Coronas y Arizona Baby, pues los primeros son los puntales espa?oles del surf instrumental y salvaje cocinado en el madrile?o barrio de Malasa?a y los segundos son los ¨²ltimos adoradores del folk-rock norteamericano salidos de Valladolid, Corizonas tienen una simbiosis perfecta, como si unos y otros estuviesen destinados a asociarse para crear un rock ¨¢rido, fronterizo y excitante, que remite a una pandilla de rockeros desparramando en el Viejo Oeste. ¡°Nuestra m¨²sica huele a campo, a tierra despu¨¦s de llover. Somos lo contrario a Rihanna que no huele nada natural¡±, afirma un entusiasta Pardo, que defiende el aspecto ¡°contracultural¡± del grupo. ¡°Soy de oficio entretenedor de la cultura underground y revitalizador. Estoy como viviendo la vida de otro porque soy demasiado fan de mi m¨²sica¡±, dice.

Como aquella gozosa reuni¨®n por recuperar el sonido originario de Memphis protagonizada por Roy Orbison, Johnny Cash, Jerry Lee Lewis y Carl Perkins, plasmada en el legendario ¨¢lbum Class of ¡®55, la banda de Pardo, Vielba y dem¨¢s compinches busca defender un rock primario, de marcado sabor norteamericano. ¡°Es nuestro compromiso con un tipo de rock¡¯n¡¯roll determinado. Cualquiera de nuestras referencias pueden hallarse en Austin o cualquier ciudad del sur de Estados Unidos¡±, cuenta el guitarrista de Los Coronas. No intentan ser originales, y no se puede decir que su propuesta destaque por su experimentaci¨®n o su af¨¢n de ruptura, aunque en la propia personalidad de la banda se halla el secreto de su magnetismo. ¡°Tenemos en com¨²n la m¨²sica americana de ra¨ªz y aquello que es alternativo. Hablamos un idioma muy parecido. Pero, a estas alturas, nos une m¨¢s la actitud¡±, explica Pardo, que viene a decir que Corizonas es la consolidaci¨®n de su propia actitud contraria a las modas desde los ochenta. ¡°Hubo una ¨¦poca en que ten¨ªas que formar parte de algo muy determinado. Todo eran jerseys con hombreras. En Sex Museum, decidimos romper con eso¡±, asegura. ¡°New Musical Express y el Melody Maker decidieron que Rory Gallagher no era nadie de un d¨ªa para otro. Y que Pet Shop Boys era lo que molaba. Pod¨ªa haber sido v¨ªctima de todo eso si no hubiese ido a contracorriente. Yo soy de los primeros discos de Wilco y The Jayhawks, ? que ven¨ªan de escuchar a The Long Ryders y Dream Syndicate¡±, apunta. ¡°Solo que a nosotros se nos ha ido un poco la cabeza. Intentamos tocar un poco las narices a lo que sea que est¨¢ en boga¡±, bromea, a modo de sentencia, Vielba.