¡°La historia se escribe con im¨¢genes¡±
Eugeni Forcano, premio Nacional de Fotograf¨ªa de este a?o, repasa su trayectoria en una entrevista
El pasado 26 de noviembre, Eugeni Forcano (Barcelona, 1926) pens¨® que uno de los primeros telegramas que recibi¨® para felicitarlo por el Premio Nacional de Fotograf¨ªa que le acababa de conceder el Ministerio de Educaci¨®n, Cultura y Deporte, era de su amigo Juan Carlos. Pero algo no cuadraba, ya que su mujer no se llamaba Sof¨ªa. ¡°Mi hermano me dijo que era de los Reyes. Luego vi que pon¨ªa ¡®Sus Majestades¡¯, por lo que no hab¨ªa duda¡±, explica con una gran sonrisa este hombre afable, de conservaci¨®n r¨¢pida, coqueto en el vestir y pulcro con un perfecto corte de pelo y bigote. Forcano ha sido, y es, un hombre atractivo y con grandes dotes de persuasi¨®n. Las mismas que utiliz¨® durante a?os para realizar sus magn¨ªficas fotograf¨ªas en las que captaba instantes sin despertar la suspicacia de los protagonistas.
¡°No me lo esperaba para nada, soy un poco mayor ya. Ha sido suerte. Pero el premio y la suerte ha sido poder hacer lo he que he querido¡±. ¡®Suerte¡¯ es una palabra que repite, una y otra vez, durante la entrevista celebrada en el sal¨®n de su casa barcelonesa, presidido por su inseparable Rollei, la c¨¢mara de visor superior que siempre us¨®. ¡°Suerte y trabajo¡±, puntualiza.
Abigarrada y con cierto horror vacui, el comedor est¨¢ lleno de esculturas, cuadros, v¨ªrgenes de tama?o natural, flores, muebles y muchas carteras y carpetas llenas de fotograf¨ªas, negativos, cat¨¢logos y revistas en las que han aparecido publicadas sus im¨¢genes. ¡°Las tengo aqu¨ª porque no tengo donde ponerlas. No lo he preparado¡±, se excusa.
Pero se nota que le gusta hablar de su trabajo y mostrarlo. ¡°Es para que vea lo poli¨¦drico que soy¡±. Se levanta, una y otra vez, y saca de las cajas las enormes copias de las fotograf¨ªas en blanco y negro que lo identifican: ni?os, monjas, modernos turistas, gente de la calle, adem¨¢s de elementos del paisaje urbano como coches, tiendas o fiestas. Entre ellas est¨¢n las escenas del mercado de Banyoles y las fotograf¨ªas que hizo a Josep Pla -¨¦l lo llama Jos¨¦-, como la que el escritor aparece envuelto en el humo de su cigarrillo. ¡°Estuvimos paseando por Barcelona y no fue dif¨ªcil conseguirlo porque fumaba mucho. Era un t¨ªo fuera de lo com¨²n¡±. Forcano recuerda todas y cada una de las circunstancias en las que hizo sus im¨¢genes, las esquinas y las plazas y las personas que aparecen en sus fotos, aunque haya pasado m¨¢s de medio siglo. ¡°Busco la emoci¨®n. Si no me emociono, no puedo disparar. El reportaje es un momento feliz que no se repite, ya puedes disparar cientos de fotos, que si no sale, no sale¡±, comenta delante de la imagen de una madre descalza que lleva a su hijo en brazos bajo la lluvia.
¡°La fotograf¨ªa ha sido para m¨ª un camino de emociones y sentimientos, de sue?os e incluso de utop¨ªa; el reportaje ha hecho posible poder acercarme y descubrir a la gente, sobre todo la an¨®nima y sin voz". Sin embargo no ha cultivado el retrato. ¡°Solo a Pla y Joan Mir¨®, pero no me ha interesado, prefiero a la gente an¨®nima. Si las clases altas aparecen es para poder comparar las diferencias de clase¡±, remacha.
Detr¨¢s de la suerte hay mucho trabajo. ¡°Sentido com¨²n, ilusi¨®n, pasi¨®n, inquietud y una fuerza interior que te empuje a trabajar, como pasa en otras ordenes de la vida¡±, asegura, para incidir que no es una persona de creencias religiosas: ¡°Admiro a Cristo, me gustar¨ªa creer pero la calle y la vida me ha ense?ado cosas que me lo impiden¡±.
La suerte le cambi¨® la vida cuando ten¨ªa 34 a?os: ¡°No pens¨¦ ser fot¨®grafo profesional, empec¨¦ como cualquier personas con una c¨¢mara y mucha ilusi¨®n, pero tras ganar el concurso de Destino, empezaron a encargarme trabajos para la revista¡±.
Encargos que continuaron para realizar cat¨¢logos de moda para empresas. ¡°Me dijeron que hiciera im¨¢genes en color y yo no hab¨ªa hecho ni una sola de esas fotos. Mi hermano sab¨ªa ingl¨¦s, compr¨® un carrete y ley¨® las instrucciones y las hice y gust¨® a todo el mundo, porque hacer fotos es muy f¨¢cil¡±. De una de las carpetas saca un cat¨¢logo realizado para Tilsa, una empresa de Le¨®n en la que la maniqu¨ª posa en la catedral y en diferentes pueblos de la provincia. ¡°Luego siguieron los trabajos para Myrurgia, Dupont, Warner y otras marcas de moda, que es lo que me dio dinero y as¨ª comprar espacios de libertad para hacer lo que yo quer¨ªa hacer¡±. Forcano recuerda los problemas que tuvo con las autoridades militares y religiosas del momento por algunas de sus fotograf¨ªas.
Con fama de outsider y de independiente asegura que ¡°no me he relacionado porque no ten¨ªa tiempo, ten¨ªa que pencar y no pod¨ªa ir a Boccacio, como otros. Me entregaba a mi trabajo porque lo hac¨ªa con mucha pasi¨®n¡±.
Despu¨¦s de la moda tambi¨¦n trabaj¨® con el color. ¡°Eran como locuras donde buscaba la textura. Me gustar¨ªa que se conocieran porque tengo unas 200 im¨¢genes in¨¦ditas¡±.
Desde 1995 un problema de salud le apart¨® del trabajo y no ha vuelto a ejercer de fot¨®grafo. ¡°Y aunque si he hecho fotos, ha sido a nivel particular, y ahora ya no hago, soy muy mayor¡±, cuenta con media sonrisa. Jam¨¢s ha trabajado con c¨¢mara digital, pero le maravilla el que ¡°ahora todo el mundo es fot¨®grafo y en cada casa haya tres o cuatro, y eso puede ser interesante a la larga. No descubro nada nuevo si digo que la historia se escribe hoy con im¨¢genes, el fot¨®grafo es el notario de la vida. Esto no lo pone en duda nadie¡±.
Contento por c¨®mo la cantidad de personas que le han felicitado, adem¨¢s de los Reyes, asegura que no ha recibido ninguna oferta en firme para una exposici¨®n sobre su obra. ¡°Realmente he tenido suerte, porque hay gente que ha trabajado tanto como yo y no lo han premiado tanto como a m¨ª¡±, remacha.
Fot¨®grafo nada normal
Forcano, el mayor de 13 hermanos, naci¨® por casualidad en Barcelona. ¡°Mi madre tuvo que venir aqu¨ª porque tuvo problemas con el embarazo. Me bautizaron en la catedral, pero viv¨ª, hasta que me cas¨¦, en Canet de Mar¡±. Ahora su principal preocupaci¨®n es poner orden en su material. ¡°Yo no soy un fot¨®grafo normal, yo no hac¨ªa contactos, seleccionaba la imagen que quer¨ªa de los negativos y ya est¨¢. Solo tengo ordenado el color y tengo mucho trabajo. Si Madrid me encarga una exposici¨®n, que me la encargar¨¢, tendr¨¦ que revisarlo todo.
En el a?o 2010 entreg¨® 650 copias ¡°ampliadas por m¨ª¡± al Arxiu Fotogr¨¢fico de Barcelona que organiz¨® con ellas una exposici¨®n. Preguntado por el caso Centelles asegura: ¡°No creo que tengan problemas conmigo. No tengo decidido que har¨¦ con todo esto pero lo dejar¨¦ todo a la ciudad de Barcelona o a mi pueblo, Canet". Desde hace unos meses le han dedicado en esta localidad del Maresme una sala permanente con su nombre en la Casa Museo Domenech i Montaner, con fotograf¨ªas suyas. En junio les donar¨¢ el reportaje completo sobre Josep Pla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.