Un siglo de vanguardia con Huidobro
Cuatro poetas recuerdan al autor chileno en los cien a?os de ¡®La gruta del silencio¡¯, el poemario que lo confirm¨® como un gran renovador de la poes¨ªa hispanohablante

¡°Le¨ªa un libro lleno de jugo de lirios,/ De gotas de sangre,¡±, as¨ª empieza el poema El libro del silencio de Vicente Huidobro, uno de los primeros poetas latinoamericanos que se abri¨® paso en la jungla literaria del a¨²n nuevo siglo XX con palabras, versos y formas vanguardistas que innovaron la poes¨ªa en espa?ol. Y puso a Chile en el mapa de la literatura universal. Nacido en Santiago de Chile en 1893 y muerto en la Cartagena de su pa¨ªs en 1948, Huidobro fue uno de los pioneros del creacionismo. Aunque hace su debut en 1911 con Ecos del alma, es hace un siglo, en 1913, con tan solo 20 a?os, cuando se revela como una voz renovadora y singular en el libro La gruta del silencio, del que forma parte el poema que abre este art¨ªculo, aunque su fama y popularidad se inmortalizar¨ªan en 1931 con Altazor.
Sobre su importancia y la estela de su poes¨ªa, cuatro poetas espa?oles miran la obra del autor chileno y crean una suerte de prisma literario para apreciar mejor su po¨¦tica:
Origen y creacionismo, por Jos¨¦ Manuel Caballero Bonald, premio Cervantes: ¡°Escribir con apenas veinte a?os un libro como La gruta del silencio tiene algo de prematura afirmaci¨®n de la singularidad. As¨ª lo atestigu¨® Vicente (Garc¨ªa) Huidobro (Fern¨¢ndez) hace ahora un siglo y as¨ª se acredita hoy todav¨ªa. Aunque la inocencia hereditaria del modernismo predomina obstinadamente en esos poemas, ya se insin¨²a de pronto esa tentativa principal de la poes¨ªa de Huidobro: la de sondear en lo desconocido en busca de lo nuevo, un empe?o que ven¨ªa de Baudelaire y conducir¨ªa al creacionismo. Pero en La gruta del silencio, y sobre todo en la serie de cuartetos alejandrinos que jalonan el libro, se advierte todav¨ªa esa tonalidad simb¨®licamente visual que proviene del culto a la belleza de los parnasianos. Tal vez pueda afirmarse que el autor de Altazor, poeta atrabiliario, aturdido por la egolatr¨ªa, experto en enigmas, ya intu¨ªa en 1913 que ¡®toda poes¨ªa es un desaf¨ªo a la raz¨®n¡±.
Cosmopolitismo y universalidad, por Juan Antonio Gonz¨¢lez Iglesias: ¡°Un siglo es una unidad de medida po¨¦tica que empieza a mostrar las cosas con exactitud. La gruta del silencio aparece ahora como un libro renovador en lengua espa?ola que pertenece al imperio literario franc¨¦s. Verlaine, Baudelaire y Mallarm¨¦ son sus modelos, aunque habr¨ªa que tirar del hilo sutil que conecta a Huidobro con G¨®ngora. (pienso en ¡°rasgando nubes y segando estrellas¡±). Cosmopolitismo y universalidad son dos valores que hacen que el Nuevo Mundo tenga una nueva poes¨ªa. Sin desarraigarse de la tradici¨®n grecolatina (hay memoria de Horacio en ¡°el desprecio brutal hacia las turbas¡±) y cristiana. Es curioso que se defina como ¡°poeta por la gracia de Dios¡±, en lat¨ªn m¨¢s de Virgilio que de la Iglesia, "Dei gratia vates". M¨¢s all¨¢ de los ismos importa la fuerza de la met¨¢fora. Me llaman la atenci¨®n los instantes costumbristas en un proyecto tan cosmopolita. Lo definitivo es la determinaci¨®n con que est¨¢ escrito el libro, con la fuerza de un gran poeta que escribi¨® sabiendo que lo era, en un ¨¦poca en la que todav¨ªa hab¨ªa sacralidad po¨¦tica, eso se respeta en cada p¨¢gina. En LGDS no s¨®lo est¨¢ el Huidobro futuro, sino el futuro, cosa que sucede en todo libro po¨¦tico audaz. Por eso le dice a su hija ¡®s¨¦ t¨² misma con toda tu aristocracia / la gran aristocracia de los bosques¡±.
Vanguardia y rivalidad, por Antonio Colinas: ¡°Es curioso que el centenario de un libro como La gruta del silencio, de Vicente Huidobro, coincida con el de su caligrama Tri¨¢ngulo arm¨®nico, que ya tempranamente nos habla de qu¨¦ visi¨®n pose¨ªa ¨¦l -en forma y fondo- de la poes¨ªa. Siempre tendremos presente su rivalidad con Neruda, pero a Huidobro no se le puede negar ese af¨¢n de que la poes¨ªa sea algo m¨¢s que una mera copia de la realidad, que un testimonio fotogr¨¢fico de ella. Su provocador deseo (algo que, a veces, se nos recuerda desde Plat¨®n) de que el poeta es ¡°un peque?o dios¡± y el verso una llave que ¡°abre mil puertas¡±, nos hablan de su original y fecundo radicalismo; ese mismo radicalismo que ha hecho de ¨¦l el primer vanguardista de nuestra lengua. Aunque he sido un apasionado lector del mejor Neruda, nunca he dejado de reconocer estos m¨¦ritos de la poes¨ªa de Huidobro, ese tipo de poeta-revulsivo que a veces tan necesario es en ese mundo de las po¨¦ticas de lo plano y lo simple que, a veces (?por vagancia creativa?) tanto gustan en nuestros d¨ªas¡±.
Precursor y polemista, por Luis Garc¨ªa Montero: ¡°Si respetamos la l¨®gica vanguardista que tanto propag¨®, Vicente Huidobro no podr¨¢ enfadarse conmigo cuando afirmo que, sobre todo, me parece un gran precursor. Sus libros forman parte de ese af¨¢n de renovaci¨®n que sirvi¨® para alumbrar procedimientos l¨ªricos y voluntades metaf¨®ricas muy caracter¨ªsticas del primer tercio del siglo XX. Quien falsific¨® fechas de libros para ser el m¨¢s adelantado, no puede incomodarse con el grado de precursor. No discuto que tenga poemas importantes, pero su valor real se debe al papel hist¨®rico que jug¨® dentro de la evoluci¨®n de la poes¨ªa hisp¨¢nica. Otros se encargar¨ªan en darle largo recorrido a lo que fueron golpes cubistas de ingenio y callejones sin salida. Como Huidobro fue tambi¨¦n un gran polemista, no le importar¨¢ que yo mantenga vivas sus pol¨¦micas y confiese de forma clara que soy m¨¢s de Neruda¡±.
La herencia de Huidobro la ha recogido la Fundaci¨®n Banco Santander en un volumen con lo mejor de su po¨¦tica bajo el t¨ªtulo Vicente Huidobro. Poes¨ªa y creaci¨®n. La selecci¨®n y el pr¨®logo corren por cuenta del hispanista italiano Gabriele Morelli, que rescata un poema in¨¦dito y una carta a Federico Garc¨ªa Lorca. Un recorrido por las ideas y vericuetos po¨¦ticos a los que hoy se rinden homenaje. Un asom¨® a La gruta del silencio, escrita hace un siglo, se aprecia en poemas como este:
El libro silencioso
"Le¨ªa un libro lleno de jugo de lirios,
De gotas de sangre,
De un helado sudor martirio,
De un susurro de tarde.
Las palabras, reptiles de la gruta del alma,
Se retorc¨ªan de dolor y de espanto,
Se enroscaban y hu¨ªan a trav¨¦s de las p¨¢ginas
Y ante el blanco
Silencio salmodiaban un canto.
Era un libro empapado de un milagro doliente,
Los misterios en ¨¦l se cruzaban,
Se ca¨ªa a las manos la frente,
Se mor¨ªan de tarde las almas.
A la orilla del libro me acerqu¨¦ yo una tarde
Y aspir¨¦ de sus lotos el perfume amargado,
Y vi en su remanso las gotas de sangre,
Y escuch¨¦ el dialogar de los astros.
All¨ª vi el modo de pasarme a solas
Los sesenta fastidios de la hora,
Y vi c¨®mo se mece en el Recuerdo
El lirio azul de los ideales muertos.
Este libro es un libro, poeta enigm¨¢tico,
Es tu libro que vierte la luz del ocaso,
Higuera que da sombra, en el camino grave,
Como una tristeza de madre".
Una de las personas que mejor define la obra de Huidobro, como recuerda Morelli, en la introducci¨®n del libro, es precisamente su compatriota Pablo Neruda, que dijo: ¡°Huidobro es un poeta de cristal. Su obra brilla por todas partes y tiene una alegr¨ªa fascinadora. En toda su poes¨ªa hay un resplandor europeo que ¨¦l cristaliza y desgrana con un juego pleno de gracia e inteligencia. Lo que m¨¢s me sorprende de su obra es su diafanidad. Este poeta literario que sigui¨® todas las modas de una ¨¦poca enmara?ada y que se propuso deso¨ªr la solemnidad de la naturaleza, deja fluir a trav¨¦s de su poes¨ªa un constante canto de agua, un rumor de aire y hojas y una grave humanidad que se apodera por completo de sus pen¨²ltimos y ¨²ltimos poemas¡±.
Vicente Huidobro. Poes¨ªa y creaci¨®n. Selecci¨®n y pr¨®logo de Gabriele Morelli. Fundaci¨®n banco Santander (Colecci¨®n obra fundamental)
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