La alta costura se refugia en la naturaleza
Chanel hace construir un bosque para el desfile de primavera/verano 2013 de Karl Lagerfeld
Un camino que se adentra en el bosque, p¨¢jaros cantando, bruma de la ma?ana apenas disuelta¡ La ambientaci¨®n de f¨¢bula que acog¨ªa a los invitados al desfile de primavera/verano 2013 de Chanel surt¨ªa efecto en la g¨¦lida ma?ana parisiense. La casa francesa hizo construir un bosque en el interior del Grand Palais y en un claro, a los pies de un anfiteatro de madera, aparecieron las modelos. Karl Lagerfeld, el hiperactivo y pol¨¦mico director creativo de Chanel desde 1983, odia la nostalgia. Raramente se permite echar la vista atr¨¢s. A los setenta y muchos a?os (juega al despiste con su fecha de nacimiento, podr¨ªa ser 1933 o 1938) y en activo desde la d¨¦cada de los cincuenta, Lagerfeld siempre defiende que prefiere mirar hacia delante.
Sin embargo, ayer recorri¨® t¨¦cnicas, siluetas e inspiraciones de muchas ¨¦pocas. Formas tubulares de los a?os sesenta se encontraron con cortes imperio, gestos victorianos chocaron con otros vagamente medievales¡ De la mezcla surgi¨® una silueta que pon¨ªa todo el ¨¦nfasis en los hombros. El objetivo de la colecci¨®n era lanzar un mensaje de moda elaborado: redibujar la l¨ªnea del cuerpo colocando el protagonismo en los hombros, pero sin a?adir volumen ni caer en el manido recurso de las hombreras. Las soluciones son m¨²ltiples. A veces, los escotes descienden hasta la cabeza del h¨²mero y descubren un collar¨ªn cubierto de cuentas blancas que enmarca el rostro. Otras, se a?ade una tira ancha sobre la parte superior del brazo. Lagerfeld asegura que fue un vestido de Coco Chanel el que le dio la idea para este ¨²ltimo truco.
Saskia de Brawn, una de sus modelos favoritas, desfil¨® dando vueltas sobre s¨ª misma, revelando las varias faldas que escond¨ªa su vestido. Mientras giraba, evocaba el fantasma de la enajenaci¨®n como si fuera una mujer que no vive ni en el pasado ni en el presente. ¡°Son damas rom¨¢nticas y venenosas¡±, seg¨²n las notas del desfile. Con plumas en los ojos y en el pelo ¨Crecreaci¨®n sofisticada de maquillaje deshecho y melenas enredadas- las modelos vagaban por un momento suspendido en el tiempo. La secuencia de vestidos que remat¨® De Brawn era la m¨¢s lograda. Parec¨ªan estampados, pero en realidad eran un extraordinario trabajo de bordado que compon¨ªa min¨²sculos mosaicos de margaritas o an¨¦monas blancas sobre un mar negro surcado por finos cinturones rojos. La elaboraci¨®n de los tejidos y materiales era, en cualquier caso, apabullante: guipur sobre neopreno blanco, encaje de Calais, muselina pintada a mano, tweed con organza¡
Arropadas por 90 robles, 70 pinos y m¨¢s de 3.000 arbustos ¨Cque, seg¨²n la compa?¨ªa, en ning¨²n caso fueron cortados para la ocasi¨®n- las modelos parec¨ªan ninfas decadentes que se hubieran ataviado con flores y plumas. Al tiempo, sus alt¨ªsimas botas de encaje o tweed les daban el aire aguerrido de una novela de caballer¨ªas.
Como si fuera consciente del tono enso?ado que estaba logrando y quisiera hacerlo desaparecer de un plumazo, Lagerfeld cerr¨® el desfile con dos novias cogidas de la mano y acompa?adas de un ni?o. Un gui?o a la pol¨¦mica que ha generado en Francia la propuesta de ley que permitir¨ªa el matrimonio gay y tambi¨¦n la adopci¨®n. ¡°No entiendo por qu¨¦ las personas que viven juntas no pueden tener la misma seguridad que los burgueses que est¨¢n casados¡±, dijo a Reuters. ¡°Dos mujeres de casadas me parece de lo m¨¢s natural y tener dos madres es una buena cosa¡±. Puede que Lagerfeld se permita un paseo buc¨®lico de vez en cuando, pero sabe bien que el ¨¦nfasis en los hombros no ocupa los titulares.
Giorgio Armani conoce el negocio tan bien como el alem¨¢n y sabe que hoy la mirada est¨¢ m¨¢s que nunca en Asia. Para su colecci¨®n de alta costura retom¨® uno de sus temas favoritos, que resulta m¨¢s pertinente que nunca para la industria: el encuentro entre Este y Oeste. ¡°Tejidos extraordinarios, frutos de la cultura textil italiana, inspirados por diversos lugares del mundo¡±, en palabras de la compa?¨ªa. Una respuesta a una realidad: si Italia quiere mantener su papel preponderante en el sistema, necesita atender las sensibilidades globales.
Peque?os chalecos realizados con tiras de tela cosidas a mano, tocados negros y cetros anudados a las chaquetas y los vestidos fueron los inesperados protagonistas del baile. Los pantalones hasta el tobillo, ajustados y luego levemente acampanados, se combinaban con chaquetas asim¨¦tricas o cuerpos de ricos bordados. Entre tanto, los tonos chocolate, azafr¨¢n y rub¨ª daban una cualidad terrosa a la seda Mikado y a los abundantes motivos geom¨¦ticos. Si sumamos la colecci¨®n de Armani a los jardines de Dior y Chanel, obtenemos una temporada en la que la alta costura est¨¢ empe?ada en mirarse en el espejo de la naturaleza y en refugiarse entre sus bosques y colinas. Qui¨¦n sabe qu¨¦ buscar¨¢ en ellos.
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