C¨®mo gozar de la vida sin deseo

Vicente Gallego ha escrito algunos de los versos m¨¢s bellos de su generaci¨®n. Y ahora acaba de publicar algunas de las p¨¢ginas m¨¢s sorprendentes de su trayectoria. No se trata de un nuevo poemario del Premio Nacional de la Cr¨ªtica (y Loewe) por Santa deriva, sino de un ensayo sobre ¡°las diferentes tradiciones sapienciales de la humanidad¡±, explica el escritor de 49 a?os. El budismo, el tao¨ªsmo, los presocr¨¢ticos, el cristianismo, el islam, el vedanta (escuela filos¨®fica dentro del hinduismo), y tambi¨¦n textos de Cervantes, T. S. Elliot o Whitman son objetos de reflexi¨®n en Contra toda creencia (Kair¨®s). El autor, y funcionario de un vertedero en Valencia, aconseja su lectura a todo aquel que ¡°haya tocado el fondo de sus desenga?os y est¨¦ ansioso por iniciar la aventura de dar consigo en su cumplida desnudez¡±.

'Contra toda creencia' reflexiona sobre el tao¨ªsmo, el budismo o el islam

Gallego toc¨® fondo hace unos a?os. Estuvo ¡°inmerso en una b¨²squeda espiritual¡± y sali¨® de ella ¡°liberado¡± y con ganas de compartirla. ¡°Tuve una experiencia radical al darme cuenta de la absoluta inexistencia de mi persona. Vicente Gallego no es m¨¢s que un pensamiento err¨¢tico, cada uno me ve de manera diferente. Cuando uno descubre su inexistencia, deja de abrigar todo tipo de contradicciones. No hay necesidad de autoafirmarse, de imponerse a los dem¨¢s. Solo cuando vivimos en desnudez vivimos en paz. La muerte est¨¢ aqu¨ª y ahora¡±, apunta el poeta, de expresi¨®n acogedora y cuerpo enjuto y tatuado.

?Y qu¨¦ fue del Gallego vitalista, cortador de pinos, poeta de la experiencia y del disfrute de la vida? ¡°Sigue ah¨ª. Sigo siendo un gozador de la vida, de la carne, pero ya no hay en m¨ª contradicci¨®n, ni deseo, lo cual incluye gozar de todos los deseos y ver que todos ellos no son m¨¢s que la vacuidad ¨²ltima del ser. La comprensi¨®n de la realidad es una afirmaci¨®n de todo desde el vac¨ªo¡±, sostiene el escritor, que ha publicado tambi¨¦n el poemario Mundo dentro del claro (Tusquets).

Compa?ero de generaci¨®n e ¨ªntimo del poeta Carlos Marzal, ambos hijos literarios del maestro Francisco Brines, Gallego admite que su cambio de registro ha suscitado cierta perplejidad entre sus amistades: ¡°Sin embargo, la grandeza de la amistad es que los amigos se aceptan cordialmente. Ellos no necesitan convencerme de nada y yo tampoco a ellos¡±.

En Contra toda creencia tambi¨¦n se cita a muchos poetas, porque ¡°el oficio del poeta siempre ha dirigido la atenci¨®n a la voz de la madre conciencia¡±. ¡°Juan Ram¨®n Jim¨¦nez habla de la unidad de conciencia en ese himno maravilloso que es Dios deseado y deseante. Tambi¨¦n est¨¢ Cervantes con el ¡®?con¨®cete a ti mismo!¡¯ que le recomend¨® Quijote a Sancho...¡±. Gallego se lanza entonces a recitar el pasaje: ¡°Has de poner los ojos en qui¨¦n eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el m¨¢s dif¨ªcil conocimiento que puede imaginarse...¡±. Todo est¨¢ escrito con registro literario en su ensayo.