¡°Hace falta que las personas se expresen mejor en p¨²blico¡±
El acad¨¦mico Jos¨¦ Antonio Pascual, autor de 'No es lo mismo ostentoso que ostent¨®reo', trata que el lector aumente su seguridad en el uso del l¨¦xico
Utilizamos las palabras de la lengua espa?ola a veces con acierto y muchas otras sin saber bien qu¨¦ se quiere decir. En estos momentos de crisis aparecen t¨¦rminos que tienen un significado distinto al que se le est¨¢ dando seg¨²n la Real Academia de la Lengua, pero el uso frecuente de ¨¦stas puede llevar a que se den por bien empleadas. ?Se puede utilizar okupa para el que es desahuciado de su vivienda? El vicedirector de la Real Academia Espa?ola, Jos¨¦ Antonio Pascual, afirma que ¡°actualmente no, pero eso no significa que si el vocablo comienza a utilizarse masivamente por los ciudadanos y se refieren con ese t¨¦rmino a aquellos que se quedan sin vivienda por no pagar a los bancos eso puede llevar a que finalmente pueda ser aceptada como tal¡±. ?Y c¨®mo debemos referirnos a aquellos que se quedan en la indigencia a causa de la crisis? ¡°Empobrecidos; desesperados; depauperados; miserables, en sentido positivo. En el siglo XIX se empleaba para dirigirse a este tipo de personas el vocablo pelagatos¡±.
El autor de No es lo mismo ostentoso que ostent¨®reo (Espasa) se dedica a investigar la S en el Siglo de Oro y escribir este libro ha sido para ¨¦l como ¡°si viviese un proceso de seducci¨®n. Un cambio brutal respecto al tema tan ¨¢rido respecto a lo que me dedico habitualmente que este libro ha sido un divertimento y espero que los lectores disfruten tanto como yo escribi¨¦ndolo¡±. ?Hablamos bien los espa?oles? ¡°No ha habido ¨¦poca de la historia de Espa?a en la que haya m¨¢s medios para conocer mejor el lenguaje. En general se habla bien, pero hay m¨¢s desinter¨¦s. Aunque tengo que reconocer que en Latinoam¨¦rica o en Castilla se utilizan mejor las palabras. Echo en falta que las personas se expresen mejor en p¨²blico y eso se debe a que en la ense?anza se realizan pocos ejercicios orales. En los medios de comunicaci¨®n hablados hay escasez de modulaci¨®n y en televisi¨®n se promueve la barbarie; hablar a gritos o quitarse la palabra. Y eso es un verdadero desastre y un mal ejemplo para el espectador. Yo mismo he cometido errores en mis textos y tengo 10 folios en los que he anotado los fallos cometidos. Ni los fil¨®logos somos perfectos¡±, admite con cierta sorna.
me considero un artesano de las palabras y para m¨ª son el para¨ªso perdido, mi refugio
Las nuevas generaciones a trav¨¦s de los medios tecnol¨®gicos simplifican el lenguaje de tal manera que a veces es dif¨ªcil de entender. ¡°No importa, tambi¨¦n en el siglo XVIII hay manuscritos con t¨¦rminos reducidos. Lo importante es que tengan inter¨¦s en escribir. Vivimos momentos muy distintos y todo es accidental. Quiero ser positivo y si los j¨®venes usan las palabras, aunque sea con s¨ªmbolos, es una manera de abrir la puerta de la lectura. Los medios tecnol¨®gicos que tienen a su alcance los adolescentes son muy fuertes y es dif¨ªcil que se acerquen a un libro, pero hay que intentar que piquen y tratar de explicarles que el leer produce placer. No debemos olvidar que no hace tanto tiempo, en el siglo XX una mayor¨ªa del pa¨ªs era analfabeta¡±. Jos¨¦ Antonio Pascual (Salamanca, 1942) recuerda que 'La Regenta', de Leopoldo Alas Clar¨ªn, la ley¨® en una edici¨®n pirata y 'Aurora Roja', de P¨ªo Baroja, tuvo que pedir permiso al obispo.
?Cu¨¢l es su palabra preferida? ¡°A?orar. Es un precioso vocablo con cierto aire arcaico y quiz¨¢ se deba a esa propensi¨®n m¨ªa a los t¨¦rminos anticuados. Y detesto Implementar. No tengo argumentos s¨®lidos para explicar a que se debe, pero me horroriza¡±. El autor de No es lo mismo ostentoso que ostent¨®reo'ha escrito un libro para que ¡°el lector se acerque a ¨¦l sin miedo y descubra la azarosa vida de las palabras. He tratado que pase un momento agradable y que se divierta¡±. El vicedirector de la Real Academia de la Lengua reconoce que cuando comenz¨® ¡°ten¨ªa una falta absoluta de vocaci¨®n y que se meti¨® en el mundo de la Filolog¨ªa por casualidad. Tuve la suerte de tener excelentes profesores que me dieron los mecanismos para que me entusiasmase mi trabajo. Yo me considero un artesano de las palabras y para m¨ª son el para¨ªso perdido, mi refugio¡±.
Entusiasta de la novela negra ha descubierto en este tipo de literatura historias que cuentan lo que ocurre en este momento en muchos pa¨ªses. ?Papel o libro electr¨®nico? ¡°Lo combino. Tengo que reconocer que llevar a P¨¦rez Gald¨®s en una tableta que no ocupa nada es una gozada. Lo cierto es que me estoy desprendiendo de muchos libros de mi biblioteca porque al final te invaden, pero el encanto del papel es especial¡±.
Babelia
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