John Talabot, mejor disco y canci¨®n para la redacci¨®n de EL PA?S

En el mes de enero cuando sali¨® fIN (Permanent Vacation), muchos se aventuraron a proclamar el disco debut del barcelon¨¦s John Talabot como lo mejor del a?o. Y parece que el osado vaticinio hipster se ha convertido finalmente en profec¨ªa autocumplida. Oriol Riverola (a.k.a. John Talabot, el nombre de su antigua escuela) hab¨ªa logrado un equilibrio sonoro casi perfecto. Un ¨¢lbum electr¨®nico que sonaba, al fin, atemporal. Los mimbres, en suma, con los que en el cambiante mundo de un g¨¦nero sin tradici¨®n consolidada se construye un cl¨¢sico. En cuesti¨®n de segundos, Talabot se col¨® en las rese?as y art¨ªculos de las revistas internacionales y de cabeceras de medios generalistas como The Guardian, que le encumbraba con muy mala leche y mayor ignorancia como el salvador de la m¨²sica en Espa?a desde el festival de Benidorm.

?l dijo en este peri¨®dico que no se consideraba estandarte de nada en su pa¨ªs, pero desde entonces la enorme bola de nieve en la que se ha convertido su ¨¦xito no ha parado de crecer. Si disco ha sonado tanto fuera de nuestras fronteras que se hace raro colarlo en la categor¨ªa nacional en estas listas. Surgido de las cenizas de D.a.r.y.l., su anterior proyecto como dj y productor, Talabot ha significado una renovaci¨®n total para la electr¨®nica en Espa?a. No solo a trav¨¦s de su ¨¢lbum y sus esmeradas remezclas, sino tambi¨¦n con el fruto de su olfato para lanzar a nuevos talentos espa?oles como Pional, Aster o Kresy en su sello Hivern (bastante ralentizado a causa de su propio ¨¦xito, por cierto).

Talabot, que al principio opt¨® por ocultar su identidad en entrevistas o fotos de promoci¨®n (es posible que le recuerden con la cara cubierta de papel Albal) explot¨® con su single Sunshine en pleno revival del house recorr¨ªendo Europa. Entre medio sucedieron muchas cosas, principalmente el EP Families, donde se empezaba a intuir realmente su nueva identidad sonora. Pero fIN supuso un punto de inflexi¨®n. No era un ¨¢lbum que abusara ya de ese lado luminoso y alegre de sus anteriores trabajos, encajonados en la etiqueta f¨¢cil de balearic. Al contrario, abrazaba cadencias mucho m¨¢s melanc¨®licas y hu¨ªa del beat de club y del recurso gratuitamente euforizante. Al fin y al cabo, lo que alumbr¨® despu¨¦s de un a?o jug¨¢ndose su salud mental en el estudio fue simplemente -y ese es el ¨¦xito- un ¨¢lbum de pop electr¨®nico. Pero de una densidad y generosidad de capas desbordante.

Por eso, y esa es la tercera pata del ¨¦xito de Riverola, tuvo que sudar la gota gorda para encontrar la f¨®rmula que le permitiese lucirlo en festivales y clubes. Para pegarlo un poco m¨¢s a la pista de baile y que al mismo tiempo aquello sonara como un directo con una puesta en escena alejada del t¨ªpico artista electr¨®nico con un port¨¢til que podr¨ªa estar contestando emails mientras la gente baila. ?l solo lo ten¨ªa crudo. As¨ª que lo que hizo fue llamar a su amigo Pional (compa?ero de sello y m¨²sico de apabullante habilidad para la producci¨®n) para que le echase un cable desenlatando ese complejo artefacto construido artesanalmente durante un a?o a base de sintetizadores anal¨®gicos y ordenador y, sobretodo, de unas estructuras y texturas irreconocibles de un tema a otro.

Debutaron en el ¨²ltimo Primavera Sound y arrasaron. Tanto que, Jamie XX (del grupo The XX) andaba por ah¨ª al t¨¦rmino de la actuaci¨®n de su banda, y les contrat¨® para que le acompa?aran en la gira mundial de promoci¨®n de su nuevo ¨¢lbum: Coexist (que, por cierto, ha sido elegido tambi¨¦n por la redacci¨®n de El Pa¨ªs y los lectores como lo mejor del a?o). Dice Talabot que no pens¨® en un disco de singles, pero Destiny, el tema en el que le acompa?a Pional y que esta redacci¨®n ha elegido como el mejor del a?o, ejerce perfectamente ese papel durante sus 4 minutos y 54 segundos. Por si el sutil arranque de voz que crece con la irrupci¨®n de la caja de ritmos no lo deja claro en la escucha en el sill¨®n de casa, solo hace falta ver c¨®mo funciona en directo y el efecto que causa en un p¨²blico que pasa de la contenci¨®n al salto en un segundo. Nunca el lanzamiento de un ¨¢lbum construido solitariamente en un estudio con sintetizadores y procedimientos enmarcados dentro de la producci¨®n electr¨®nica hab¨ªa sido tan importante en Espa?a.