Jorge Ibarg¨¹engoitia, el humor en serio
Nuevas ediciones mantienen viva la memoria del escritor mexicano en el 30? aniversario de su muerte. Gran retratista de la idiosincracia de su pa¨ªs
"Si no ha le¨ªdo a Jorge Ibarg¨¹engoitia, compre alguno de sus libros y l¨¦alo. Es muy probable que no encuentre nada en las librer¨ªas espa?olas, lo que demuestra, una vez m¨¢s, que la vida puede estar muy bien, pero el mundo est¨¢ muy mal. Si tiene un amigo en M¨¦xico, consiga que le env¨ªe las obras de Ibarg¨¹engoitia. Si no tiene ese amigo, lam¨¦ntelo amargamente. Insisto: lea a Ibarg¨¹engoitia". Este fue el reclamo que hizo Enric Gonz¨¢lez, en 2007, sobre el libro Instrucciones para vivir en M¨¦xico (de Planeta M¨¦xico) del autor mexicano. Cinco a?os despu¨¦s la obra literaria de Ibarg¨¹engoitia tiene m¨¢s presencia en las librer¨ªas y, en el 85? aniversario de su nacimiento y 30? de su muerte, goza de un mayor reconocimiento por parte de los lectores.
Toda la obra literaria del mexicano Jorge Ibarg¨¹engoitia (1928-1983) est¨¢ llena de humor, iron¨ªa y sarcasmo. Miraba con agudeza lo que ocurr¨ªa a su alrededor y poco tardaba en escribir un cuento, una novela o un art¨ªculo period¨ªstico. Se burlaba con cierto lamento de las tropel¨ªas cometidas por la clase pol¨ªtica del PRI. Contaba los h¨¢bitos sociales de sus paisanos y daba as¨ª las claves para entender a M¨¦xico. En forma divertida pero, en el fondo, muy seria. Este 2013 se cumplen 30 a?os de su muerte, mientras sus libros se reeditan en Espa?a.
El acad¨¦mico y escritor Guillermo Sheridan asegura que ¡°Ibarg¨¹engoitia privilegia la sedimentaci¨®n de la historia como farsa en la imaginaci¨®n convencional, su condici¨®n de catecismo civil, y procede a analizar narrativamente sus argucias legitimantes por medio de una feroz parodia del estilo, aplic¨¢ndole a destiempo el sinsentido com¨²n, buscando en su tejido interior la raz¨®n de la sinraz¨®n caracter¨ªstica de la d¨¦bil cultura pol¨ªtica y moral del pa¨ªs.¡±
Sheridan compil¨® en cuatro libros los art¨ªculos que Ibarg¨¹engoitia escribi¨® para el viejo diario Exc¨¦lsior (quiz¨¢ el m¨¢s famoso sea Instrucciones para vivir en M¨¦xico) y en el Centro de Estudios Literarios de la UNAM ha diseccionado varias de las novelas de su compatriota. ¡°En un pa¨ªs en el que los que pierden las batallas son los que llegan m¨¢s lejos, Ibarg¨¹engoitia consigue, como quiz¨¢ ning¨²n otro narrador en M¨¦xico, con una asombrosa econom¨ªa de medios, un retrato perfecto de la lac¨®nica idiosincracia mexicana en su lenguaje: en el ret¨®rico y el coloquial. Detr¨¢s de ambas formas del silencioso disimulo, traza una cotidianeidad que sobrevive las ruidosas olas de la historia con un escepticismo total¡±, explica.
La Ley de Herodes y otros cuentos es el quinto libro de Jorge Ibarg¨¹engoitia que la editorial RBA publica en Espa?a. Son once ingeniosas historias en donde el narrador y protagonista se convierte en v¨ªctima de las circunstancias, la arrogancia, la mezquindad, la falta de respeto o las mentiras de sus m¨¢s allegados. Tienen la etiqueta de cuentos, pero bien podr¨ªan ser cr¨®nicas de la propia cotidianidad del autor. A veces ¨ªntimas, a veces rid¨ªculas, pero siempre cat¨¢rticas.
Ibarg¨¹engoitia naci¨® en Guanajuato (centro de M¨¦xico) en 1928. Se fue al Distrito Federal porque quer¨ªa ser ingeniero, pero despu¨¦s de tres a?os de estudiar la carrera decidi¨® que lo suyo eran las letras y no era hacer puentes o carreteras. Prob¨® primero en el teatro. Fue disc¨ªpulo del dramaturgo mexicano Rodolfo Usigli, pero cuando ¨¦ste no lo mencion¨® entre sus alumnos ¡°m¨¢s prometedores¡±, el ¨¢nimo de Ibarg¨¹engoitia qued¨® tan afectado que no quiso escribir m¨¢s obras. As¨ª que comenz¨® a hacer novelas. Con la primera, Los rel¨¢mpagos de agosto, una s¨¢tira de la Revoluci¨®n Mexicana, gan¨® en 1964 el prestigioso Premio Casa de las Am¨¦ricas que en Cuba consagraba a los escritores hispanos. Pero con Las muertas (1977), basada en la historia real de una banda de lenonas conocidas como ¡°Las Poquianchis¡±, se consolid¨® entre el gusto de los lectores.
¡°Si Juan Rulfo elev¨® la literatura mexicana a una narrativa tan tel¨²rica como transtemporal¡±, se?al¨® en 2009 el escritor Sergio Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez en las p¨¢ginas del suplemento Babelia, ¡°tan inserta en las fatalidades de su historia como en sus relatos de cacicazgos violentos, tan magistral en el reflejo de la pervivencia de los muertos y su nostalgia amorosa, que hablan igual que si estuvieran vivos y al hacerlo construyen un espacio extraordinario de lo que se debe aceptar y valorar como ficci¨®n moderna en un rango superior, Las muertas es una novela en la que la tierra aparece con todo su peso temporal, ir¨®nica frente a los determinismos de sus instituciones corruptas: gobierno, ley, religi¨®n, trabajo; fun¨¦rea en su sarcasmo de la ignorancia y la incuria y deslumbrante en su retrato de mujeres explotadas por parte de unas hermanas criminales en un conf¨ªn del centro de M¨¦xico. Es la degradaci¨®n de vivos que hablan como si estuvieran muertos.¡±
Los pasos de Ibarg¨¹engoitia
Adem¨¢s de La Ley de Herodes y otros cuentos, RBA ha publicado en Espa?a otras cuatro obras del autor mexicano:
- Estas ruinas que ves. Una sucesi¨®n festiva, din¨¢mica y alegre de an¨¦cdotas bajo una atm¨®sfera provinciana. Despu¨¦s de vivir muchos a?os en la capital, el protagonista regresa a su ciudad natal contratado para dar clases en su "provinciana" Universidad.
- Las muertas. Varios testimonios reconstruyen un caso real que conmocion¨® al M¨¦xico los a?os sesenta: la aparici¨®n de varios cad¨¢veres de prostitutas en distintas propiedades de unas madames.
- Dos cr¨ªmenes. En clave policial y tragic¨®mica, se narran las pasiones y las mezquindades con las que se topa Marcos, cuya militancia pol¨ªtica clandestina lo lleva a huir al campo para refugiarse en casa de un t¨ªo rico. Pero las mentiras que teje complican su situaci¨®n.
- Los pasos de L¨®pez. La aventura de una conspiraci¨®n en plena lucha por la Independencia, tan c¨®mica como err¨®nea, desencadena las fuerzas de la historia en donde se ven implicados unos personajes que poco tienen de h¨¦roes patrios.
Ibarg¨¹engoitia fue esposo de la pintora inglesa Joy Laville, que le ilustraba las portadas de sus libros, y juntos se fueron a vivir a Par¨ªs a finales de la d¨¦cada de los setenta del siglo pasado. En 1983 el escritor fue uno de los invitados al Primer Encuentro de Cultura Hispanoamericana en Bogot¨¢, Colombia. Estaba trabajando en una nueva novela que iba a llamarse Isabel cantaba, pero le pareci¨® oportuno hacer una pausa para ir al Congreso. El avi¨®n que lo llevar¨ªa hasta la capital colombiana hizo una escala en Madrid y, poco despu¨¦s del despegue, se estrell¨® en Mejorada del Campo. Era el 27 de noviembre de 1983.
Babelia
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