¡®Diccionario biogr¨¢fico espa?ol¡¯, acto II
Los 13 nuevos tomos publicados por la Real Academia de la Historia no caen en graves errores hist¨®ricos pero mantienen su tradicional amabilidad con los sublevados del 36
No hay en los 13 nuevos tomos impresos del Diccionario biogr¨¢fico espa?ol, de la Real Academia de la Historia, entradas de grandes figuras hist¨®ricas del siglo XX tan controvertidas como la de Franco y otras, publicadas cuando salieron los primeros 25 vol¨²menes de la obra. Las biograf¨ªas de protagonistas como Pasionaria, Juan Negr¨ªn o Largo Caballero est¨¢n hechas, cuando menos, con pulcritud ¡ªcaso del historiador conservador Stanley G. Payne escribiendo de Dolores Ib¨¢rruri o de su colega Gabriel Cardona retratando al teniente general golpista Jaime Mil¨¢ns del Bosch¡ª y algunas con reconocimiento a historiadores que son poco del gusto de la casa, como ocurre con ?ngel Vi?as, citado como fuente prestigiosa por el bi¨®grafo de Negr¨ªn. Perdura, eso s¨ª, ese tradicional tono de amabilidad para con los militares sublevados en el 36 contra la Rep¨²blica, de quienes se omiten sus episodios siniestros y se glosan sus haza?as.
Dolores Ib¨¢rruri. Al poco tiempo abandon¨® el catolicismo, pero siempre se mantuvo en una actitud de cerrada fe religiosa, en adelante consagrada al socialismo y, a partir de 1920, al comunismo (¡) La combinaci¨®n de elocuencia y pasi¨®n, el tono de una voz rica en matices, su estatura alta, su imagen de mujer siempre vestida de negro¡, todo se combinaba para formar una imagen ampliamente difundida por el aparato propagand¨ªstico del partido y de la Internacional como la comunista espa?ola m¨¢s conocida de la Guerra Civil y luego la espa?ola m¨¢s famosa del siglo XX (¡) En 1956, el XX Congreso del Partido Comunista sovi¨¦tico, en que se denunci¨® el culto a la personalidad de Stalin y los grandes cr¨ªmenes del dictador fallecido, fue un gran golpe para ella (¡) Sus funerales fueron apote¨®sicos, dominados por un gran culto a la personalidad, tanto dentro como fuera del pa¨ªs, ¨²nicos en toda la historia de las izquierdas revolucionarias en Espa?a¡±.
Emilio Mola Vida. ¡°El d¨ªa 21 se entrevist¨® con Aza?a, ministro de la Guerra, que orden¨® su detenci¨®n. Fue encarcelado en las prisiones militares de San Francisco, inh¨®spito caser¨®n, anta?o albergue de tropa (¡) Particip¨® en la sublevaci¨®n de Sanjurjo el 10 de agosto de 1932, por lo que se le separ¨® del servicio y pas¨® a la segunda reserva. Por entonces, falto de recursos, fabric¨® juguetes, escribi¨® cuentos para ni?os y un tratado de ajedrez sin ser jugador (¡) Pronto, al elogiar el aire barojiano de las Memorias, se las juzgaba tan excelentes que ¡®por s¨ª solas, le hubieran hecho c¨¦lebre como escritor pol¨ªtico y militar¡¯ (¡) El Gobierno, que ten¨ªa noticias de los proyectos del Ej¨¦rcito, adquiri¨® armamento en el extranjero y concentr¨® en Madrid y capitales de provincia el material militar y a¨¦reo (¡) unos petroleros rusos descargaron en C¨¢diz y Sevilla armas para las Casas del Pueblo (¡) En julio todo estaba ultimado para el alzamiento. Los comunistas, temiendo que se les adelantasen los militares, fijaron su revoluci¨®n para el 21¡±.
Juan Negr¨ªn. ¡°El env¨ªo de las reservas de oro a la Uni¨®n Sovi¨¦tica tuvo como objetivo salvaguardar esos recursos de la amenaza de que cayeran en manos del ej¨¦rcito franquista y tambi¨¦n financiar los gastos de la guerra (¡) Las investigaciones de ?ngel Vi?as han mostrado que un 27,4% del tesoro movilizado por el Banco de Espa?a fue adquirido por Francia y el resto fue a la URSS. A pesar de tan controvertida acci¨®n ¡ªque ha sido sistem¨¢ticamente manipulada por los detractores de Negr¨ªn y especialmente por la propaganda franquista¡ª, el proceso cont¨® con el consentimiento del presidente del Gobierno, Francisco Largo Caballero, y con el asentimiento del resto de miembros del Gobierno (¡) Fue el chivo expiatorio de los males de una Rep¨²blica¡¡±.
Jos¨¦ Mill¨¢n Astray. ¡°El c¨®digo de la nueva unidad fue el Credo legionario, basado seg¨²n su propio creador en el Bushido, el c¨®digo moral de los samur¨¢is (¡) Las Banderas del Tercio con esa magn¨ªfica preparaci¨®n fueron la baza fundamental de Berenguer que evitaron (1921) la ca¨ªda de Melilla en manos de Abd el Krim (¡) De Mill¨¢n Astray se cuentan m¨²ltiples an¨¦cdotas, unas favorables y otras no. En el famoso enfrentamiento que tuvo con Unamuno en la Universidad de Salamanca, la frase de ¡®?muera la inteligencia'¡¯ es criticada por muchos historiadores, pero matizada por otros¡±.
Francisco Largo Caballero. ¡°A sus malas relaciones personales se a?ad¨ªa la progresiva divergencia de sus proyectos pol¨ªticos, que en el caso del asturiano (Indalecio Prieto) se dirig¨ªa a la salvaci¨®n de la democracia republicana y en el de Largo Caballero se encaminaba abiertamente a la dictadura del proletariado (¡) Ante la sublevaci¨®n militar del 18 de julio exigi¨® el reparto de armas entre las masas obreras. ?l mismo, en los d¨ªas siguientes, visit¨® el frente de la sierra madrile?a vestido de miliciano y armado con un fusil¡±.
Juan March. ¡°Llegada la Guerra Civil, March fue uno de los principales sostenedores materiales del Gobierno de Burgos, m¨¢s all¨¢ y muy por encima de la an¨¦cdota de la compra del Drag¨®n Rapide para transportar a Franco desde Canarias a Marruecos. El m¨¢ximo conocedor del tema, Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez Asia¨ªn, no duda en calificar su ayuda financiera como uno de los elementos de la tr¨ªada de factores econ¨®micos sobre los que descans¨® el triunfo del bando nacional. Pese a lo cual las relaciones con el dictador gallego no discurrir¨ªan en la d¨¦cada de 1940 por cauces de cordialidad y entendimiento¡±.
Babelia
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