Nadie como ¡®las chicas de Londres¡¯

Once de las diecisiete medallas obtenidas por el deporte espa?ol en los Juegos Ol¨ªmpicos de Londres fueron cosa de las chicas. Nunca antes hab¨ªan ganado tantas. En cuesti¨®n de n¨²meros, las once medallas situaron a Espa?a como la d¨¦cima potencia mundial del deporte femenino, por delante de fen¨®menos ol¨ªmpicos como Italia, Corea del Sur o Ucrania. En su edici¨®n especial de Navidad, Informe Robinson (martes, 20.30 en Cana+) retrocede en el tiempo para rendir homenaje a esta mujeres, una deportitas que basaron su ¨¦xito en el sacrificio y el talento.

Pero para llegar a lo m¨¢s alto, cada deportista carg¨® con su odisea personal. Como se puede comprobar en ¡®Las chicas de Londres¡¯, t¨ªtulo del reportaje, el miedo atenazaba a Mireia Belmonte en las grandes citas hasta que salt¨® a nadar la final de 200 mariposa consciente de que ya no ten¨ªa nada que perder. ¡°Cambi¨¦ la estrategia. Sal¨ª a intentar morir si hac¨ªa falta¡±. Mireia se propuso espantar sus temores a brazada limpia y cuando toc¨® la pared vio que era plata. Un mes antes de los Juegos la windsurfista Marina Alabau abandon¨® la bah¨ªa de Weymouth ¡ª¡°Dije a mi familia que no quer¨ªa ni o¨ªr hablar de la medalla¡±¡ª para recuperar la serenidad en Tarifa a base de yoga y fisioterapia. Un mes despu¨¦s, Alabau gan¨® el oro con un descomunal dominio de la competici¨®n.

M¨¢s que ansiedad, la nadadora sincronizada Andrea Fuentes habla de angustia y reflexiona sobre el sentido de entrenar diez horas al d¨ªa por una medalla capaz de escurrirse por culpa de un dedo no alineado. ¡°Llegamos a puntos an¨ªmicos muy bajos. Si no gano la medalla, me muero¡±. La aparente fragilidad de las chicas de la sincro se desmonta con la guerra de nervios que descoloc¨® a las chinas en los minutos previos al ¨²ltimo ejercicio del d¨²o. ¡°Anna (Tarr¨¦s) nos dijo: apartaros que vienen las chinas y dijimos: aqu¨ª no se aparta ni dios¡±, recuerda Fuentes, plata en el d¨²o por delante de China y bronce por equipos.

El valor de la fuerza y la resistencia son tambi¨¦n rasgos distintivos de la luchadora Maider Unda (35 a?os) o la taekwondista Brigitte Yag¨¹e (31). Ambas hab¨ªan estado a punto de retirarse, ambas afrontaron este viaje como la ¨²ltima oportunidad y fueron capaces de sacar su genio en las situaciones m¨¢s cr¨ªticas. La importancia de la ayuda psicol¨®gica, la autoestima, la fuerza mental, la necesidad de disfrutar para rendir o el humor como v¨ªa de escape aportan muchas claves para comprender las diferentes historias.

Las chicas del waterpolo, debutantes en unos Juegos y exponentes del amateurismo m¨¢s genuino, confiesan su perplejidad al verse rodeadas de 5.000 espectadores cuando lo habitual para ellas es jugar ante un p¨²blico de 30 personas. ¡°O te cagas o te viene un subid¨®n¡±, ilustra Pili Pe?a con el mismo desparpajo que les sirvi¨® para barrer rivales hasta la mism¨ªsima final. En t¨¦rminos de traves¨ªa ol¨ªmpica, cuesta imaginar una m¨¢s incre¨ªble que la emprendida por la regatista T¨¢mara Echegoyen junto a ?ngela Pumariega y Sof¨ªa Toro. No se conoc¨ªan entre s¨ª, no ten¨ªan barco y apenas so?aban con llegar a Londres, pero en tres a?os pasaron de la nada al oro y punto final, dado que su clase desaparece como disciplina ol¨ªmpica. ¡°Veo que poco a poco esto se acaba. Mucha gente se va a olvidar y solo quedar¨¢ en nosotras¡±, resume Sof¨ªa Toro.

La sencillez las define. A la mayor¨ªa, los Juegos no les cambi¨® la vida y pronto volvieron a las facultades, las oficinas o a cuidar de sus ovejas. En ellas tambi¨¦n se refleja la realidad del pa¨ªs. La precariedad crece a pesar de los ¨¦xitos deportivos. La escasez de medios es una constante en cada vez m¨¢s disciplinas. Nueve de las balonmanistas ol¨ªmpicas juegan fuera de Espa?a. Aspiraban a un sueldo y se marcharon a Ruman¨ªa, Eslovenia, Serbia o Dinamarca, donde Macarena Aguilar y Ver¨®nica Cuadrado se sienten reconocidas como los futbolistas en Espa?a, como estrellas de verdad, como aquel 11 de agosto cuando tres millones de espectadores se asomaron a sufrir una agon¨ªa de dos pr¨®rrogas y explotaron de emoci¨®n al ver a un grupo de guerreras con su medalla de bronce. Como si fuera ayer.