Un ensayo contra el abuso de la memoria gana el Premio Nacional de Historia

Ricardo Garc¨ªa C¨¢rcel (Requena, Valencia, 1948) ha ganado el premio Nacional de Historia por su libro La herencia del pasado, publicado en marzo de 2011 por Galaxia Gutenberg/C¨ªrculo de Lectores, en el que analiza las sucesivas versiones sobre la historia de Espa?a y desenmascara lo que ¨¦l denomina ¡°los distintos secuestros de Cl¨ªo¡±. Un libro que naci¨®, seg¨²n explica el propio autor en su pr¨®logo, ¡°con voluntad cr¨ªtica respecto a la instrumentalizaci¨®n de la memoria hist¨®rica reciente y de la vieja memoria de mitos fundacionales y t¨®picos de toda procedencia¡±.

Catedr¨¢tico de Historia Moderna de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona desde hace tres d¨¦cadas, Garc¨ªa C¨¢rcel reflexiona sobre el debate entre memoria e historia ¨Ctan presente en Espa?a en los ¨²ltimos lustros- y sobre las dos tendencias que han pugnado por construir la identidad espa?ola: ¡°el adanismo antihistoricista que se niega a mirar atr¨¢s y el historicismo ansioso de buscar y encontrar las ra¨ªces m¨¢s remotas. Historia corta e historia larga¡±.

Frente a un presente en el que prima el cultivo de la memoria hist¨®rica reciente ¨Ccree el autor que son ¡°los nacionalismos sin Estado¡± los que tienen el monopolio de la historia larga-, Garc¨ªa C¨¢rcel defiende el conocimiento hist¨®rico. ¡°Son fundamentales las lecciones del pasado¡±, sostiene. Lo que no es coartada para avalar mitos sin fundamento. Garc¨ªa C¨¢rcel recuerda que los historiadores de su generaci¨®n fueron educados ¡°en el cultivo de los mitos m¨¢s rancios de la historia de Espa?a¡±. ¡°Llegamos a la universidad en los a?os sesenta¡±, recuerda en la introducci¨®n de su libro, ¡°y nos lanzamos a la caza y derribo de toda esa mitolog¨ªa que cuestionamos de arriba abajo en tanto que la identificamos con la historia oficial producida por el franquismo¡±. Un generaci¨®n que puso en la picota a una historia oficial.

La situaci¨®n actual, prosigue, ha arrinconado aquellos mitos (Reyes Cat¨®licos, entre otros) pero muestra una ¡°curiosa permisividad hacia los fabricados en la cantera de los nacionalismos sin Estado¡±. Despu¨¦s de recorrer los sucesivos procesos de construcci¨®n identitaria con el uso de la historia al servicio de ciertos discursos (viaja por el romanismo, la memoria visigoda e indigenista, los nacionalismos con historia de Catalu?a, Pa¨ªs Vasco y Galicia, el patriotismo de la Guerra de la Independencia, los mitos de la conquista americana o la memoria de la Guerra Civil), Garc¨ªa C¨¢rcel concluye con una reivindicaci¨®n del rigor cr¨ªtico para ¡°desvelar las falsas legitimaciones¡± y abordar ¡°el pasado sin complejos¡±.