Se buscan vecinos para montar una cooperativa y comprarle a un fondo un edificio antiguo en Lavapi¨¦s
Los residentes de un bloque en la calle San Ildefonso plantean una propiedad colectiva que solo est¨¢ regulada en Baleares y Comunidad Valenciana
Los vecinos de un bloque en la calle de San Ildefonso, en Lavapi¨¦s, viv¨ªan de alquiler en un edifico con m¨¢s de 100 a?os. No tienen calefacci¨®n ni ascensor, en algunas casas se filtran humedades y la pintura est¨¢ descascarillada. Pagan entre 500 y 900 euros en funci¨®n de cada piso y encontrar algo similar en el centro de Madrid por ese precio es pr¨¢cticamente imposible. Un d¨ªa de diciembre del a?o pasado, cada una de las 24 familias que lo habitaban recibieron un burofax en el que les anunciaban que el propietario hab¨ªa vendido el bloque a un fondo de inversi¨®n llamado Atm Tyr Real State y que se ten¨ªan que ir cuando acabase su contrato. Los vecinos de seis casas lo hicieron, otros siguen negociando para irse, pero quedan los de ocho hogares que no piensan marcharse de ninguna manera. Ellos son los que proponen una soluci¨®n que aseguran que hasta ahora no hab¨ªa sido explotada en Espa?a: Montar una cooperativa de vivienda en cesi¨®n de uso junto con nuevos socios que quieran unirse y comprar entre todos el bloque para seguir viviendo en ¨¦l. Se trata de una suerte de club en el que cada miembro paga una cuota inicial con financiaci¨®n de la banca ¨¦tica, en este caso estar¨ªa entre 20.000 y 30.000 euros. Despu¨¦s tienen que pagar otra mensual m¨¢s barata que el alquiler que ten¨ªan hasta ahora. Si alguien se va, le devuelven el dinero que puso.
Actualmente, solo son esos ocho pisos, pero invitan a todo aquel que quiera sumarse a ponerse en contacto con el Sindicato de Inquilinas y participar para vivir all¨ª. Los nuevos socios de la cooperativa tendr¨ªan que pagar m¨¢s, pero se olvidar¨ªan de abonar mensualidades hasta amortizar su inversi¨®n. Ser¨ªa como pagar muchos meses de golpe, una especie de fianza de unos 30.000 euros. En caso de que quieran irse en alg¨²n momento, se les devolver¨ªa el dinero que han puesto actualizado al IPC y los inquilinos que los sustituyan ser¨ªan los que lo pagar¨ªan.
Al no haber ninguna intenci¨®n de enriquecerse, el precio es menor de lo que supondr¨ªa un alquiler. Mioara Cabrera lleva 10 a?os viviendo en el primer piso junto a su hijo de 18 a?os. Su contrato de alquiler ya venci¨®, pero ella sigue viviendo all¨ª y pagando. Seg¨²n los c¨¢lculos de los vecinos, si al final forman la cooperativa, Cabrera se ahorrar¨¢ un 28% todos los meses. Cada vecino aportar¨¢ una cantidad distinta, el precio depende del tama?o de la casa. Como la propiedad de todo el edificio es colectiva, ocurre lo mismo con las zonas comunes. Pagar¨¢n m¨¢s los que tengan pisos m¨¢s grandes.
Cabrera trabaja en un estanco de Chueca y siempre ha intentado vivir cerca de all¨ª. Estuvo varios a?os en ese barrio, despu¨¦s en el Barrio de las Letras y finalmente en Lavapi¨¦s. Ha visto como cada vez el precio que tiene que pagar por vivir en el centro es m¨¢s alto y culpa de ello a la especulaci¨®n inmobiliaria. Valora la idea de la cooperativa como una forma de luchar contra la crisis habitacional. ¡°Esto construye pa¨ªs. Esto tambi¨¦n es ser patriota¡±, opina.
El modelo de vivienda colectiva se export¨® desde Dinamarca y en Uruguay es com¨²n, pero en Espa?a sigue siendo marginal. Hay 26 en total y siempre son bloques construidos desde cero, lo que influy¨® en el dise?o. Normalmente este tipo de edificios minimizan las zonas privadas y explotan las comunes, con espacios como cuartos de lavadoras o cocinas compartidas. Mar¨ªa Paula Rodr¨ªguez, investigadora en la c¨¢tedra de la UNESCO de vivienda de la Universidad Rovira i Virgili, est¨¢ especializada en cooperativas en cesi¨®n de uso y le llama la atenci¨®n el caso de Lavapi¨¦s. Nunca hab¨ªa visto que los vecinos de un bloque que ya existe se pongan de acuerdo para comprarlo.
Rodriguez a?ade que en Espa?a las viviendas de este tipo no est¨¢ reguladas y eso provoca cierta ¡°inseguridad jur¨ªdica¡±. Solo la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares tienen leyes al respecto. Lo que los vecinos pueden o no a hacer con su casa lo marcan los estatutos que se aprueban cuando forman la cooperativa y en cada caso son distintos. Como las viviendas de este tipo no son privadas, sino colectivas, nadie es due?o y todos lo son. Por eso tampoco se puede poner en alquiler ning¨²n piso por cuenta propia ni lucrarse de cualquier otra manera sin que se decida en asamblea. ¡°Se basa en entender la vivienda como un derecho humano m¨¢s que como un activo financiero¡±, a?ade Rodr¨ªguez.
La idea de hacer una cooperativa surgi¨® en las negociaciones entre los vecinos y el fondo de inversi¨®n. En un principio, los inquilinos solo quer¨ªan mantener su alquiler y estaban incluso dispuestos a pagar m¨¢s por su mensualidad. Durante estas reuniones, el representante de la empresa les ofreci¨® venderles el piso por debajo del precio del mercado, pero no propusieron una cifra exacta. Tampoco dijeron por cuanto lo hab¨ªan comprado.
Jos¨¦ Ferreira es uno de los vecinos y, como adem¨¢s es arquitecto, elabor¨® un informe para estimar el valor del bloque. Compar¨® el edificio con otros cercanos para calcular un precio y tuvo en cuenta el valor del metro cuadrado en la zona. Seg¨²n ¨¦l, el fondo debi¨® hacerse con ¨¦l por casi cuatro millones y medio de euros y esa fue la cantidad que ofrecieron para comprarlo, pero los nuevos propietarios piden al menos cinco. ¡°Hemos hecho un gran esfuerzo para reunir ese dinero, pero por el precio que ofrecen ellos no lo vamos a comprar¡±, explica Ferreira. Desde Atm Tyr Real State aseguran que pagaron m¨¢s por el edificio que la cifra que dan los vecinos y dicen que su oferta de cinco millones sigue estando por debajo del precio del mercado.
En la zona de Lavapi¨¦s, el metro cuadrado est¨¢ entre los 3.000 y los 3.200 euros. El edificio tiene en total 1.301. Si se multiplica esa cifra por el precio m¨¢ximo del suelo all¨ª, el resultado son aproximadamente 4,2 millones. Seg¨²n los vecinos, si se tiene en cuenta el precio de cinco millones que ofert¨® la empresa, est¨¢n vendiendo por 3.970 euros por metro cuadrado y supera entones el precio de mercado. Si nada cambia, el sue?o de una vivienda colectiva y con un precio asequible se esfuma para los inquilinos, pero han aportado una nueva idea para acceder a un hogar digno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.