Passando
Es precisamente en tiempo de generosidad cuando m¨¢s quedan delatadas las acciones b¨¢rbaras o mezquinas
Las Navidades siempre han estado asociadas a las buenas acciones. Pero es precisamente en tiempo de generosidad cuando m¨¢s quedan delatadas las acciones b¨¢rbaras o mezquinas. Quiz¨¢ por eso los dos cuentos m¨¢s inmortales que ha dejado la Navidad transcurren entre sombra. En el primero, los padres a punto de dar a luz huyen de la persecuci¨®n hasta encontrar un rinc¨®n humilde pero c¨¢lido para traer a su hijo al mundo.
Este a?o sabemos que no hab¨ªa mula ni buey, pero el esp¨ªritu contin¨²a. Puede que por eso en Navidad la gente que queda expulsada del sistema ofenda m¨¢s nuestra alegr¨ªa. Este a?o celebramos la salida de los sin papeles del sistema sanitario de algunas de las autonom¨ªas punteras de Espa?a, sin apenas reacci¨®n de las altas jerarqu¨ªas eclesi¨¢sticas, que a esto lo consideran pol¨ªtica y a otras legislaciones sociales, en cambio, atentados contra la moral. Los ciudadanos de todas esas comunidades ven incluso c¨®mo el Gobierno central afea a las regiones que se han negado a aplicar la medida y les amenaza con inutilizar sus tarjetas sanitarias.
Lo cual nos lleva directos hasta el segundo cuento, donde Dickens perpetu¨® la idea de que los fantasmas de la bondad navide?a acosan y derriban a las almas m¨¢s rastreras. Los espectadores saben que los cuentos son solo cuentos, por m¨¢s que en ellos asentemos nuestra imaginaci¨®n vital y nuestras esperanzas.
Los empleados de la sanidad madrile?a, con su persistencia en la huelga y la dimisi¨®n en bloque de los equipos directivos, han ofrecido un postrero ejemplo de dignidad para cerrar un a?o que se ha llevado por delante tantas dignidades como conquistas sociales. Cuando el presidente regional, el se?or Gonz¨¢lez, cuyo nombre de pila por ahora no es V¨¢yase, recibi¨® la noticia, retrat¨® su esp¨ªritu negociador con una frase cargada de cinismo: ¡°Bienvenidas sean las dimisiones¡±.
Hablamos pues del mundo real, tan lejano de las fantas¨ªas bondadosas como la zambomba del viol¨ªn. De lo que se trata es de acelerar el negocio de los c¨®mplices, sin siquiera esmerarse en que la m¨²sica suene con dulzura a los o¨ªdos del ciudadano, que a¨²n sue?a con que le toca el Gordo antesdeayer. En esta Navidad se impone el villancico punk: Paso de vosotros.
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