Rem Koolhaas contra las estrellas
El holand¨¦s, reci¨¦n nombrado comisario de la Bienal de Arquitectura de 2014 en Venecia, la convertir¨¢ en un viaje a los or¨ªgenes de la globalizaci¨®n
¡°El arquitecto estrella es una figura que no existe, un lugar com¨²n para referirse a los que ganan monta?as de dinero y realizan todos los proyectos que desean. Un invento de los periodistas perezosos¡±. Rem Koolhaas (Rotterdam, 1944) toca su cabeza con la mano derecha y hace una serie de c¨ªrculos. Habla en un tono suave. Posa como un profesor apasionado por su asignatura favorita. Arquitecto, urbanista y prol¨ªfico escritor de ensayos, viene del mundo del periodismo y del cine. Sus libros han sido el faro para unos y la tormenta para otros. De arquitectura del espect¨¢culo no quiere o¨ªr hablar. La mirada del holand¨¦s, nuevo director de la Bienal de Arquitectura 2014, se aleja de todo convencionalismo y sigue la l¨ªnea del anterior comisario, el ingl¨¦s, David Chipperfield, que declar¨® sin reservas el divorcio del star system.¡°Es hora de ocuparse de arquitectura, no de los arquitectos¡±, asegura Koolhaas, premio Pritzker (2000) y Le¨®n de Oro a toda su carrera en la Bienal de Venecia (2010).
Su propuesta consiste en un viaje a los or¨ªgenes de la globalizaci¨®n. Bajo el t¨ªtulo general Fundamentals, dar¨¢ un giro de 360 grados a las ¨²ltimas ediciones, concentradas en la celebraci¨®n de lo contempor¨¢neo. El enfoque Koolhaas se centrar¨¢ en la historia de la arquitectura y los elementos b¨¢sicos e inevitables que la componen. Por ejemplo, ¡°el techo, el suelo, la pared, que todo arquitecto ha empleado en alg¨²n momento de su carrera¡±. El recorrido abarcar¨¢ la evoluci¨®n de las arquitecturas nacionales de 1914, a?o de la Primera Guerra Mundial, y arranque la globalizaci¨®n a 2014.
Nacida como hermana menor de la Bienal de Arte, el cap¨ªtulo de Arquitectura comienza a hacerse mayor y a demandar nuevas fronteras. La reci¨¦n concluida edici¨®n de Chipperfield dio mucho de qu¨¦ hablar, registr¨® un aumento del 4,7% del n¨²mero de visitas y un total de 178.000 entradas vendidas. Koolhaas desembarca en Venecia con un a?o de tiempo para revolucionarla. Como primer cambio transforma su duraci¨®n: la muestra se extender¨¢ seis meses, tres m¨¢s de lo usual: del 7 de junio al 23 de noviembre de 2014.
Es hora de ocuparse de la arquitectura no de arquitectos estrella Koolhaas
La gran piedra en el zapato de las Bienales suelen ser los pabellones nacionales, que por lo general van a su aire. Sin embargo, el innovador Koolhaas pretende crear un hilo conductor y que todos se unan a otro tema: Absorbing Modernity: 1914-2014. ¡°Cada pabell¨®n deber¨ªa eliminar a su manera las caracter¨ªsticas nacionales en favor de la adopci¨®n casi universal de una sola lengua moderna y as¨ª poder crear un repertorio ¨²nico¡±. Sobre este punto Koolhaas ha querido dejar claro que no tiene mucho sentido dialogar cada uno por su cuenta. ¡°En 1914 era v¨¢lido hablar de arquitectura china, india, o suiza; pero 100 a?os despu¨¦s, bajo la presi¨®n de guerras, reg¨ªmenes pol¨ªticos muy diferentes, m¨²ltiples condiciones de desarrollo, movimientos arquitect¨®nicos, talentos individuales, amistades, desarrollos tecnol¨®gicos, las arquitecturas que antes eran espec¨ªficas y locales ahora son intercambiables y globales¡±.
Si los pa¨ªses extranjeros no ceden al proyecto de Koolhaas, se jugar¨¢ otra carta. Quiere profundizar en las ra¨ªces hist¨®ricas a trav¨¦s de un viaje a los 100 a?os de arquitectura mundial, y para ello cuenta con el Pabell¨®n Central, en los Jardines. En el Arsenal desarrollar¨¢ una evaluaci¨®n de la arquitectura italiana en el ¨²ltimo siglo. Y sus aspiraciones requieren tiempo. Para coger el tim¨®n de la Bienal, Koolhaas ha puesto como condici¨®n comenzar a trabajar un a?o antes.
La exposici¨®n se centrar¨¢ en los ¨²ltimos cien a?os de esta disciplina
Mientras sigue en paralelo la transformaci¨®n de un edificio renacentista en un centro comercial, en Rialto. El inmueble, que ha sido motivo de gran pol¨¦mica es la Alh¨®ndiga de los Alemanes (Fontego dei Tedeschi), erigido en 1228 y reconstruido en el siglo XVI. Fue el almac¨¦n de los comerciantes alemanes durante la Rep¨²blica de Venecia. En el siglo pasado era propiedad de correos italianos, que alteraron su interior. La familia Benetton lo compr¨® por 53 millones de euros y piensa abrir un centro comercial en 2015. Se calcula que lo visitar¨¢n seis millones de personas al a?o.
Al tocar este punto caliente, Koolhaas corta en seco. ¡°El proyecto del Fontego ha sido una interesante aventura, que ha tenido un final feliz. No he sufrido por los problemas que he encontrado y que la final han sido separados¡±. Para llegar al ¡°final feliz¡±, ha debido redise?ar el proyecto inicial, que propon¨ªa una gran terraza cubierta con techo de cristal sobre el Gran Canal. Ha sido eliminada la escalera m¨®vil del patio central y ser¨¢ sustituida por una opci¨®n menos agresiva visualmente.
Meter las manos en la fr¨¢gil Venecia, ciudad museo al aire libre es siempre delicado. El puente de la Constituci¨®n, proyectado por Santiago Calatrava, sigue dividiendo a la ciudad. De eso es consciente Koolhaas. ¡°Venecia no es inmune a la modernidad, porque se encuentra en todas partes. Aqu¨ª tambi¨¦n hay ascensores. La verdadera pregunta que hay que plantearse es si Venecia puede afrontar con inteligencia el cambio inevitable¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.